Esta semana se reportó el fallecimiento del estadounidense Donald Triplett, la primera persona del mundo en ser diagnosticada con autismo. Su muerte se dio a mediados de este mes, según lo informó su familia.

El caso de Triplett fue ampliamente conocido dentro la psicología y la psiquiatría. En los artículos científicos se le denominaba como “Donald T”. Fue diagnosticado con el trastorno neurocognitivo llamado autismo cuando tenía 10 años, en 1943.

Como primer caso identificado por la medicina, el estadounidense cumplió un papel clave en la identificación de esta discapacidad, lo que lo llevó a responder a numerosas entrevistas y a ser el protagonista de un documental y un libro.

Cuando era niño, Triplett no respondía a los llamados de sus padres y no se interesaba por otros niños. Sin embargo, los reportes advierten que era capaz de retener información y cifras muy precisas sobre diversos temas.

Angustiados, sus padres escribieron una carta de 22 páginas a un psiquiatra infantil, en la que detallaron el comportamiento de su hijo. La misiva se ha mantenido como referencia en la documentación de los síntomas del trastorno y es consultado con frecuencia por académicos y profesionales de psicología y psiquiatría en todo el mundo.

A pesar de su diagnóstico, que para esa época se consideraba causante de una grave discapacidad, Donald Triplett pudo continuar sus estudios y trabajar durante más de 60 años en un banco del pequeño pueblo de Forest, en el estado de Misisipi.

El autismo por lo general aparece en los primeros años de vida y genera dificultades para interactuar con otras personas. | Foto: Getty Images

Leo Kanner, el psiquiatra que atendió el caso de Triplett desarrolló múltiples hipótesis para explicar las dificultades que tenía el niño para entablar interacciones sociales. Entre otras cosas, usó la “teoría de la madre frigorífica”, que se refiere a que el autismo podría estar causado por una falta de calidez en el trato de las madres hacia los hijos.

Pero, conforme avanzó la investigación científica, se encontraron otros factores de riesgo y se han investigado múltiples hipótesis sobre sus causas.

¿Cuáles son las causas del autismo?

“Los científicos creen que los trastornos del espectro autista (TEA) tienen múltiples causas que, al actuar juntas, cambian las maneras más comunes en las que las personas se desarrollan. Todavía tenemos mucho que aprender sobre estas causas y cómo estas afectan a las personas con TEA”, señalan los Centros para la Prevención y el Control de Enfermedades de Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés).

Algunos factores genéticos podrían causar que ciertos pacientes desarrollen autismo. | Foto: (c) Copyright 2023, dpa (www.dpa.de). Alle Rechte vorbehalten

Debido a que la gravedad y los síntomas de los pacientes varían ampliamente es difícil determinar causas puntuales de estos trastornos. No obstante, la Clínica Mayo, una institución de salud estadounidense, indicó que los científicos han encontrado sobre todo dos tipos de causas.

Por un lado, están los aspectos genéticos de cada paciente. “Para algunos niños, los trastornos del espectro autista pueden estar asociados con un trastorno genético, como el síndrome de Rett o el síndrome del cromosoma X frágil. Para otros, los cambios genéticos (mutaciones) pueden aumentar el riesgo de padecer trastorno del espectro autista”, detalló la institución médica.

Y agregó que en algunos casos estos factores genéticos pueden ser hereditarios o simplemente aparecer de forma espontánea.

De otro lado, señaló que hay investigaciones científicas en curso que buscan determinar si algunos factores ambientales como la contaminación del aire, ciertos medicamentos o complicaciones durante el embarazo de las madres podrían causar el autismo.

Los niños con autismo tienden a no responder cuando los llaman por su nombre, evitar el contacto visual y mostrar indiferencia frente a otras personas. No obstante, los síntomas pueden variar mucho en cada caso. | Foto: Getty Images

Por último, indicó que el autismo se diagnostica con más frecuencia desde los dos años de edad, aunque también puede presentarse a edades más avanzadas.

“Algunos niños presentan signos del trastorno del espectro autista en la primera infancia, como menor contacto visual, falta de respuesta cuando los llaman por su nombre o indiferencia ante las personas responsables del cuidado. Otros niños pueden desarrollarse normalmente durante los primeros meses o años de vida, pero luego repentinamente se vuelven introvertidos o agresivos o pierden habilidades del lenguaje que habían adquirido”, concluyó la Clínica Mayo.

*Con información de AFP