El magnesio es un compuesto clave para el organismo. Ayuda a mantener el funcionamiento normal de músculos y nervios, brinda soporte a un sistema inmunitario saludable, mantiene constantes los latidos del corazón y ayuda a que los huesos permanezcan fuertes, precisa la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos.
Es un mineral que, además, contribuye a ajustar los niveles de glucosa en la sangre y tiene injerencia en la producción de energía y proteína. El portal Nutrición y Farmacia de España indica que hay estudios médicos que sostienen que también reduce el riesgo de presentar enfermedades cardiovasculares e hipertensión.
El Centro Nacional de Salud Complementaria e Integral de Estados Unidos indica que este mineral es esencial para que el cuerpo sea capaz de procesar la glucosa. Su carencia puede aumentar el riesgo de desarrollar diabetes.
Magnesio y su relación con la diabetes
La citada fuente refiere un metaanálisis que examinó los resultados de 13 estudios que observaron la cantidad de magnesio que la gente recibía de su dieta, ya sea mediante suplementos o alimentos, y su riesgo de tener diabetes. El hallazgo de este análisis fue que quienes consumían menos de este mineral corrían mayor riesgo de tener diabetes.
De acuerdo con la mencionada evaluación, las personas cuya dieta era rica en magnesio tuvieron un 15 % menos de riesgo de tener diabetes de tipo 2, por lo que su consumo es clave cuando se trata de prevenir y regular los niveles de azúcar en la sangre.
El portal Cuerpo Mente refiere otra revisión de estudios en la que el resultado principal fue que la ingesta de magnesio disminuye la resistencia a la insulina, especialmente en las pesonas con mayor riesgo de diabetes.
“Además, la revisión concluye que el rendimiento del magnesio mejora cuando hay insulina presente y sugiere que la ingesta es bien tolerada entre los sujetos del estudio, sin efectos adversos significativos”, precisa.
Otras conclusiones en torno al efecto del magnesio sobre las tasas de azúcar en la sangre y la sensibilidad a la insulina del mencionado análisis incluyen una reducción significativa de la glucosa plasmática en ayunas en 325 participantes con diabetes y también de 482 con alto riesgo de padecer la enfermedad.
En cuanto a la presión arterial, los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos, precisan que la presión arterial alta es un factor de riesgo principal para la enfermedad cardíaca y el derrame cerebral y los suplementos de magnesio tienen la capacidad de regularla, aunque muy poco.
“Algunos estudios indican que las personas que consumen más magnesio en su dieta tienen un riesgo más bajo de enfermedad cardíaca y derrame cerebral. Pero en muchos de estos estudios, es difícil saber en qué medida el efecto se debe al magnesio en comparación con otros nutrientes”, precisa.
¿Cómo se obtiene el magnesio?
La mejor manera de obtener las cantidades recomendadas de magnesio y evitar su deficiencia es mediante la dieta. Este mineral se puede encontrar en productos como las legumbres, los vegetales de hoja verde oscura, frutas como los bananos, albaricoques o damascos secos y aguacates, además de nueces como las almendras y anacardos. Otros alimentos que son ricos en este compuesto son las arvejas y fríjoles; las semillas, los productos de soya, los granos enteros y los lácteos.
Así mismo, algunos productos fortificados contienen un extra de magnesio que complementan alguna carencia. Para pacientes con deficiencia de este mineral se pueden conseguir suplementos dietéticos para suplirla. De igual forma, para quienes padecen alguna patología como la migraña, el médico puede recetar medicamentos a base de magnesio.
Algunos síntomas de deficiencia de magnesio son la pérdida del apetito, náuseas, vómitos, fatiga y debilitamiento. La insuficiencia extrema puede causar entumecimiento, hormigueo, calambres musculares, convulsiones, cambios de personalidad y anomalías en el ritmo cardíaco.