En Colombia más de cien mil personas sufren de Parkinson y al menos medio millón más son afectadas como cuidadores o familiares de los pacientes con dicha enfermedad.

Según datos del Registro Individual de Prestación de Servicios en Salud (RIPS) en nuestro país, entre los años 2016 y 2020 fueron atendidos 148.224 colombianos con esta enfermedad, de los cuales los hombres representaron el 55,8 % y las mujeres el 44,2 %.

La incidencia de esta patología en el país corresponde a la global: aproximadamente 4 de cada 1.000 personas mayores de 50 años la padecen.

El parkinson es una enfermedad neurodegenerativa, relacionada con el daño de distintas estructuras del sistema nervioso central y periférico, que produce síntomas motores como temblores, rigidez y lentitud de movimientos. | Foto: Getty Images

Por ello, representa todo un desafío para la salud mundial: los casos —que ya superaban los 8,5 millones de personas afectadas en 2019— causaron alrededor de 329.000 fallecimientos desde el año 2000, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Se trata de una enfermedad neurodegenerativa, relacionada con el daño de distintas estructuras del sistema nervioso central y periférico, que produce síntomas motores como temblores, rigidez y lentitud de movimientos. Además de síntomas no motores como trastornos del sueño, dolor, alteraciones sensoriales y deterioro cognitivo. Su carácter progresivo impacta en la calidad de vida del paciente, acentuando la discapacidad en el transcurso del tiempo y un consecuente requerimiento de cuidados especiales.

Y, aunque hasta el momento es incurable, hay luces de esperanza: la investigación científica, médica y farmacológica constantemente encuentra nuevas puertas para comprender y afrontar la enfermedad, mejorar la calidad de vida de los pacientes e impactar positivamente en su entorno.

Precisamente, el laboratorio italiano Zambon desarrolló un medicamento, la Safinamida, que fue integrado con éxito en Colombia como tratamiento complementario de la levadopa en esta enfermedad.

“La Safinamida es un compuesto único que se caracteriza por un mecanismo de acción que modula la neurotransmisión dopaminérgica y glutamatérgica alterada en los pacientes con enfermedad de Parkinson”, aclara el doctor Jaime Kulisevsky, director de la Unidad de Parkinson y Movimientos Anormales del Hospital de Sant Pau y vicedecano de la Faculta de Medicina de la Universidad Autónoma de Barcelona.

Y añade que el fármaco contribuye con el control de la enfermedad en todos sus estadios, alargando el tiempo sin síntomas entre los pacientes y contribuyendo de esta manera a mejorar la calidad de su vida cotidiana. Esto con solo una pastilla al día, que actúa tanto en los síntomas motores como en los no motores.

SEMANA conversó con este especialista, una autoridad mundial en el tratamiento de esta enfermedad.

Jaime Kulisevsky, uno de los tres mejores neurólogos del mundo | Foto: NO

SEMANA: ¿Para qué clase de pacientes con Parkinson está indicado el consumo de la Safinamida?

Jaime Kulisevsk (J.K.): En principio, el medicamento está indicado y hace su mejor efecto en los pacientes que comienzan a tener fluctuaciones de la respuesta en los síntomas cuando reciben el tratamiento más importante, que es la levadopa. Muchos de esos pacientes, al cabo de tres o cuatro horas, notan que el efecto de la medicación va disminuyendo y en estos pacientes la Safinamida tiene un efecto demostrado, muy impactante, con una gran mejoría para la mayoría de los pacientes y muy bien tolerado.

SEMANA: Para entenderlo bien: ¿La safinamida es coadyuvante de la levadopa?

(J.K.) Esta es la indicación. Lo cual no quiere decir que no tenga un efecto también en los pacientes sin fluctuaciones. Pero esta no sería la indicación para la cual está comercializado el fármaco. Ahora, es evidente que también podría teóricamente usarse, pero habría que hacer estudios para que en las guías de tratamiento pueda ser incorporado también en las etapas iniciales.

SEMANA: ¿Cuáles son los beneficios más potentes de este medicamento?

(J.K.) Mejoría de los síntomas motores, del temblor, de la rigidez, de la lentitud. Mejoría a largo plazo de los movimientos anormales que se presentan en estos pacientes. Y hemos notado también en los últimos años, mejoría de síntomas no motores como el estado anímico, de la apatía, de la ansiedad, de dolor. Por lo tanto, el espectro de posibles beneficios con la medicación es muy amplio. Cuando el paciente entiende la expectativa de mejoría del medicamento, creo que la mayoría de ellos obtienen un beneficio sustancial con la Safinamida.

SEMANA: ¿Cambia de alguna manera el efecto de este medicamento según el momento de la enfermedad en que el paciente comience a consumirlo?

(J.K.): El medicamento mantiene su efecto en todas las fases de la enfermedad. Como se trata de una enfermedad que no se puede detener y continúa avanzando, algunos síntomas progresarán y no tendrán el mismo beneficio. Esta es una progresión muy lenta, lo que sabemos ya tras ocho años de usar el medicamento es que los efectos se mantienen a largo plazo.

SEMANA: ¿Se administra igual en hombres y mujeres?

(J.K.): Se usa en la misma dosis, pero como las mujeres, cuando uno las mira como grupo, necesitan menos medicación para la mejoría motora, muchas veces a lo que nos ayuda el medicamento en las mujeres es a disminuir un poco la dosis de la medicación cuando comenzamos el tratamiento con la Safinamida.

SEMANA: La comunidad médica hace énfasis permanentemente en la detección temprana de las enfermedades. ¿En el caso del Parkinson, qué signos o síntomas nos pueden alertar?

(J.K.): Estamos hablando de una enfermedad que es más frecuente a más avanzada la edad, pero que también se presenta en gente joven. Y a veces en gente muy joven. Por tanto, aparte de los síntomas, que son clásicos como el temblor, los trastornos de la marcha, la rigidez de los músculos, alteraciones del equilibrio, hay que tener presente que a veces la enfermedad comienza con dolor, por ejemplo en el hombro es muy típico. Y te das cuenta que ese dolor está causado por una falta de movilidad del hombro.

Otras veces estamos hablando de gente que, sin una historia de depresión o de ansiedad, comienza a tener en edad adulta síntomas de estas enfermedades, acompañados de una cierta lentitud. Y sobre todo si presenta también alteraciones del olfato o pérdida de olfato y habla de noche, esas son señales de una probabilidad de Parkinson. Sin embargo, hay que tener presente que no hay que alarmar a la población. Que no todo paciente que tenga ansiedad o estado de ánimo bajo va a tener Parkinson, pero son circunstancias que deben ponernos en alerta y sobre todo si hay historia familiar de esta enfermedad o últimamente no estamos tan ágiles pues ese paciente o esa persona debe pedir consejo médico.

SEMANA: Este medicamento ya lleva casi una década desde su comercialización…

(J.K.): Comenzó a comercializarse en Europa hace 8 años. Ha ido aumentado la indicación del medicamento de una manera muy consistente y no hemos llegado todavía a un estacionamiento de su distribución porque cada vez sigue aumentando. Es un fármaco que tiene muchos años de investigación por detrás, bastante más que otros. Y, sobre todo, tiene estudios antes de la comercialización que no tienen otros fármacos del Parkinson. Aparte de Europa se comercializa en Brasil y Colombia y varios países de Asia Pacífico, donde la población tiene otra carga genética diferente, que hace que los medicamentos se toleren de una manera diferente.