La incidencia del cáncer de piel ha aumentado en las últimas décadas en todo el mundo. Y esto se explica por varios factores, entre ellos el calentamiento global que expone a la humanidad a temperaturas más altas y la falta de autocuidado, que hace que las personas se expongan a radiación sin la debida protección.
Este cáncer se puede manifestar a través del carcinoma basocelular, el escamocelular y el melanoma. En el caso de este último, la incidencia estimada del melanoma maligno en Colombia corresponde a 4,6 por cada 100.000 en mujeres y 4,4 por cada 100.000 en hombres.
La dermatóloga Carolina Cabrera indica que periódicamente es necesario realizar un autoexamen de piel: “Este nos permitirá encontrar lesiones nuevas de forma oportuna. El pronóstico de un cáncer de piel incipiente es mucho mejor que el pronóstico del mismo si se encuentra en un estadio más avanzado. Debemos examinar cada rincón de nuestra piel. Por Io cual, es ideal estar desnudos y tener a la mano un espejo para alcanzar a ver lugares como detrás de las orejas y la espalda. No hay que olvidar revisar uñas, plantas y entre los dedos de los pies”.
La importancia del autoexamen es que el 90 por ciento de los casos de cáncer de piel pueden curarse si se detectan a tiempo.
¿Qué es el melanoma?
Es un tumor maligno de la piel derivado de unas células que se llaman meloncitos, tal como explica Paola Cárdenas, médica dermatóloga. Se trata, según reportes del observatorio global de cáncer del cáncer de piel más agresivo y es el responsable de más del 75 por ciento de las muertes por cáncer de piel en el mundo.
Lo que que preocupa a los especialistas es que es una enfermedad con un aumento progresivo a nivel mundial y en poblaciones cada vez más jóvenes.
El primer signo de un melanoma es un cambio de tamaño, forma, color o textura de un lunar. Este puede aparecer en cualquier parte del cuerpo, pero es más habitual encontrarlos en piernas, espalda y escote.
¿Cuáles son las probabilidades de riesgo?
Cualquier persona puede desarrollar cáncer de piel, aunque no tenga un factor de riesgo, pero las probabilidades de padecerlo aumentan en personas que:
- Presentan sensibilidad al sol medida por color de piel blanca, ojos claros, pelo rubio o pelirrojo y presencia de pecas.
- Si su número de lunares es de más de 100, tiene un riesgo 6 veces mayor.
- Si existen lunares atípicos.
- Historia de quemaduras solares en la infancia o uso de cámaras de bronceo.
- Historia personal de melanoma.
- Historia familiar, especialmente primer grado, de melanoma.
- Inmunosupresión (enfermedades o medicamentos que disminuyan las defensas).
¿Cuál es el aspecto del melanoma?
De acuerdo con la doctora Carolina Cabrera, médica dermatóloga, un melanoma puede verse como un lunar, una peca o una mancha como cualquier otra de la piel. Pero, también puede presentarse como una lesión que cambia, duele, rasca o sangra.
Sin embargo, para determinar si una lesión de piel puede tratarse de un melanoma los expertos se valen de un algoritmo, el ABCDE, que identifica las lesiones pigmentadas.
- A corresponde a asimetría: si hace una línea imaginaria que divide la lesión en dos, debe ser simétrica en cada mitad.
- B corresponde a los bordes: idealmente, las lesiones deben tener bordes regulares en vez de estrellados.
- C corresponde al color: Io ideal es que una lesión no tenga más de dos colores como café claro y oscuro, no tenga gris, azul, o rojo.
- D corresponde al diámetro: una lesión de mayor de 6 milímetros se debe examinar.
- E que corresponde a la evolución: una lesión que cambia repentinamente o aparece de la nada también debe ser revisada.
¿Cómo prevenir el cáncer de piel?
Según la doctora Cárdenas, hay cuatro estrategias para prevenir el melanoma:
- Educación en fotoprotección: desde los 6 meses de edad es necesaria la protección frente a la radiación UVA y UV B, aplicado cada tres horas y en la cantidad adecuada (dos dedos para la cara).
- Uso de medidas de protección física: como sombrero, gafas, ropa con filtro UV y evitar horas de mayor radiación, entre 10 a.m. a 3 p.m.
- Auto examen regularmente: ideal cada mes, y más en personas con factores de riesgo. Revisar la piel y buscar manchas nuevas o lunares previos que cumplan con cualquiera de los elementos de la regla ABCDE.
- Consultar tempranamente al dermatólogo: si existen lesiones sospechosas, recordar que, aunque no todas las manchas son lunares y no todos los lunares son malignos, se debe tener cuidado.
- Es importante examinar la piel de todo el cuerpo de manera regular: “así podrá identificar cualquier lunar o mancha anormal. En el caso que esto suceda, se debe acudir al dermatólogo para que nos haga una exploración dermatológica”, indica Cárdenas.
Cuidar la piel desde desde edades tempranas
La doctora María Soledad Aluma, médica dermatóloga y directora de la Fundación Cáncer de Piel de Colombia, explica la importancia del cuidado de la piel en los niños: “La radiación solar puede producir efectos agudos en nuestra piel como quemaduras solares e inmunosupresión, y crónicos como fotodaño y cáncer de piel. Por eso, todas las medidas que tomamos para evitar disminuir la exposición del sol en nuestra piel se conocen como fotoprotección y son válidas en todas las edades”.
De ahí que usar protector solar desde antes de los 20 años, la mejor manera de prevenir el cáncer de piel.
En ese sentido, cuidar la piel de los más pequeños es de vital importancia por las siguientes razones:
- En las primeras dos décadas de la vida realizamos más actividades al aire libre (2.3 horas/día). De hecho, se ha establecido que entre el 25 % al 50% de toda la dosis eritema total (la radiación solar que afecta nuestra piel) que recibiremos en nuestra vida la recibimos en esas primeras décadas.
- La presencia de al menos una insolación con ampollas en la niñez, duplica el riesgo de aparición de melanoma en la adultez.
- Los primeros años de vida son claves para educar a los niños en la adquisición de hábitos que duren toda la vida. “Debemos empezar a darle el mensaje a los niños de que el cuidado de la piel es un tema de salud y no de vanidad”, asegura la doctora Aluma.