La parte del cuerpo, que inicia en la muñeca y termina en la punta de los dedos, funciona de una manera mecánicamente maravillosa. Expertos asemejan los movimientos de las manos con las poleas, que en forma de tendones, se flexionan y extienden para abrir y cerrar el puño o estirar y doblar los dedos.
“Cada tendón está envuelto en una vaina que lo mantiene en su lugar. A veces, el tendón puede irritarse e inflamarse, lo que impide que se deslice con suavidad debajo de la vaina. Cuando eso sucede, el dedo o el pulgar pueden atascarse y quedar en una posición doblada o recta, una afección que se denomina dedo en gatillo”, explica Mayo Clinic.
¿A quiénes afecta?
Especialistas en ortopedia de la organización sin fines de lucro, señalan que, normalmente, las personas de 45 años o más y quienes viven con diabetes o artritis reumatoide, tienden a tener más posibilidades de padecer el dedo en gatillo. Que además, es rarísimo en niños.
“Generalmente, la vaina del tendón se irrita debido al exceso de trabajo o a una lesión, por lo que las personas que realizan movimientos repetitivos oprimen mucho o levantan cargas pesadas en su trabajo, pueden ser propensas a padecer esta afección. Puede suceder en cualquier momento y es más común de lo que las personas piensan”, detallan.
¿Qué hacer ante esta afectación?
Enseñan desde la clínica estadounidense, que el tratamiento depende del nivel de afectación.
“Cuando los síntomas son leves, como un bulto pequeño y doloroso en la base de un dedo o el pulgar del lado de la palma de la mano, pero puede estirar o doblar el dedo sin que se trabe, se recetan medicamentos antiinflamatorios”, expresan. Ahora, si el dedo o pulgar se traba, sugieren aplicar una presión suave para forzarlo a estirarse o doblarse.
En caso de que el dedo o pulgar se traba, tampoco pueda estirarse o doblarse y se atasque o haga un chasquido, recomiendan una inyección con esteroides para calmar la irritación y la inflamación.
“La inyección se administra en la palma de la mano en una clínica. Se utiliza un espray frío para adormecer el área. Una inyección puede aliviar el problema, pero puede volver a ocurrir. Si esto sucede, se puede administrar otra inyección después de tres meses”, agregan.
Una tercera opción de tratamiento no quirúrgico y menos común es la ferulización. Para ello, por la noche, el paciente emplea una férula para mantener derechos el dedo o el pulgar afectados.
La cuarta opción es una cirugía, que de acuerdo con los especialistas de Clínica Mayo, se realiza luego de que los medicamentos y las inyecciones con esteroides no son efectivos.
“Es posible que necesite una cirugía, que es un procedimiento rápido que se hace en el mismo día. Se efectúa una pequeña incisión en la palma, por lo general a lo largo del pliegue, para que la cicatriz sea menos evidente. El cirujano sondea debajo de la piel para aflojar la adherencia”, cuentan.
Una vez finalizado el procedimiento, el paciente podrá ir a casa el mismo día. Mientras sana, tendrá un uso limitado de la mano operada durante 10 a 14 días. Podrá vestirse, conducir, comer y hacer otras actividades ligeras, y deberá asegurarse de no levantar nada, que pese más de 7 kg.
“Después de aproximadamente 10 a 14 días, regresará a la clínica donde le quitarán el vendaje y los puntos. La mayoría de las personas pueden volver a trabajar sin restricciones y rara vez necesitan fisioterapia de seguimiento”, adicionan.
¿Cómo evitar el dedo en gatillo?
Coincidiendo con las recomendaciones más generales que se hacen desde el sector salud para cualquier tipo de enfermedades, argumentan desde Mayo Clinic, que la concientización es la primera línea de prevención.
“Si nota un bulto pequeño y doloroso en la base del pulgar o dedo, o si siente que se atascan o hacen un chasquido, es posible que deba consultar a un profesional ortopédico de atención médica”, aconsejan.