El sobrepeso y la obesidad se definen como una acumulación anormal o excesiva de grasa que puede ser perjudicial para la salud, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS).
En el caso de los adultos, la OMS define el sobrepeso y la obesidad como se indica a continuación:
- Sobrepeso: índice de masa corporal (IMC) igual o superior a 25.
- Obesidad: IMC igual o superior a 30.
Ahora bien, Medline Plus, la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, señaló que existen tres tipos de obesidad:
- Clase 1: IMC de 30 a menos de 35.
- Clase 2: IMC de 35 a menos de 40.
- Clase 3: IMC de 40 o mayor. La Clase 3 se considera “obesidad grave.”
Por ello, para saber el IMC, el Ministerio de Salud se aplica una sencilla fórmula matemática que consiste en dividir el peso entre la estatura al cuadrado: IMC = Peso (Kg) / Estatura al cuadrado (Mt).
Ejemplo: Una persona pesa 64 Kg y mide 1.5 metros: 64 / 1.5 x 1.5 = 28.44. Este dato indica el IMC de la persona (28.44) se encuentra en los valores correspondientes a sobrepeso.
¿Cuáles son las consecuencias del sobrepeso y la obesidad?
Según la OMS, un IMC elevado es un importante factor de riesgo de enfermedades no transmisibles, como las siguientes:
- Las enfermedades cardiovasculares (principalmente las cardiopatías y los accidentes cerebrovasculares), que fueron la principal causa de muertes en 2012.
- Los trastornos del aparato locomotor (en especial la osteoartritis, una enfermedad degenerativa de las articulaciones muy discapacitante).
Considerando esto, es importante señalar que la Organización indicó que la causa fundamental del sobrepeso y la obesidad es un desequilibrio energético entre calorías consumidas y gastadas.
¿Cómo prevenir sobrepeso y la obesidad?
1. Tener un déficit calórico: La revista Men’s Health reveló que para calcular las calorías diarias que se necesitan se debe multiplicar el peso corporal por 26 y por 28. Es decir, si el peso es 90 kilos, la operación es 90x26=2.340 y 90x28=2.520. Lo anterior quiere decir que el rango de calorías necesarias diarias es entre 2.340 y 2.520, y para lograr tener un déficit, el consumo de calorías debe ser inferior a los valores dados.
Adicional, Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación, señala en su portal web que si se consumen alrededor de 500 calorías menos de la dieta habitual por día, se podría perder aproximadamente de media libra a una libra (de 0,22 kilogramos a 0,45 kilogramos) por semana, aunque lo anterior puede variar según el cuerpo, el peso que se quiera perder, el sexo y el nivel de actividad física.
2. Hacer ejercicio: La OMS recomienda que los adultos de 18 a 64 años deben dedicar como mínimo 150 minutos semanales a la práctica de actividad física aeróbica, de intensidad moderada, o bien 75 minutos de actividad física aeróbica vigorosa cada semana, o bien una combinación equivalente de actividades moderadas y vigorosas.
Así las cosas, entre las actividades físicas más comunes se destacan caminar, montar en bicicleta y correr, y todas ellas se pueden realizar con cualquier nivel de capacidad y para disfrute de todos.
Sin embargo, las personas se preguntan cuál es la mejor hora para hacer ejercicio y, por tal razón, los expertos aseguran que es una cuestión de preferencia, gusto y horarios. Lo importante es cumplir con los objetivos diarios.
De todos modos, la información antes dada de ninguna manera sustituye la asesoría médica y por ello, lo primero que hay que hacer es consultar a un experto de la salud para que sea este quien guíe el proceso e indique qué es lo más adecuado para cada persona.