El covid-19 sigue causando estragos, especialmente por el daño que deja el virus. Entre ellos, estaría un síndrome regido por mecanismos aún misteriosos: uno apunta al efecto conjunto de secuelas en diversos órganos, y el otro a un daño en las neuronas. Esto, según dos recientes estudios que arrojaron pistas sobre las causas del covid largo.
Christopher Brightling, coautor de un estudio publicado el viernes 22 de septiembre en la revista Lancet Respiratory Medicine, en medio de una conferencia de prensa, declaró: “Hay pruebas concretas de que diferentes órganos sufren cambios” tras una hospitalización por covid”.
El estudio se basa en resonancias practicadas a 259 pacientes que fueron hospitalizados por el nuevo coronavirus entre 2020 y 2021. Los resultados fueron comparados con los exámenes realizados a unas cincuenta personas que nunca se infectaron.
Cerca de un tercio de los pacientes covid presentaban “anomalías” en varios órganos -cerebro, pulmones, riñones y en menor medida el corazón y el hígado- meses después de recibir el alta.
Algunas lesiones en la sustancia blanca del cerebro, un fenómeno que la literatura científica asocia a una ligera pérdida cognitiva, fueron observadas por los investigadores.
Los autores del estudio y observadores independientes creen que estos resultados dan una explicación posible al covid largo, es decir, la persistencia de secuelas duraderas meses después de haberse infectado.
El covid largo carece aún de una definición consensuada, y las explicaciones hipotéticas son diversas, sin ser excluyentes entre ellas.
El estudio publicado el viernes deja pensar que el covid largo “no se explica por insuficiencias graves concentradas en un solo órgano”, sino que obedece más bien a “una interacción entre al menos dos anomalías” en diferentes órganos, apunta el neumólogo Matthew Baldwin, que no participó en el estudio, en el mismo número del Lancet Respiratory Medicine.
La pista cerebral
Así las cosas, otro estudio, publicado una semana antes en la revista eBiomedicine, abre la pista de un mecanismo concentrado en el cerebro.
El estudio, que fue realizado por un equipo del Inserm, el instituto francés de salud e investigación médica, analizó a cerca de 50 pacientes. Algunos de ellos sufrieron una bajada del nivel de testosterona, relacionada con una alteración de ciertas neuronas que regulan funciones reproductoras.
Los investigadores midieron luego las funciones cognitivas de esos pacientes, y constataron un peor rendimiento en aquellos que sufrieron dicho daño en las neuronas. Estos resultados “sugieren que la infección puede causar la muerte de esas neuronas, y estar detrás de ciertos síntomas persistentes”, apunta el Inserm.
Vale mencionar que los síntomas del covid largo son abundantes, y que se manifiestan en general en los tres meses posteriores a la infección, y duran al menos dos meses, entre los que se encuentran: “Fatiga, tos, falta de aire, fiebre intermitente, pérdida del gusto o el olfato, dificultad de concentración, depresión”.
Pero estos síntomas no pueden atribuirse a otras patologías, y que tienen un impacto en la vida cotidiana.
El 90 % de los pacientes aquejados de covid largo experimentan no obstante una lenta mejoría de los síntomas al cabo de dos años, mientras que los demás tienen una mejoría rápida o, por el contrario, una persistencia de los síntomas, según un estudio publicado en mayo por el epidemiólogo Viet-Thi Tran, de la universidad de París Cité, con base en 2.197 pacientes.
*Con información de AFP.