La Superintendencia Nacional de Salud ordenó este viernes la intervención forzosa administrativa para administrar la EPS Coosalud, luego de hallar deficiencias administrativas, financieras, asistenciales y jurídicas, las cuales vienen afectando significativamente la prestación de los servicios y poniendo en riesgo la integridad y seguridad de sus cerca de 3,2 millones de afiliados.
Según dio a conocer la SuperSalud en un comunicado, “las fallas en la prestación de servicios por parte de esta EPS han sido recurrentes”.
Entre esas fallas se destacan “deficiencias graves en la identificación temprana del riesgo obstétrico; debilidades en la garantía del registro oportuno de las dosis administradas a sus afiliados; deficiencias en la implementación de la ruta de enfermedades huérfanas; incremento en la tasa de reclamaciones en salud, donde se destacan la inoportunidad en la asignación de citas médicas, inoportunidad o entrega incompleta de medicamentos y fallas administrativas propias de la operación de la entidad, así como el incumplimiento con la inversión para el respaldo de la reserva técnica”.
La entidad, además, “ha incumplido aspectos cruciales del aseguramiento en salud relacionados con la prestación oportuna, eficaz y de calidad de los servicios de salud, el suministro inmediato de medicamentos y el acceso integral a tecnologías de salud”, tal y como lo señala expresamente la resolución de la SuperSalud.
El pasado 1 de noviembre, antes de la salida de Luis Calos Leal como superintendente, la SuperSalud divulgó un informe con los escandalosos hallazgos de una auditoría que adelantó a cuatro EPS del país, una de ellas Coosalud, y otras tres en proceso de intervención, hasta ese momento, por malos manejos financieros.
Dicha auditoría reveló que estas entidades estarían haciendo un uso inadecuado de los recursos de la salud. Detrás de este escándalo sobresale el nombre de Mario Andrés Urán, figura cercana al Gobierno Petro.
De acuerdo con la Superintendencia, la investigación se centró en las cuentas de Coosalud, Servicio Occidental de Salud, Asmet Salud EPS y Emssanar EPS, “debido a la posible injerencia de un particular, identificado como Mario Andrés Urán” (antiguo asesor de Coosalud), en la administración y manejo de los recursos de esta EPS y otras tres que se encuentran intervenidas. Información que, según la entidad, llegó a través de una denuncia.
Las razones de la SuperSalud
En la auditoría de habilitación y permanencia, Coosalud EPS presenta un bajo nivel de cumplimiento de las actividades: 6 % de actividades cumplidas a cabalidad, 58 % en ejecución y 36 % sin avance, lo que viene generando una preocupante afectación para todos sus usuarios.
Actualmente, según la SuperSalud, la EPS Coosalud cuenta con más de 3.2 millones de afiliados, especialmente pertenecientes al régimen subsidiado; y presta sus servicios en 23 departamentos del país, además de Bogotá.
Son en total 21 los hallazgos que encontró la SuperSalud, “los cuales motivaron esta decisión de acuerdo con auditorías realizadas previamente”.
Con esta medida se ordena también la separación inmediata de la actual representante legal suplente, Natalia Largo González, así como los todos los miembros de la Junta Directiva, y se designa como agente especial interventor a Mauricio Camaro Fuentes.
“Esta decisión es para administrar, más no para liquidar; por eso, enviamos un mensaje de tranquilidad a todos los usuarios y afiliados de Coosalud. Con esto, vamos a mejorar la prestación de los servicios, y a buscar que los afiliados puedan escoger una red de servicios integrales”, manifestó el superintendente nacional de Salud, Giovanny Rubiano García, durante la diligencia de la medida que se llevó a cabo esta mañana en la ciudad de Cartagena.
La decisión de la Superintendencia Nacional de Salud tiene vigencia de un año, tiempo en el cual se tendrán que adoptar una serie de planes y cumplir recomendaciones para la recuperación de esta entidad promotora de salud.