Los quesos de distintos tipos son una parte importante de una alimentación balanceada. De hecho, son conocidos por ser buena fuente de vitamina D, proteínas y minerales como el calcio.
No obstante, hay un gran debate científico con relación a los efectos que podría tener el consumo de queso en el deseo y el desempeño sexual.
Frida Harju, quien es nutricionista interna en una reconocida app de salud llamada Lifesum, le dio una opinión poco favorable sobre el queso a la revista estadounidense Cosmopolitan. Entre otras cosas, señaló que podría afectar las dinámicas hormonales del organismo.
“Aunque el queso es absolutamente delicioso, especialmente cuando tienes un plato cuidadosamente seleccionado, puede afectar tus hormonas, tanto para hombres como para mujeres, perjudicando la testosterona y el estrógeno, lo que a su vez reduce la libido”, advirtió Harju en conversación con el medio citado.
En un sentido similar se han pronunciado otros expertos en temas de salud. Maria Clement y Brian Clement, dos académicos que publicaron el libro 7 Keys to Lifelong Sexual Vitality (Siete claves para una vitalidad sexual de por vida), han dicho que consumir demasiados lácteos puede afectar la vida sexual.
De acuerdo con una reseña de la revista Cosmopolitan, los autores indicaron que comer productos como quesos y helados puede hacer que las personas se sientan más inflamadas y lentas, lo cual a la larga también podría tener una incidencia negativa en el deseo sexual.
No obstante, hay otras fuentes que advierten que los quesos no son necesariamente malos para el desempeño sexual. Incluso en algunos casos podría ayudar a prevenir algunas afecciones que impactan en la libido.
En 2016 grupo de investigadores de la Universidad Johns Hopkins y otras instituciones universitarias publicó un estudio científico en el cual exploraba algunos factores de riesgo que aumentaban las probabilidades de sufrir de disfunción eréctil en hombres.
Entre otras cosas, los investigadores señalaron que hay evidencia científica de que la disfunción eréctil y la enfermedad cardiovascular aterosclerótica (ASCVD, por sus siglas en inglés) comparten ciertos factores de riesgo. En esa medida, indicaron que hasta ese momento se había relacionado la deficiencia de la vitamina D con probabilidades más altas de sufrir ASCVD, pero no se había investigado cuál era la relación con la disfunción eréctil.
Para encontrar respuestas, usaron el examen de 25-hidroxivitamina D, que es la forma más frecuente de medir los niveles de vitamina D en el organismo de un paciente.
De acuerdo con las especificaciones que dispusieron en la metodología del estudio, los investigadores hicieron análisis transversales de 3.390 hombres estadounidenses de 20 años o más que no habían sido diagnosticados con enfermedad cardiovascular aterosclerótica en el pasado.
“La DE (disfunción eréctil) autoinformada, evaluada mediante una sola pregunta validada, se definió como hombres que informaron que ‘nunca’ o ‘a veces podían’ mantener una erección. Evaluamos la relación entre la deficiencia de 25(OH)D y la prevalencia de la disfunción eréctil utilizando métodos de regresión de Poisson ajustados”, subrayaron los investigadores.
Como resultado, los autores del estudio encontraron que, en efecto, los hombres que habían dicho padecer de disfunción eréctil mostraban con más frecuencia niveles bajos de vitamina D.
“En este análisis transversal de una muestra representativa de hombres de EE. UU., la deficiencia de vitamina D se asoció con una mayor prevalencia de disfunción eréctil, independientemente de los factores de riesgo de ASCVD. Se necesita investigación adicional para evaluar si el tratamiento de la deficiencia de vitamina D mejora la función eréctil”, concluyeron los investigadores.
Ahora bien, en la medida en la que los quesos son una de las principales fuentes de la vitamina D, muchos nutricionistas recomiendan incluirlos en la dieta para prevenir la deficiencia de este nutriente. No obstante, es clave tener en cuenta que, pensando en el desempeño sexual, debe consumirse con moderación en la medida en la que puede generar los efectos digestivos e inflamación en algunas personas.