El pasado lunes 10 de abril, el mundo se conmocionó de nuevo con la noticia de un tirador en Estados Unidos. En esta ocasión, el hecho dejó cinco personas muertas al interior de un banco del centro de Louisville, la ciudad más poblada del Estado de Kentucky, en el sureste de EE. UU., donde viven unos 630.000 habitantes,

Connor Sturgeon, el atacante, de 25 años, que también murió en el suceso, tenía una relación con el lugar del crimen. Jacquelyn Gwinn-Villarroel, la jefa interina de policía de la ciudad, confirmó que se trataba de un empleado de la entidad, el Old National Bank.

El homicida, armado con un rifle AR-15, entró a la sucursal bancaria en horas de la mañana sin inconvenientes, antes de que la entidad abriera sus puertas al público. / Foto: Michael Clevenger/USA Today Network via REUTERS. NO RESALES. NO ARCHIVES. MANDATORY CREDIT | Foto: Restringido

Esto hizo posible que el homicida, armado con un rifle AR-15, pudiera entrar a la sucursal bancaria en horas de la mañana sin inconvenientes, antes de que la entidad abriera sus puertas al público.

En este hecho, la respuesta de la Policía local fue clave para evitar que la tragedia fuera mayor, aunque los disparos también hirieron a nueve personas, dos de las cuales quedaron en “situación crítica”. Los agentes llegaron al lugar tres minutos después del primer disparo.

Todas las víctimas mortales, por consiguiente, eran empleados del banco. El tiroteo, además, dejó herido a Nickolas Wilt, un policía de 26 años, que recibió un disparo en la cabeza durante la confrontación con el atacante. Wilt fue operado de emergencia y se encuentra “en condición crítica, pero estable”.

Fue tal la sevicia del asesino, que transmitió el ataque en vivo en Instagram, publicación que en pocos minutos fue eliminada por esta red social.

La encefalopatía traumática crónica es el término que se utiliza para describir una degeneración cerebral generalmente provocada por traumatismos craneales. | Foto: Getty Images

El hecho reavivó, de nuevo, en Estados Unidos de debate sobre el uso de armas. Pero también despertó un curioso interés en la comunidad médica. De ahí que el cerebro del tirador, será examinado por científicos forenses para comprobar si padecía encefalopatía traumática crónica, comúnmente conocida como CTE. Información que fue confirmada por la cadena CNN.

En qué consiste la CTE

La encefalopatía traumática crónica es el término que se utiliza para describir una degeneración cerebral generalmente provocada por traumatismos craneales reiterados. La encefalopatía traumática crónica es un diagnóstico que se realiza solo en la autopsia mediante el estudio de secciones del cerebro.

De acuerdo con Mayo Clinic, se trata de un trastorno poco frecuente que aún no se comprende bien.

Y agrega que la encefalopatía traumática crónica no está relacionada con las consecuencias inmediatas de un episodio tardío de traumatismo craneal. La encefalopatía traumática crónica tiene una relación compleja con los traumatismos craneales, como los síntomas persistentes de posconmoción cerebral y el síndrome de segundo impacto, que se producen más temprano en la vida.

Los expertos todavía están tratando de entender la manera en que los traumatismos craneales repetidos, incluso la cantidad de lesiones craneales y su gravedad, y otros factores podrían contribuir a los cambios en el cerebro que dan lugar a la encefalopatía traumática crónica.

El cerebro del tirador, será examinado por científicos forenses para comprobar si padecía encefalopatía traumática crónica, comúnmente conocida como CTE. | Foto: Getty Images

En los últimos años, se ha descubierto encefalopatía traumática crónica en el cerebro de personas que jugaban al fútbol americano y otros deportes de contacto, como el boxeo. También puede producirse en el personal militar que estuvo expuesto a explosiones. Se cree que algunos signos y síntomas de la encefalopatía traumática crónica comprenden dificultades para pensar (cognición) y con las emociones, problemas físicos y otros comportamientos. Se cree que estos se desarrollan años o décadas después de producirse el traumatismo craneal.

La encefalopatía traumática crónica no se diagnostica durante la vida, excepto en los casos poco frecuentes de individuos con exposiciones de alto riesgo. Los investigadores aún no conocen la frecuencia de la encefalopatía traumática crónica en la población y no entienden las causas. No hay cura para la encefalopatía traumática crónica. Actualmente, los investigadores están desarrollando biomarcadores diagnósticos para la encefalopatía traumática crónica, pero aún no se ha validado ninguno.