El virus de inmunodeficiencia humana (VIH) ataca el sistema inmunitario y cuando afecta a los menores de edad, genera más vulnerabilidad a las infecciones y enfermedades. También es claro que un niño puede nacer con VIH, contraerlo inmediatamente después del parto o a través de la lactancia. Ahora, según Unicef, hay más de 2 millones de niños y niñas menores de 15 años que viven con el VIH en el mundo.
Para el caso de Colombia y cerrando el mes dedicado a los menores de edad, se conoció en Cartagena, la historia de 17 menores de edad, hijos de madres con diagnóstico de VIH, afiliadas a la EPS Coosalud, que recibían, tras estudios definitivos, la confirmación de estar sanos.
“El objetivo es reconocer el esfuerzo que hicieron las madres en su etapa de embarazo y durante el primer año posparto para que sus hijos permanecieran sanos, que no tuvieran la misma condición de VIH. Así mismo, es una manera de reafirmarles a las mamás que sus hijos ya se encuentran totalmente libres de la enfermedad y que no corren ningún riesgo”, Leonor Arroyo Luna, gestora de referencia y cuidadora de la cohorte de VIH de Coosalud sucursal Bolívar.
Durante el evento, Ana María Gaviria(*), una de las asistentes, hizo énfasis en la importancia de estos espacios para su bienestar emocional.
“Al principio (tras el diagnóstico), me sentí triste y sola, como excluida, pero con el acompañamiento de la psicóloga, a quien hoy considero mi amiga, he aprendido a ser fuerte, a convertir lo malo en bueno y lo bueno en superbueno. Ahora soy una mujer más alegre, sin importar lo que pase, y soy fuerte, principalmente, por mis hijos, por mi madre y por mí misma. No me considero enferma, me considero valiente”, confesó.
Entretanto, la cuidadora Arroyo resaltó que es significativo para la EPS, para la IPS Vivir Bien y, por supuesto, para las madres, saber que sus hijos se encuentran sanos y que todo el esfuerzo valió la pena.
“Sabemos que no es una situación fácil tener esta enfermedad y saber que sus hijos podrían estar expuestos a contagiarse. Por eso, reiteramos la importancia de que las madres se realicen los exámenes pertinentes y asistan a sus controles prenatales, como lo hicieron ellas”, aseguró.
Ahora, la directora administrativa y asistencial de la IPS Vivir Bien, Diana Alzamora Sierra, recordó que las tres instancias en las cuales se puede dar la transmisión de VIH de la madre a su hijo son durante el embarazo, en el parto o a través de la lactancia.
“Por eso, realizarse la prueba de VIH en el embarazo es crucial para evitar la transmisión del virus al bebé y debe hacerse en los tres trimestres del embarazo, sobre todo, si la madre tiene relaciones sexuales sin protección. Diagnosticar el virus ayuda a evitar esta transmisión, conocida como vertical o perinatal”, apuntó Alzamora.
Asimismo, indicó que “el cuidado que debe tener una madre para proteger a su bebé desde el embarazo, una vez la prueba de VIH sale positiva, es iniciar inmediatamente el tratamiento antirretroviral. Este permitirá que la carga viral de la mamá se logre controlar, con el fin de que llegue a cero, disminuyendo así las probabilidades de transmisión al bebé”.
La experta aseguró que mantener el tratamiento una vez sea diagnosticado el virus, atender las instrucciones de toma de los medicamentos, usar preservativo para mantener su carga viral indetectable y no dar lactancia materna a su bebé, son las principales recomendaciones.
(*) Nombre cambiado para proteger la identidad de la madre y su hijo.