La tiroides hace referencia a la glándula endocrina ubicada en la parte frontal del cuello y tiene una forma similar a la de una mariposa. Tiene como principal función la producción de hormonas en todo el cuerpo, que se encargan de controlar el consumo de calorías y la tasa metabólica.
De acuerdo con el portal web Top Doctors, la glándula de la tiroides debe producir, almacenar y liberar las hormonas tiroideas conocidas como T3 y T4, que tienen como principal compuesto la tiroxina. “Estas hormonas intervienen en el desarrollo del sistema nervioso y regulan el metabolismo, o la velocidad a la que el cuerpo quema calorías para obtener energía”.
Adicional a ello, estas hormonas también ayudan a controlar la frecuencia cardíaca, la concentración de colesterol en el organismo, la formación de vitamina A, mantener la temperatura corporal e intervenir de forma directa en la síntesis de glucógeno. Sin embargo, existen distintas patologías que pueden afectar dichas funciones, pues en algunos casos se da una producción excesiva de hormona, pero en otros obedece a una insuficiencia.
Cabe mencionar que cuando la glándula produce un exceso de hormonas tiroideas, a esto se le conoce como hipertiroidismo, una patología que suele causar síntomas como cambios notorios de humor, ansiedad, fatiga y palpitaciones anormales. En cuanto al hipotiroidismo, esto surge cuando la producción de hormonas es insuficiente, por lo que se pueden notar síntomas como estreñimiento, sensación de frío, cansancio, entre otros.
De esta manera, es fundamental cuidar la función tiroidea para no padecer ninguno de estos problemas de salud. A continuación, la revista Mejor con Salud da a conocer algunas formas saludables para mantener una buena función de la tiroides:
Incorporar yodo a la dieta
Una de las causales de la insuficiencia de hormonas tiroideas es la deficiencia de yodo. Este es un nutriente esencial que garantiza una función correcta de esta parte del cuerpo. Como tal, los alimentos en los que se puede encontrar una gran concentración de yodo son: huevos, mariscos, pescado azul, queso y sal de mesa.
Es importante tener en cuenta que la sal de mesa se debe consumir con moderación, ya que su consumo en exceso puede generar otros problemas de salud.
Plantas medicinales
Por otra parte, los compuestos químicos de algunas plantas medicinales ayuda a mejorar la función de la tiroides. Por ejemplo, las plantas ricas en ácido fenólico y los carotenoides ayudan a combatir el hipertiroidismo.
Frente a este, una investigación de la Universidad de Guayaquil sobre el uso de plantas medicinales en las enfermedades de las glándulas tiroides, recomendó algunas muy saludables para el hipotiroidismo:
- Algas fucus
- Ajo
- Almendro
- Avellano
- Avena
- Canela
- Espinaca
- Fresas
- Ginseng
- Habas
- Hinojo
- Hisopo
Para hipertiroidismo también ofreció otras alternativas saludables como el consumo de apio, cacahuates, castañas, cebollas, col, patatas, perejil, pimientos, rábano y uva.
Aumentar el consumo de selenio
Se trata de un mineral esencial que contribuye de forma positiva en los tratamientos de los trastornos de la tiroides, además de reducir el estrés oxidativo. Por otra parte, se destaca pro ser un nutriente que facilita la desintoxicación y la regulación de la actividad hormonal.
La revista en mención da a conocer algunos alimentos ricos en este nutriente que se pueden incluir en la dieta:
- Los frutos secos
- Las semillas de lino y de girasol
- Los huevos
- El yogur
- Los champiñones
Consumir aceite de coco
Gracias a su alto contenido de vitaminas, minerales y sustancias antioxidantes, que ayudan a luchar contra los radicales libres, mejoran de cierta forma la función de la glándula tiroidea. Aunque hasta el momento no hay investigaciones que puedan comprobar los efectos de este producto, se aconseja añadirlo en la dieta como un complemento. Es importante no abusar de él dado que contienen ácidos grados que podrían traer problemas como el colesterol malo.