Los desmayos son una pérdida repentina del conocimiento que generalmente se presenta de forma temporal. Hay múltiples factores que pueden causarlos entre los cuales se citan afecciones médicas y dificultades de salud producidas por circunstancias externas.
“Por lo general, los desmayos no son nada de qué preocuparse, pero a veces, pueden ser una señal de algún problema serio”, indica MedlinePlus, la enciclopedia virtual de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos.
Por su parte, la organización estadounidense sin ánimo de lucro Nemours Children’s Health explica que los desmayos generalmente se producen cuando las personas presentan un descenso súbito del flujo sanguíneo que llega al cerebro, lo cual hace que pierdan la consciencia.
Esa fundación indica que en ocasiones se trata de un síntoma que no necesariamente está ligado a condiciones graves de salud.
Entre otras causas simples, mencionan la deshidratación, un cambio demasiado rápido de la postura, mantenerse de pie o en una misma posición durante un tiempo muy prolongado o un susto repentino.
Nemours Children’s Health agrupa las causas de los desmayos en distintas categorías diferentes. Allí hace referencia a los desencadenantes físicos, el estrés emocional y la hiperventilación (que también puede darse a raíz de estímulos emocionales).
De otro lado, la fundación señala que hay ciertas enfermedades que pueden aumentar las probabilidades de que un paciente se desmaye. Por ejemplo, refiere el caso de las afecciones cardíacas, la anemia, la baja concentración de azúcar en la sangre y el síndrome de taquicardia postural ortostática (Stpo).
Esa organización indica que los desmayos también pueden presentarse en mujeres que se encuentran en estado de gestación.
“Durante el embarazo, el cuerpo experimenta multitud de cambios, incluyendo cambios en el sistema circulatorio. Estos cambios pueden llevar a una mujer a desmayarse. Y el útero, al crecer, puede comprimir grandes vasos sanguíneos y obstruir parcialmente la circulación sanguínea, lo que puede reducir el riego sanguíneo cerebral”, sostiene Nemours Children’s Health.
¿Cómo saber que una persona se va a desmayar?
Aunque es frecuente que las personas se desmayen de forma repentina, hay algunos indicios que pueden dar cuenta de que una persona va a perder el conocimiento.
Por ejemplo, pueden presentar palidez, mareos, sentir que desfallecen, dificultades para ver con claridad, tener cambios en el pulso, presentar sudoración, vómitos o náuseas.
Así mismo, hay algunas recomendaciones que pueden seguir las personas que tienen la sensación de que están próximas a sufrir un desmayo. Por ello, se aconseja acostarse en la medida de lo posible, para que la sangre llegue con mayor facilidad al cerebro.
“Siéntate y baja la cabeza, colocándola entre las rodillas. Así, también favorecerás la llegada de la sangre al cerebro, aunque esto no da tan buen resultado como acostarse. Cuando te encuentres mejor, levanta poco a poco la cabeza hasta enderezar la espalda, y luego ponte de pie”, señala Nemours Children’s Health.
De otro lado, sostiene que es clave mantener una hidratación adecuada y evitar mantenerse en las mismas posturas durante tiempos prolongados.
¿Cuándo puede tratarse de un problema médico preocupante?
Si bien generalmente los desmayos no indican que haya problemas graves de salud, hay ocasiones en las cuales las personas deben prestarles atención.
“Si solo te has desmayado una vez, ha sido un desmayo breve y su causa parece clara (como estar en un lugar muy caluroso y concurrido), no hay motivo para preocuparse. Pero, si padeces alguna afección médica o estás tomando algún medicamento de venta con receta médica, es aconsejable que llames a tu médico”, recomienda Nemours Children’s Health.
Es clave consultar un médico si el paciente se hizo daño durante el desmayo, le duele el pecho, perdió el conocimiento mientras hacía ejercicio o está teniendo convulsiones.