La reciente comparación que hizo el presidente de la Cámara de Representantes, David Racero, sobre el manejo del sistema de salud colombiano con el fallido intento de rebelión del grupo paramilitar Wagner contra el presidente de Rusia, Vladimir Putin, generó un enérgico rechazo por parte de la Asociación de Colombiana de Empresas de Medicina Integrales, Acemi.
En la publicación a la que se refiere este gremio, el dirigente política de la Colombia Humana escribió “Así como se comprende que privatizar la seguridad, contratando mercenarios a lo Wagner, es mal negocio, también se entenderá que es la misma perversión y riesgo social la privatización de la salud”.
En carta dirigida al presidente de la Cámara de Representantes, ACEMI, insistió en que “el Sistema de Salud en Colombia no es privado, todo lo contrario, es público con la participación en la gestión de entidades públicas, mixtas y privadas”.
Añadió que, “en cuanto al sector privado en el Sistema de Salud, este cuenta con protección en la Constitución Política de Colombia en su artículo 48″.
La agremiación señaló que la participación del sector privado “se traduce en múltiples servicios que aportan prestadores como las clínicas y hospitales, laboratorios farmacéuticos, operadores logísticos, aseguradores y profesionales de la salud; actividad que día a día contribuye enormemente al bienestar y protección económica de las personas y familias, así como al desarrollo del país”.
Reiteró que frente a la discusión del proyecto de reforma a la salud que se adelanta en el Congreso de la República, Acemi señaló que el aporte del sector privado ha sido destacado por la ciudadanía y así se ha visto reflejado en las recientes encuestas.
“Es tal el impacto positivo en la salud de la población afiliada que, de acuerdo con las últimas encuestas, la gran mayoría rechaza la eliminación de las EPS como aseguradoras y agentes que los representan en las amplias y complejas redes de servicios de salud”, indicó.
Agregó que la labor de estas empresas y los avances que se han logrado en garantizar la prestación de este servicio “se han hecho de la mano de las autoridades de gobierno correspondientes, lo mismo que de las entidades públicas que, igualmente, han aportado para que nuestro Sistema sea reconocido ampliamente tanto a nivel nacional como internacional”.
“Desde ACEMI estamos comprometidos en continuar contribuyendo a la salud y protección de la población y a que nuestro país avance aún más en salud”, enfatizó.
La agremiación, aseguró que debido a ese trabajo y al reconocimiento de la ciudadanía a la existencia de las EPS, rechazó la publicación que hizo Racero en las redes sociales y le hizo una solicitud.
“Por todo lo anterior rechazamos contundentemente las afirmaciones hechas en el tuit mencionado anteriormente y solicitamos una rectificación clara y contundente de las aseveraciones expresadas en dicha red, puesto que no corresponden en nada con la realidad del sector salud”, puntualizó Paula Acosta, presidenta Ejecutiva de Acemi en la misiva.
Defiende pronunciamiento
Por su parte, el presidente de la Cámara de Representantes, en otra publicación que hizo sobre el tema y tras los cuestionamientos que se le hicieron, aseguró que su referencia al grupo paramilitar Wagner de Rusia y el sistema de salud en Colombia, estaba relacionada con la prestación del servicio por parte del Estado.
“La conversación que se plantea es que la seguridad, como la salud, son derechos y deben ser provistos por el Estado. Cederlos siempre implicará un riesgo en el que los intereses privados pueden llegar a privilegiar los propios beneficios sobre el interés general o de los más vulnerables”, señaló en su cuenta en Twitter.
A propósito de la publicación del presidente de la Cámara de Representantes, el exministro de Salud, Alejandro Gaviria, fuerte crítico de la reforma al sector que cursa en el Congreso de la República, destacó que el sector privado es el encargado de los servicios de alta complejidad.
“Este debate debe darse con rigor y respeto. En Colombia casi 80% de los servicios de alta complejidad son prestados por instituciones privadas. La gran mayoría, excelentes, merecen nuestro aprecio y admiración. Su comentario es un exabrupto, un insulto para el sector”, señaló.