Los patógenos ancestrales que escapan del permafrost que se derrite tienen un potencial real para dañar las comunidades microbianas y podrían amenazar la salud humana, según alerta un nuevo estudio de Giovanni Strona, del Centro Común de Investigación de la Comisión Europea, y sus colegas, publicado en la revista de acceso abierto ‘PLOS Computational Biology’.
Aunque el deshielo de los glaciares y el permafrost está dando a muchos tipos de microbios latentes la oportunidad de resurgir, las amenazas potenciales para la salud humana y el medio ambiente que plantean estos microbios han sido difíciles de estimar.
En un nuevo estudio, el equipo de Strona cuantificó los riesgos ecológicos que plantean estos microbios mediante simulaciones por ordenador.
Los investigadores realizaron experimentos de evolución artificial en los que patógenos digitales similares a virus del pasado invadían comunidades de huéspedes similares a bacterias. Compararon los efectos de los patógenos invasores en la diversidad de bacterias hospedadoras con la diversidad en comunidades de control en las que no se producía invasión.
El equipo descubrió que, en sus simulaciones, los antiguos patógenos invasores a menudo podían sobrevivir y evolucionar en la comunidad moderna, y alrededor del 3 % se convirtieron en dominantes. Aunque la mayoría de los invasores dominantes apenas influyeron en la composición de la comunidad, alrededor del 1% de los invasores produjeron resultados impredecibles. Algunos provocaron la muerte de hasta un tercio de las especies hospedadoras, mientras que otros aumentaron la diversidad hasta un 12 % en comparación con las simulaciones de control.
Los riesgos que plantea este 1% de patógenos liberados pueden parecer pequeños, pero dado el gran número de microbios antiguos que se liberan regularmente en las comunidades modernas, los brotes siguen representando un peligro considerable. Los nuevos resultados sugieren que los riesgos que plantean los patógenos que “viajan en el tiempo” podrían de hecho ser poderosos impulsores del cambio ecológico y amenazas para la salud humana.
Preocupación mundial: virus letal llega a la India y aún no existe vacuna
El estado de Kerala, en el sur de la India, cerró escuelas y oficinas y declaró zonas de contención en algunas partes del Estado, en medio del riesgo de un brote del virus Nipah, tras la muerte de dos personas por esta rara y mortal enfermedad viral que daña el cerebro.
El Nipah (NiV) es un virus zoonótico, lo que significa que puede propagarse entre animales y personas. Los murciélagos frugívoros, también llamados zorros voladores, son el reservorio animal del NiV en la naturaleza.
Hasta ahora, más de 130 personas han sido sometidas a pruebas de detección del virus tras su cuarto brote desde 2018, cuando cerca de 21 personas murieron, según narra el diario Al Jazeera. El Ministerio de Salud impuso en las últimas horas estrictas normas de aislamiento.
La enfermedad zoonótica está volviendo a visitar el distrito de Kozhikode, en el norte de Kerala, por tercera vez desde entonces.
Las lecciones de los episodios anteriores de la infección, unido a dos años consecutivos por la pandemia de la covid-19 (2020 y 2021), han ayudado a Kerala a enfrentar el virus de frente en su cuarta incursión en las aldeas de Kozhikode.
El brote de 2018, que se cobró 17 vidas de 18 casos confirmados, tomó por sorpresa al departamento de salud estatal. El Gobierno no tenía experiencia previa en el manejo de una enfermedad con una tasa de mortalidad tan alta. En aquel momento, se identificó solo cuando el virus ya había comenzado a propagarse entre los humanos y cobró algunas víctimas.
El Estado aplicó los protocolos para la enfermedad por el virus del Ébola (EVE), que se había notificado principalmente en el África subsahariana. El distanciamiento social, el rastreo de contactos y el aislamiento se convirtieron en conceptos nuevos para la sociedad de Kerala. Imágenes de trabajadores de la salud con equipos de protección personal llenaron las pantallas de televisión por primera vez.
*Con información de Europa Press.