El dengue se ha convertido en una de las principales preocupaciones de salud pública de las autoridades sanitarias de Latinoamérica y de Colombia debido a que en el transcurso de este año se ha registrado un incremento particularmente alto en su circulación.
De hecho, en lo que va de este 2023 el Instituto Nacional de Salud colombiano (INS) ya ha documentado cerca de 50.818 casos probables de dengue. Aunque los casos semanales tuvieron una desaceleración leve durante el último reporte, se espera que el acumulado de personas contagiadas siga creciendo en el transcurso del año.
Por ello, distintos expertos en salud pública han manifestado la importancia de mejorar la comunicación de riesgo sobre esta enfermedad. Es decir, han señalado que los ciudadanos deben estar atentos a la enfermedad y tener en cuenta algunas medidas claves para prevenirla y saber qué hacer en caso de contagiarse.
Esto es especialmente importante, pues algunas personas pueden desarrollar complicaciones si no reciben la atención adecuada. Entre otras cosas, pueden presentar un caso de dengue grave. Esta condición podría “causar hemorragias internas y daños en los órganos. La presión arterial puede descender a niveles peligrosos y causar choque. En algunos casos, el dengue grave puede provocar la muerte”, según lo señala la Clínica Mayo, una institución médica de Estados Unidos.
Esa fuente advierte que las mujeres embarazadas también son consideradas como una población de riesgo, pues podrían contagiar a sus bebés mientras se encuentran en las labores de parto. Así mismo, podrían dar a luz de forma prematura y son más vulnerables a que el niño nazca con un bajo peso o padezca sufrimiento fetal (cuando el feto no obtiene suficiente oxígeno).
Ahora bien, ¿quiénes son más proclives a contagiarse de dengue? Tal vez uno de los factores de riesgo más importantes con relación a esta enfermedad viral es la localización geográfica, pues se presenta sobre todo en zonas tropicales que están a menos de 2.200 metros sobre el nivel del mar.
“Entre las zonas de mayor riesgo se encuentran el sudeste asiático, las islas del Pacífico occidental, América Latina y África”, anota la Clínica Mayo.
Y añade que también son más proclives a enfermarse gravemente las personas que ya se infectaron. “Una infección anterior por el virus del dengue aumenta el riesgo de padecer síntomas graves si vuelves a contraer la enfermedad”, señala la institución sanitaria.
Las infecciones se dan fundamentalmente por medio de los mosquitos aedes aegypti, que contagian el virus cuando pican. No obstante, los pacientes infectados no pueden contagiar a otras personas.
“Muchas personas no tienen ningún signo ni síntoma de una infección por dengue. Es posible que cuando se presenten los síntomas se los confunda con otras enfermedades, como la gripe. Suelen comenzar de 4 a 10 días después de la picadura de un mosquito infectado. La fiebre del dengue causa una fiebre alta de 104 grados Fahrenheit (40 grados Celsius)”, puntualiza la Clínica Mayo.
Entre otros síntomas, las personas que padecen de dengue pueden presentar dolores en la cabeza, los músculos, los huesos y los ojos. También pueden sufrir de náuseas, vómitos y sarpullidos. En algunos casos podrían sentir que sus glándulas se inflaman.
Si bien la Clínica Mayo explica que la mayoría de las personas se recupera del dengue en un período de una semana, es posible que sus síntomas empeoren y lleguen a ser mortales, sobre todo cuando no reciben el tratamiento adecuado.
Por ello, es clave que los ciudadanos tengan en cuenta que la mejor estrategia es la prevención. Entre otras cosas, se recomienda evitar los espacios abiertos y preferir los ambientes con aire acondicionado o con mosquiteros, usar prendas que cubran la mayor cantidad de piel posible, aplicarse repelente para mosquitos con frecuencia y evitar la acumulación de basuras o agua reposada, pues pueden atraer insectos.