El cabello representa un detalle del cuerpo al que muchas personas prestan especial atención. Para ello, utilizan productos como champús o tratamientos enfocados en beneficiar la salud capilar. Así mismo, la piel también concentra múltiples cuidados para que se mantenga saludable.
Un elemento que incide en el estado del pelo y de la piel tiene que ver con las condiciones climáticas. Generalmente, los cuidados recaen sobre la piel mediante el uso de protector solar, sin embargo, el cabello también se expone a ciertos daños causados, por ejemplo, por las altas temperaturas.
Según expone Yury Nahidu Pardo Girado, MD Dermatóloga, fellowship en melanoma y cáncer de piel del Hospital Clinic de Barcelona, “es crucial que durante la temporada de vacaciones, las personas sean conscientes del impacto que la exposición solar puede tener en su piel y cabello”.
“El uso adecuado de protector solar, junto con una hidratación constante y el uso de productos específicos para el cuidado post-solar, puede marcar una gran diferencia en la salud de la piel. La exposición excesiva al sol sin protección adecuada no solo aumenta el riesgo de cáncer de piel, sino que también puede causar daños irreparables como el envejecimiento prematuro, manchas solares y deshidratación severa”, detalla la experta.
La enciclopedia médica MedlinePlus reseña que la mejor manera de disminuir el riesgo de cambios cutáneos es proteger la piel del sol. Esto incluye el uso de filtros o protectores solares y otras medidas de protección como:
- Evitar la exposición al sol, particularmente durante entre las 10:00 a. m. y las 4:00 p. m., cuando los rayos UV son más fuertes.
- Cuanto mayor sea la altitud, más rápido se quema la piel con la exposición al sol. Es clave el uso de bloqueador.
- Usar protección contra el sol, incluso en los días nublados. Las nubes y la niebla no protegen del sol y pueden intensificar los rayos UVB.
- Evitar las superficies que reflejen la luz, tales como el agua, la arena, el concreto, la nieve y las áreas pintadas de blanco.
- No utilizar lámparas de sol ni camas para broncearse (salones de bronceado). Pasar de 15 a 20 minutos en un salón de bronceado es tan peligroso como pasar un día al sol.
Además de la piel, también es vital proteger el cabello de las condiciones climáticas, sobre todo, en época de vacaciones, cuando incrementan los viajes a zonas playeras donde hay alta exposición al sol y el agua salada.
A propósito, la experta en productos para la piel y el cabello Luisa Chimá, de D’Luchi, enfatiza la importancia de “usar productos clínicamente probados para disfrutar del sol de manera responsable”. Algunos consejos incluyen:
- Uso de Antioxidantes: La dermatóloga Pardo detalla que los antioxidantes como la vitamina C y el resveratrol pueden ayudar a proteger la piel de los daños causados por los radicales libres generados por la exposición al sol. “Aplicar un suero con vitamina C por la mañana puede ofrecer una protección adicional contra el daño solar y mejorar la eficacia del protector solar”, destaca.
- Protección solar: Aplica un protector solar con un SPF mínimo de 50 para proteger la piel, re-aplicándolo cada dos horas, especialmente al aire libre.
- Suplementos nutricionales: Incluir en la dieta suplementos como omega-3 y colágeno puede mejorar la resistencia y elasticidad de la piel y el cabello. Estos nutrientes ayudan a mantener la piel hidratada y el cabello fuerte desde el interior.
- Tratamientos presolares: Optar por tratamientos como mascarillas hidratantes y ampollas nutritivas para preparar la piel y cabello antes de la exposición solar. Los tratamientos con ácido hialurónico pueden ayudar a mantener la piel hidratada y resistente al sol.
- Monitoreo de manchas y lunares: Realizar chequeos regulares de la piel para detectar cualquier cambio en manchas o lunares. “Es esencial que las personas estén atentas a cualquier cambio en su piel y consulten a un dermatólogo si notan algo inusual. La detección temprana puede salvar vidas”, anota la experta.
- Cuidado Intensivo Post-Solar: Después de la exposición solar, utilizar productos con ingredientes calmantes como el aloe vera, la caléndula y la centella asiática para ayudar a regenerar la piel. Los tratamientos con queratina y aceites naturales pueden restaurar la salud del cabello después del daño causado por el sol y el agua salada.
- Hidratación: La exposición prolongada al sol puede causar deshidratación en la piel y el cabello. Es clave beber suficiente agua y utilizar cremas hidratantes que contengan ingredientes como manteca de cacao y manteca de karité para el cuerpo. Para el rostro, los tónicos de rosas y las cremas con ácido hialurónico son altamente recomendables.