Este sábado el país se conmovió tras conocer la noticia del fallecimiento de la doctora Catalina Gutiérrez Zuluaga, residente de cirugía general de la Universidad Javeriana. Un caso que puso de relieve, nuevamente, lo que parecer ser un secreto a voces en numerosas facultades de medicina en el país: miles de alumnos estudian bajo condiciones de acoso y malos tratos.
El reciente caso de esta médica que decidió quitarse la vida, por cuenta de esta situación, ha despertado numerosas reacciones. El Colegio Médico Colombiano lo hizo a través de un comunicado en el que expresó que es “vital” promover un ambiente de respeto, apoyo y desarrollo integral, “donde la educación médica no sea sinónimo de sufrimiento y desgaste emocional. Todos debemos trabajar juntos para asegurar que nuestros futuros médicos se formen en un entorno saludable y solidario, que les permita alcanzar su máximo potencial sin poner en riesgo su salud mental y emocional”, indica la entidad.
Y recogió una de las expresiones que dejó la médica Gutiérrez Zuluaga en una carta de despedida: “ustedes pueden”. Frente a ello, el Colegio Médico sostuvo que se trata de un “pacto de honor con ella y un reto que va más allá de los discursos y buenas intenciones por recobrar y cultivar la cultura humanística y el consecuente actuar humanitario con todos: usuarios, colegas, docentes alumnos, facultades de medicina y demás trabajadores de la salud, que deben ser inherentes, esenciales, a nuestro deber profesional”.
Otra de las voces que reaccionó fue el subsecretario de salud de Bogotá, Julián A. Fernández-Niño, quien aseguró que “la formación médica tiene que estar fundamentada en el buen trato. El internado y la residencia debe ser un espacio saludable donde las personas se sientan seguras y respetadas En nombre de la exigencia académica, no se pueden generar sufrimiento. Ya no podemos tolerar esto más”, sostuvo en su cuenta de X.
Y compartió además un caso cercano: “Mi prima se suicidó en el internado médico el año pasado. Cuando le dieron el grado póstumo, el rector de Uni. Boyacá tuvo que mirar el documento, ya que ni siquiera se aprendió el nombre. Eso fue supremamente doloroso para su familia. La universidad nunca la protegió. Su nombre era Lina Fernanda Camargo Niño. Y los especialistas que la maltrataban siguen enseñando en esa universidad”, relató en sus redes sociales el funcionario del Distrito.
A través de X, la Asociación Nacional de Internos y Residentes también expresó su rechazo frente a lo ocurrido con la médica de la Universidad Javeriana: “Es recurrente y estructural la violencia y maltrato que sufren los residentes. Nos llegan informes por parte de ellos, sobre situaciones donde han denunciado la violencia y no han obtenido un tipo de respuesta o apoyo ¿Qué medidas van a tomar?”.
Y a través de un comunicado manifestó que “observa con preocupación cómo situaciones de maltrato han sido constantes durante el proceso formativo en el pre y posgrado, acompañado incluso de la vulneración de la ley de residentes al irrespetar el número de horas y los posturnos reglamentados. Lamentablemente, muchas universidades conocen estas dificultades, pero con indiferencia secundan y se vuelven cómplices al no tener medidas reales contra el maltrato”.
Desde que se conoció la noticia, este sábado ha sido tendencia en redes el hashtag #MaltratoEstudiantesDeMedicina con el cual decenas de médicos y estudiantes de pregrado han compartido sus propias historias sobre casos de maltrato.