Las enfermedades virales causadas por la picadura del mosquito Aedes aegypti, principal vector transmisor del dengue, zika y chikungunya, se han vuelto una de las mayores preocupaciones a nivel regional. Actualmente, son un tema de interés en la salud gubernamental.

Entre las enfermedades más comunes de propagación por insectos está el dengue. Para entender el impacto generado en la gente, se debe tener en cuenta que la Organización Panamericana de la Salud señala que en las últimas cuatro décadas, se ha disparado el contagio en el continente.

Actualmente, hay aproximadamente 500 millones de personas en riesgo de contraer la enfermedad y en lo corrido del año se han presentado 54.789 casos de dengue en el país. De esta cifra, 30.691 casos (equivalente al 56,0 %) no han presentado signos de alarma, mientras que 23.321 casos (42,6 %) sí han mostrado signos de alarma que requieren atención especial.

El dengue se contagia por los espacios que tengan agua contaminada acumulada, por más pequeño que sea el estanque. | Foto: Getty Images

Todo este contexto plantea que el dengue es una enfermedad de cuidado gubernamental, dado que impacta en gran medida a los países de la región. El gerente técnico de Higiene Ambiental de BASF, Mauricio Hoyos, señala que el mosquito responsable de esta condición se reproduce en un ámbito privado y domiciliario, en cercanía del ser humano.

Por lo cual, el foco de contagio está presente en el entorno de las personas, lo cual implica que la prevención, más allá de políticas públicas, radica en el cuidado personalizado de la ciudadanía. Entre estas medidas, se destaca la eliminación de recipientes líquidos y criaderos donde la especie se desarrolla con facilidad.

“El uso de insecticidas de volteo en termo nieblas o Ultra Bajo Volumen no es suficiente para eliminar el mosquito, en ese sentido, el control más efectivo resultará de una combinación de estrategias culturales, físicas y químicas con insecticidas residuales. Pero siempre debe estar acompañada por las acciones individuales que cada uno realiza en su hogar para controlar y eliminar los recipientes que acumulan agua”, señala.

El uso del repelente es fundamental a la hora de evitar picaduras. | Foto: Getty Images

Con respecto al insecto contagioso, este hace parte de la familia Aedes aegypti, por lo cual es un mosquito de corte doméstico que requiere espacios acuáticos para vivir y procrearse con facilidad. Sea un río o un estanque, la mínima presencia de agua sucia posada es el entorno ideal para que el insecto se reproduzca.

La hembra de esta especie es la responsable de la transmisión de enfermedades porque necesita sangre humana para el desarrollo de sus embriones. Luego, deposita los huevos en las paredes secas de recipientes con agua e incluso, puede dejarlo en recipientes.

En ese orden de ideas, las recomendaciones para impedir la reproducción de los insectos y así impedir el contagio son:

  • Retirar con frecuencia recipientes móviles que puedan acumular agua. Remover bolsas o envases de polietileno, cubiertas y también juguetes, que pueden generar acumulación de agua en sus pliegues o cavidades.
  • Conservar las rejillas y desagües sin agua acumulada.
  • Mantener los tanques de agua con tapa y sin rotos o aberturas.
Vivir al lado de charcos de agua es lo peor para controlar el dengue. Por eso es necesario eliminarlos.
  • Tener limpias las piletas de natación donde el agua circule.
  • Vaciar piletas semivacías, aun en otoño o primavera, para evitar transformarse en un potencial criadero de mosquitos.
  • En los techos, revisar y limpiar las zinguerías y canaletas de desagüe, principalmente cuando se avecinan lluvias.
  • Mantener el césped bien corto, sanear sitios enmalezados y retirar el pasto cortado.
  • Usar insecticida con frecuencia en las zonas donde puede haber riesgo de humedad.
  • Emplear repelente en el cuerpo para que los mosquitos no puedan atacar.