El asunto es contundente: las personas mayores de 45 años con niveles elevados de estrés tienen un 37 por ciento más de probabilidades de sufrir problemas cognitivos, como dificultades de memoria y de pensamiento. Así lo reveló un estudio divulgado esta semana por la revista Jama Network Open.
Es que, debido al vertiginoso ritmo de vida que viven muchas personas en la actualidad, el estrés crónico se ha convertido en un problema común que afecta a millones y que puede tener un impacto negativo en la capacidad cognitiva y en la calidad de vida en general.
Dicha investigación, que tomó más de una década, realizó un seguimiento de más de 24 mil personas que también participaban en un estudio continuo a largo plazo sobre la salud cerebral.
En ese lapso, los investigadores cada cierto tiempo utilizaban pruebas estandarizadas para determinar el estado cognitivo de cada participante.
En la autoevaluación de los niveles de estrés —que se describe como sentimientos o situaciones que superan la capacidad de afrontarlo por parte del ser humano— se pudo establecer que alrededor del 23 por ciento de los participantes declararon altos niveles de estrés.
Para la ciencia, el estrés es una reacción natural cuando una persona se encuentra bajo presión. En el corto plazo, puede proporcionar una motivación positiva. Por ejemplo, puede empujar a terminar un proyecto o a pisar el freno para evitar un accidente.
Sin embargo, el llamado estrés crónico puede provocar diversos problemas de salud física y mental: ansiedad, depresión, dolores de cabeza, cardiopatías, hipertensión, problemas de sueño y otros iguales o más graves.
Las conclusiones de este estudio añaden los problemas cognitivos a esa ya larga lista, ya que los investigadores determinaron que el riesgo de deterioro cognitivo —también conocido como deterioro cognitivo leve o DCL— era mayor entre los participantes más estresados, independientemente de la edad, la raza o el sexo.
Aprender a controlar el estrés
La Asociación Americana de Psicología (APA, por sus siglas en inglés) señala que reducir el estrés no solamente debe hacer sentir mejor a la persona, sino que también logra proteger la salud a largo plazo.
Y esto se debe a que el estrés es una afección que, si no es tratada oportunamente, puede causar complicaciones graves. Así lo señala Medline Plus, sitio web de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, que explica que los síntomas que advierten sobre demasiado estrés incluyen los siguientes:
- Diarrea o estreñimiento.
- Dolores y achaques frecuentes.
- Dolores de cabeza.
- Falta de energía o concentración.
- Problemas sexuales.
- Cuello o mandíbula rígidos.
- Cansancio.
- Problemas para dormir o dormir demasiado.
- Malestar de estómago.
- Uso de alcohol o drogas para relajarse.
- Pérdida o aumento de peso.
El portal web La mente es maravillosa recoge algunos consejos que pueden ayudar a combatir los síntomas del estrés.
1. Respirar
Suena muy obvio, pero es verdad: la respiración es una de las claves para ayudar a disminuir el estrés. Esto se debe a que las respiraciones lentas contribuyen a la activación del nervio vago, el cual es clave en el sistema nervioso parasimpático, encargado de responder ante el estrés.
“Entre todos los estudios realizados sobre los efectos de la respiración en el estrés, se ha encontrado que la respiración diafragmática es capaz de reducir el estrés. Por ejemplo, un artículo de la revista Frontiers in psychology en el que se investigó el efecto de la respiración diafragmática en la cognición, el afecto y las respuestas de cortisol, halló que esta manera de respirar mejora la atención, el afecto y la liberación del cortisol, la hormona del estrés”, detalla La Mente es Maravillosa.
2. Imaginar un lugar relajante
Aunque pueda parecer extraño, la imaginación es una herramienta que puede ayudar a combatir el estrés. Diversas investigaciones señalan que imaginar un lugar relajante, a través de la imaginación guiada, puede contribuir a la disminución de los síntomas de diferentes afecciones.
“Un estudio hecho con pacientes con insuficiencia renal crónica también respalda lo anterior. Sus resultados, publicados en Indian Journal of Forensic Medicine & Toxicology, señalan que la imaginación guiada es eficaz para disminuir el estrés y puede usarse sin riesgo alguno”, indica La Mente es Maravillosa.
3. Escuchar música relajante
Algunas personas tienen por costumbre escuchar música durante gran parte del día. Como parte de su rutina hay quienes lo hacen mientras se bañan, se arreglan o incluso cuando laboran. Lo cierto es que hacerlo también puede ayudar a reducir el estrés. Pero, cuidado, se debe tener en cuenta que debe ser música relajante.
“Los autores de un artículo publicado en la revista The Hokkaido Journal of Medical Science afirman que la música relajante es adecuada para gestionar el estrés. Además, favorece la recuperación del estrés agudo y promueve la regulación de las emociones luego de vivir un evento estresante”, detalla La Mente es Maravillosa.