Gozar de una buena salud en el corazón, indiscutiblemente incluye al corazón, que es uno de los órganos vitales del cuerpo humano, porque se encarga de enviar el combustible (la sangre) al resto del organismo para que pueda funcionar y mantenerse vivo.
Sin embargo, cuando no es así, aparecen en el panorama las llamadas enfermedades cardiovasculares (ECV), las cuales, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), son la principal causa de mortalidad y de discapacidad en la Región de las Américas.
De acuerdo con datos del DANE, en el país durante los primeros cuatro meses del 2022 se reportaron 2.222 fallecimientos de hombres y mujeres por isquemia cardíaca, 686 por enfermedad hipertensiva, 178 por insuficiencia cardiaca, 233 por todas las demás formas de enfermedad del corazón. Las enfermedades que afectan al sistema cardiovascular en Colombia, no es un fenómeno aislado.
Así las cosas, es importante entender que “el corazón es un músculo, y por su permanente contracción, las células que lo componen necesitan un suministro estable y suficiente de oxígeno”, como explica el doctor Carlos Escobar, director científico del laboratorio Trustem.
Por tanto, “la interrupción del suministro sanguíneo para las células del corazón (habitualmente causada por obstrucción de las arterias coronarias), lleva a la insuficiencia del suministro para ellas y, por lo tanto, a su muerte”, agrega.
La doctora María Alejandra Ibáñez, especialista en cardiología, miembro de la Sociedad Colombiana de Cardiología y Cirugía Cardiovascular, es enfática en el rol de “la prevención de enfermedades y eventos cardíacos recurrentes, que requiere que seamos conscientes de nuestros factores de riesgo”.
Dicho esto, Martín Martínez, gerente general de Upjohn división de Pfizer para el Cono Sur y Región Andina, asegura que resulta imperativo impulsar iniciativas que eviten el aumento de la mortalidad y complicaciones cardiovasculares.
Así mismo, el doctor Antonio Saltarín, especialista en medicina interna, cardiología y ecocardiografía, presidente actual del capítulo central de la Sociedad Colombiana de Cardiología, afirma que el corazón siempre habla, por medio de los síntomas, o las alertas que envía el corazón, entre ellas podría estar:
“Dolor torácico o dolor en el pecho, sobre todo si se aumenta con el ejercicio y se irradia al brazo izquierdo o al cuello. Dificultad para respirar al realizar ejercicio, a eso se le llama disnea, es importante no confundir con desacondicionamiento físico”, entre otros.
¿Qué hacer para evitar estas enfermedades?
Sobre esto, el doctor Juan Alberto Ríos, especialista en Medicina del Deporte de Smart Fit, señala que se ha observado una correlación significativa entre la práctica de ejercicios de relajación y la reducción de eventos cerebrales y cardiovasculares.
Ríos cita un estudio publicado en la revista Circulation, que concluyó que la meditación puede reducir en un 48 % el riesgo de mortalidad, infarto de miocardio y accidente cerebrovascular en pacientes con enfermedad coronaria.
Al igual que una investigación de University of Kansas Medical Center, que halló que la práctica de yoga es beneficiosa, debido a que en los pacientes redujo los episodios sintomáticos de fibrilación auricular de los pacientes en un 31 % y los asintomáticos en un 50 %, y también mejoró la función endotelial y disminuyó los niveles de presión arterial, inflamación, ansiedad y depresión.
De otro lado, expertos como el cardiólogo, Carlos Sánchez, de Compensar Salud, destacan la responsabilidad que tiene el sector Salud, “de educar a las personas acerca de esta enfermedad y poder brindarles todas las herramientas para identificar los síntomas que con esta se presentan, logrando así un diagnóstico temprano y oportuno”.
“Para trabajar en pro de la calidad de vida del paciente, es clave abordar el tema desde diferentes ángulos, es decir, desde su prevención hasta su cuidado y tratamiento”, puntualiza.