Aunque cambiaron de cargos, escuchar y leer al exministro de Salud, Fernando Ruiz, y a su sucesora, la ministra de Salud, Carolina Corcho, rememora una situación común en el gobierno pasado, las observaciones y críticas mutuas.
Son dos personas claves para el sector. Ruiz por su reconocido manejo de la pandemia y Corcho por su papel de representación para adelantar proyectos políticos que han involucrado la salud, como la ley de residencias médicas.
En los últimos meses, dos temas principales los contrapusieron públicamente. El primero, la Covid 19; garantías para el personal de salud, toma de pruebas, llegada de las vacunas y plan de inmunización. El segundo, la reforma a la salud.
En cuanto a esto último, la polémica propuesta que tiene su origen de la sociedad civil, Ruiz expresó en tono calmado, pero contundente, que hay puntos que le inquietan.
“Todos los colombianos debemos estar siempre muy preparados para ver lo que va a explicar esta pretendida reforma y para defender los principios básicos de la atención y de la cobertura y la garantía de los servicios de salud”, dijo en conversación con La FM.
También aseguró que la magnitud del cambio que se daría con dicha bandera del gobierno Petro necesita más precisión.
“Es un tema que debe trascender y debe ser discutido pública y abiertamente. Yo creo que todavía no tenemos un texto claro y definitivo. Lo que uno escucha de parte de la ministra, fundamentalmente son justificaciones. Pero en una reforma de tanta importancia, que afecta a 52 millones de colombianos, es absolutamente importante que todos conozcamos cuál es el contenido real”, aseguró.
Sobre uno de los puntos más debatidos, por los sentimientos y análisis extremos que despierta, la desaparición de las EPS, Ruiz cuestionó que se podría perder la garantía que tienen los colombianos con las entidades prestadoras de salud.
“Está confundiendo el problema de financiamiento, con el problema del aseguramiento. Es muy diferente cuando uno integra o mancomuna los recursos de todos los colombianos y los entrega a un asegurador para que este maneje, gestione el riesgo, financie contratos y maneje las cuentas médicas y de alguna manera responda por la salud de una persona a un sistema público… Están planteando fondos públicos que entregan los pagos de los servicios, sin que exista una garantía. Aquí la diferencia está en, dónde está la garantía. Yo creo que lo que tiene que el gobierno entrar a justificar, es si un modelo de ese tipo mantiene la garantía de servicio y aseguramiento de los colombianos”, afirmó.
En ese sentido, admitió que las EPS tiene retos por superar, pero que no es lo único que ha fallado en el sistema.
“Evidentemente, las EPS han tenido dificultades. De hecho, han tenido que liquidarse uno número muy importante de EPS. Pero los temas de corrupción y de problemas de manejo de recursos no son exclusivos de la EPS y como hemos visto en el pasado, ha existido el cartel de la hemofilia y las primeras aseguradoras que se quebraron y que tuvieron problemas de manejo fueron las públicas… Lo que veo aquí es que la ministra está tratando de ambientar una reforma con argumentaciones, que realmente buscan justificar de alguna manera la posibilidad de eliminar la EPS. Se habla de cosas que son realmente exageradas, que la EPS quedaron deudas de 50 billones de pesos. Si eso fuera cierto, los hospitales públicos y privados estarían completamente quebrados”, sostuvo.
Por eso también resaltó que el sistema de salud colombiano tiene características que se resaltan, por lo que es importante “preservar las ganancias que la población colombiana ha tenido en cuanto a su derecho a la salud. Es un sistema profundamente garantista y un sistema absolutamente integrado… Preservar ese derecho, preservar el aseguramiento, el concepto de seguridad social. Es sustancial para que los colombianos tengan una tranquilidad de tener una garantía hacia el futuro de lo que será el sistema de salud”, aseguró.