Más de la mitad de los ciudadanos venezolanos que llegaron a Colombia argumentaron que venían huyendo del hambre. Así lo muestra el estudio Bienvenir, que advierte que el 52 % de los migrantes del vecino país decidieron cruzar la frontera a raíz de la inseguridad alimentaria.
La investigación fue compartida por el Ministerio de Salud y se realizó en cuatro ciudades distintas: Barranquilla (con 1.716 encuestados), Soledad, Atlántico (1.398), Bogotá (1.605 personas) y Soacha, Cundinamarca (con 1.501 personas).
El estudio fue realizado por la Universidad Johns Hopkins de Estados Unidos y la Corporación Red Somos, también tuvo el apoyo del Ministerio de Salud y Protección social de Colombia y Onusida.
Entre los encuestados el 65 % eran mujeres, el 34 % hombres y cerca del 1 % se identificaron como transexuales o no binarios. Según las cifras recogidas por la investigación estadística los migrantes también decidieron venir a Colombia a raíz de la inseguridad laboral (25%).
Ya en territorio colombiano, por ahora solo el 29 % cuenta con un estatus regular y el 71 % tiene un estatus irregular. Este dato preocupa precisamente porque la falta de documentos en regla genera obstáculos para que esa población acceda a derechos como la educación y la salud.
El estudio también ahondó en las violencias que han sufrido y sus consecuencias. “El 47% sufrió estigmas y discriminaciones, el 6% ha sido víctima de violencia psicológica, física y sexual y el 21% ha padecido ansiedad y depresión”, advirtió el Ministerio de Salud a través de un comunicado de prensa.
Así mismo, la investigación les preguntó a los migrantes por su estado de salud en general, la presencia de infecciones de transmisión sexual, (ITS), las dificultades para sobrevivir en Colombia, los problemas para conseguir comida y las dificultades que tienen para acceder a servicios sanitarios y asesoría jurídica.
Así encontraron, por ejemplo, que entre los migrantes el 0,9 % son portadores del VIH. Mientras el 48 % recibió un diagnóstico previo, solo el 38 % recibía tratamiento en el momento en el que se hizo la encuesta.
“Las personas con estatus migratorio irregular tuvieron un 70% menos de probabilidades de supresión vírica del VIH que las personas con estatus migratorio regular”, reza el estudio. Esa supresión vírica hace referencia a las personas que tienen niveles muy bajos del virus en la sangre.
Así mismo, se conoció que cerca del 5 % de los migrantes y refugiados del vecino país se habían contagiado de sífilis, según prueba confirmada por laboratorio.
“Las difíciles condiciones de los procesos migratorios pueden aumentar la susceptibilidad a infecciones y complicaciones clínicas. La separación familiar, la interrupción en las redes de apoyo y medios de vida, la falta de seguridad alimentaria y barreras para la atención sanitaria o educación, exponen al migrante a un contexto de mayor vulnerabilidad al VIH…”, resaltó el estudio.
En esa medida, es fundamental que se mejoren las posibilidades que tiene esta población para contar con salud y otros servicios sociales. Esto pasa por darles información suficiente para que sepan de cerca cuáles son sus derechos y cuáles son las garantías que les puede brindar el Estado colombiano, sobre todo a personas que tienen bajos niveles de escolarización.
“El análisis sugiere también múltiples oportunidades de intervención, así como acciones de salud pública que podrían mejorar la calidad de vida de los venezolanos residentes en el país”, indicó el Ministerio de Salud.
En la actualidad el Gobierno nacional está impulsando la regularizacón de migrantes venezolanos a través del Estatuto Temporal de Protección para Migrantes Venezolanos (ETP), que se encuentra vigente desde 2021.
El objetivo es que a través de esa medida puedan acceder al sistema de salud, los planes de atención, tratamientos y medicamentos.
Esto es especialmente importante si se tiene en cuenta que en territorio nacional ya hay cerca de 2,5 millones de venezolanos.
“Estos datos, recogidos a lo largo de 8 meses de trabajo, dan cuenta de una compleja realidad que exige una atención integral desde diferentes enfoques y acciones institucionales”, concluyó el Ministerio de Salud.