La covid-19 tuvo un impacto tan considerable en la economía, las relaciones sociales y la sanidad pública que la Organización Mundial de la Salud (OMS) les está pidiendo a los países que suscriban un acuerdo para hacerles frente a próximas pandemias y, con ello, mejorar la coordinación internacional en materia sanitaria.

De hecho, el organismo multilateral ha hecho esfuerzos por determinar qué virus y bacterias pueden representar un riesgo potencial para la salud de la humanidad.

“En todo el mundo, la cantidad de patógenos potenciales es muy grande, mientras que los recursos para la investigación y el desarrollo (I+D) de enfermedades son limitados. Para garantizar que los esfuerzos del Plan de I+D de la OMS estén enfocados y sean productivos, se prioriza una lista de enfermedades y patógenos para la I+D en contextos de emergencia de salud pública”, explica el organismo sanitario.

Se trata de una herramienta que les permite a las autoridades sanitarias, las instituciones de salud, los médicos y los pacientes saber cuáles son las enfermedades que podrían amenazar la salud pública a raíz de que tienen la capacidad de volverse pandemias si no se aplican las medidas correctas.

La última versión de la OMS cita los siguientes patógenos:

  • Covid-19.
  • La fiebre hemorrágica de Crimea-Congo.
  • La enfermedad por el virus del Ébola y enfermedad por el virus de Marburgo.
  • La fiebre de Lassa.
  • El síndrome respiratorio de Oriente Medio coronavirus (MERS-CoV) y Síndrome Respiratorio Agudo Severo (SARS).
  • El virus de nipah y las enfermedades henipavirales.
  • La fiebre del Valle del Rift.
  • El zika.
  • La Enfermedad X.
Pese a que la covid-19 ya no se considera una pandemia, la OMS ha señalado que sigue representando un riesgo para la salud pública. | Foto: AFP or licensors

Vale decir que el término de Enfermedad X no se refiere a un patógeno específico. “La enfermedad X representa el conocimiento de que una epidemia internacional grave podría ser causada por un patógeno que actualmente se desconoce que cause una enfermedad humana. El Plan de I+D busca explícitamente permitir una preparación temprana y transversal para la I+D que también es relevante para una “Enfermedad X” desconocida”, explica la OMS.

El zika, que se transmite por medio de mosquitos, es una de las principales amenazas par ala salud pública, según la OMS. | Foto: Getty

No obstante, el organismo sanitario también advierte que está lista no es un ejercicio exhaustivo, ni significa necesariamente que las causas más probables de la próxima pandemia estén dentro de esos patógenos mencionados.

“La OMS revisa y actualiza esta lista a medida que surgen las necesidades y cambian las metodologías. Con base en las enfermedades prioritarias, la OMS luego trabaja para desarrollar hojas de ruta de I + D para cada una”, puntualiza el organismo sanitario.

La lista, sin embargo, puede ser de gran ayuda para que los gobiernos tracen hojas de ruta que permitan realizar actividades de vigilancia epidemiológica y prevención para mitigar los impactos del grupo de patógenos que fueron calificados por la OMS como prioritarios.

Entre otras cosas, la OMS espera que también haya un esfuerzo investigativo en varias vías. Por un lado, ha destacado que es clave que se encuentren “lagunas de conocimiento” y que eso ayude a definir las prioridades de los científicos a la hora de determinar cómo se propagan los patógenos.

También es importante que se desarrollen posibles curas como desarrollos vacunales o medicamentos que reduzcan la gravedad de la enfermedad en los pacientes.

La OMS busca promover la investigación sobre nuevas enfermedades con potencial de convertirse en pandemias. | Foto: Getty Images

“Asimismo, se intenta catalogar, resumir y facilitar la realización de los ensayos clínicos necesario para desarrollar esos productos. Por otra parte, se está estudiando la posibilidad de ampliar las actividades a cuestiones éticas y reglamentarias”, asevera la OMS.

Y concluye que para atender a tiempo a pandemia y epidemias es clave fjijarse en los patógenos no solo para investigarlos, sino para saber qué medidas tomar ante la aparición de brotes. “Sin las importantes inversiones en I+D realizadas antes de la pandemia de covid-19, no hubiéramos podido fabricar vacunas seguras y eficaces en un tiempo récord”, dijo Michael Ryan, director ejecutivo del Programa de Emergencias Sanitarias de la OMS.