Durante la Semana Santa, millones de viajeros están transitando por las carreteras del país con rumbo a distintos destinos. Por ello, es frecuente que algunas personas presenten molestias durante los trayectos, sobre todo cuando se trata de rutas extensas.
Una de las molestias de salud más frecuentes entre los pasajeros de los vehículos es el popular mareo, que en ocasiones es leve y en otras puede representar un auténtico malestar.
De acuerdo con la Clínica Mayo de Estados Unidos, la sensación de mareo se presenta a raíz de que el cerebro recibe “información contradictoria”. Esto se debe a que cuando los vehículos están en movimiento, los oídos, los ojos y los nervios tienen estímulos que pueden resultar confusos.
“Imagínate a un niño pequeño sentado en el asiento trasero de un automóvil sin poder ver por la ventana, o a un niño mayor leyendo un libro. El oído interno del niño sentirá el movimiento, pero sus ojos y su cuerpo no. El resultado puede ser malestar estomacal, sudor frío, fatiga, pérdida del apetito o vómitos”, explica la Clínica Mayo.
Esa institución médica añade que no hay consenso sobre las razones por las cuales los mareos que se presentan durante un viaje de carro o bus afectan a algunas personas con mayor frecuencia que a otras.
De hecho, sostiene que es más frecuente que esta condición médica afecte a los niños que se encuentran entre los dos y los 12 años y que, al parecer, es mucho menos común entre los bebés menores de dos años.
Hay, sin embargo, algunas medidas que se pueden tomar para reducir las probabilidades de que un niño o una persona adulta sufra de mareos durante un viaje. Estas pueden ser especialmente relevantes cuando se trata de personas que ya han sufrido de mareo en el pasado.
Entre otras cosas, la Clínica Mayo señala que es importante reducir al mínimo los estímulos sensoriales que son los que en primera instancia generan afectaciones en el organismo. Una medida práctica es fijarse en objetos, paisajes o animales que se encuentran fuera de los vehículos. Esto puede ser mejor que fijar la atención en celulares, libros o videojuegos mientras se viaja.
En el caso de los niños, se recomienda viajar a la hora en la que duermen la siesta. Esto les permitirá conciliar el sueño con más facilidad mientras el vehículo está en movimiento.
“Planifica cuidadosamente las comidas antes del viaje”, aconseja la Clínica Mayo. Según explica, es crucial que las personas no coman de forma abundante antes de empezar la ruta.
“Si el viaje va a ser largo o si tu hijo necesita comer, dale un refrigerio pequeño que no tenga demasiado sabor, como galletas saladas y poca cantidad de algo para beber, antes de que sea hora de irse”, puntualiza la fuente médica.
También es muy importante proporcionar una ventilación adecuada, para que las personas proclives a marearse puedan respirar mejor. Así mismo, es considerable que las personas fijen su atención en otras cosas para que los síntomas no les generen tantas molestias.
Por ello, se les recomienda a los acompañantes intentar distraer a los adultos o niños que presentan mareos con conversaciones, música y otros estímulos.
Tal vez, una de las medidas más efectivas para evitar la aparición del mareo durante los viajes es el uso de medicamentos. En estos casos se usan antihistamínicos de venta libre que incluyen principios activos como Dramamine y Benadryl.
“Ambos son más eficaces si se toman aproximadamente una hora antes de viajar. Lee con atención la etiqueta del producto para determinar la dosis correcta y ten en cuenta los posibles efectos secundarios, como somnolencia“, puntualiza la Clínica Mayo.
Así mismo, es importante que si una persona está sintiendo demasiado mareo durante un trayecto, se haga una parada. Para mejorar los síntomas, las personas pueden hacer una caminata corta o cerrar los ojos y acostarse boca arriba durante un par de minutos. La fuente médica señala que también puede ser útil utilizar un paño frío en la frente.