Las infecciones renales, un trastorno que afecta las vías urinarias y que, en ocasiones, se propaga a los riñones, pueden tener consecuencias graves si no se tratan adecuadamente. Identificar los síntomas y causas de esta afección es crucial para buscar atención médica a tiempo y prevenir daños a largo plazo.
Una infección renal no es algo que deba tomarse a la ligera. Por fortuna, el reconocimiento temprano de los síntomas puede marcar la diferencia en la atención médica y la recuperación, explica el instituto de investigaciones Mayo Clinic. Los síntomas comunes incluyen:
- Fiebre y escalofríos: La presencia de fiebre y escalofríos puede ser una señal de alerta, ya que indica que es posible que haya una infección en los riñones. Este síntoma no debe pasarse por alto.
- Dolor o escozor al orinar: Experimentar molestias al orinar puede ser un signo de una infección en las vías urinarias, que, si no se trata, puede propagarse a los riñones.
- Necesidad frecuente y urgente de orinar: Si de repente siente la urgencia de orinar con frecuencia, incluso si las cantidades son pequeñas, esto podría ser una señal de advertencia.
- Dolor en la espalda, costado o ingle: Los dolores en estas áreas, especialmente si son agudos, podrían indicar una infección renal. Inicialmente, es posible que sienta dolor en un costado o en la espalda, que luego se extienda hacia el vientre y la ingle.
- Náuseas y vómitos: La conexión entre los riñones y el tracto gastrointestinal puede causar malestar estomacal, náuseas y vómitos como respuesta al intenso dolor.
- Pus o sangre en la orina: Si nota cambios en el color o la textura de su orina, como la presencia de pus o sangre, podría indicar una infección en los riñones.
- Orina turbia o con olor desagradable: Una infección en los riñones también puede influir en el aspecto y el olor de la orina. Esto puede ser un signo revelador de un problema subyacente.
Las Causas de las Infecciones Renales
Las infecciones renales pueden originarse a partir de diversas causas, pero la más común involucra bacterias que ingresan a las vías urinarias a través de la uretra. De acuerdo con el Instituto Nacional de Diabetes y Enfermedades Digestivas y Renales de los Estados Unidos, esto es más frecuente en las mujeres debido a la longitud más corta de su uretra, lo que facilita el acceso de las bacterias. La proximidad de la uretra a la vagina y el ano también contribuye a este riesgo. Una vez que las bacterias llegan a la vejiga, pueden avanzar hacia los riñones.
Otras causas menos frecuentes incluyen la propagación de bacterias de una infección en otra parte del cuerpo a través del torrente sanguíneo y, en casos raros, una infección renal puede ser el resultado de una articulación o una válvula cardíaca artificial infectada.
Varios factores pueden aumentar la probabilidad de desarrollar una infección renal. Estos incluyen:
- Ser mujer: La anatomía femenina, con una uretra más corta y su proximidad a la vagina y el ano, incrementa el riesgo de infecciones renales en mujeres.
- Obstrucción en las vías urinarias: Cualquier obstrucción que ralentice el flujo de orina o dificulte el vaciado completo de la vejiga aumenta el riesgo de infección renal. Esto puede ser causado por cálculos renales, estrechamiento de la uretra o agrandamiento de la próstata.
- Sistema inmunológico débil: Condiciones como la diabetes y el VIH debilitan el sistema inmunológico, lo que puede hacer que el cuerpo sea más susceptible a infecciones, incluidas las renales.
- Daño en los nervios vesicales: Si los nervios que rodean la vejiga están dañados, puede ser difícil detectar una infección en la vejiga, lo que facilita que se extienda a los riñones.
- Reflujo vesicoureteral: En esta condición, pequeñas cantidades de orina retroceden desde la vejiga hasta los conductos que conectan la vejiga con los riñones. Esto aumenta el riesgo de infecciones renales en niños y adultos.
Diagnóstico y Prevención
Para determinar si alguien tiene una infección renal, según el Fondo Americano del Riñón, se pueden realizar análisis de orina para detectar bacterias o signos de infección, análisis de sangre y pruebas de imagen, como radiografías o ultrasonidos de los riñones. En algunos casos, se puede realizar un tacto rectal en hombres para evaluar el tamaño de la próstata y su influencia en el flujo de orina.
La prevención es esencial, especialmente para aquellos con factores de riesgo. Beber suficiente líquido es crucial para eliminar bacterias de las vías urinarias. Sin embargo, en casos de insuficiencia renal, es necesario consultar con un médico para determinar la cantidad adecuada de líquido.
Las infecciones renales pueden ser dolorosas y peligrosas si no se tratan adecuadamente. Reconocer los síntomas y factores de riesgo es esencial para buscar atención médica a tiempo y prevenir complicaciones a largo plazo.