Comenzó la cuenta regresiva para que el Gobierno nacional radique su nueva propuesta de reforma al sistema de salud. De acuerdo con el ministro de esta cartera, Guillermo Alfonso Jaramillo, el articulado se dará a conocer la próxima semana, después de que, según el funcionario, se lograra “un consenso” con los distintos actores del sector, entre ellos las empresas promotoras de salud, EPS.
En entrevista con Caracol Radio, Jaramillo aseguró que los representantes de Acemi y de Gestarsalud, agrupan los regímenes contributivo y subsidiado, “aprobaron un trabajo muy dispendioso y comprometedor de parte inclusive del Congreso, del Ministerio y de las ESEs que trabajaron por más de 15 sesiones y más de 100 horas, gran parte de ellas aquí en el Ministerio, que posteriormente se ratificó con cuatro reuniones más en Presidencia de la República”.
Bien distinta es la versión de varias de las EPS. Durante un encuentro con medios de comunicación, convocados a un taller que buscaba explicar las cuentas del sistema de salud, Mario Fernando Cruz, vicepresidente técnico de Acemi, aseguró este miércoles que el gremio desconoce el contenido del texto que presentará el Gobierno en este periodo legislativo.
“No conocemos el contenido de la reforma”, y reiteró la urgencia de que se logre “un gran acuerdo en el que todos los actores del sistema queden tranquilos”.
Subrayó la necesidad de comenzar por los propios pacientes y usuarios del sistema. “La EPS juegan un papel fundamental como los prestadores, la industria farmacéutica, los médicos, los profesionales de salud. Pero una reforma de la salud tiene que ser fruto de ese acuerdo amplio y no podría ser de otra manera”, enfatizó Cruz.
Además, advirtió que el país podría cerrar el año con un déficit de 2.3 billones de pesos en la Unidad de Pago por Capitación (UPC), el monto que se destina para la atención de cada paciente. Acemi estima que el déficit total del sistema de salud podría llegar a los 5.8 billones de pesos al final del año, lo que podría representar hasta el 1.5 % del PIB del país, constituyendo una de las mayores crisis presupuestales en la historia reciente. “El 2024 ha sido el peor para el sistema de salud en toda su historia”, agregó Cruz.
Mientras se conoce el contenido de la reforma, entidades como el Observatorio Interinstitucional de Enfermedades Huérfanas y la Federación Colombiana de Enfermedades Raras (Fecoer), denuncian la falta de recursos que sigue haciendo crítico el panorama del sector de la salud.
En un comunicado divulgado este miércoles, ambas entidades expresaron su preocupación ante la evidencia de que los recursos son insuficientes no solo para asumir las deudas de 2022, sino también para cubrir los valores pendientes de este año, ya que desde julio no se han girado los dineros correspondientes a los presupuestos máximos. A la fecha, las deudas se calculan en más de 2 billones de pesos.
Recordaron que a principios del año, la Corte Constitucional ordenó al gobierno desembolsar la totalidad de los recursos pendientes en presupuestos máximos con el fin de garantizar el flujo de los mismos dentro del sistema de salud. El máximo órgano legislativo exigió el pago a más tardar dentro de los dos meses siguientes de la expedición del auto. Con preocupación, las organizaciones de pacientes con enfermedades huérfanas hacen un llamado urgente pues ni este auto se está respetando.
“Lo que está ocurriendo es gravísimo, resulta indispensable darle solución y ofrecer alternativas para suplir la falta de dinero. Esto no es un tema menor, la vida de estos colombianos está en grave peligro y no tiene sentido alguno alzar la voz una y otra vez y encontrarnos que no existe voluntad de buscar alternativas de financiación y voluntad de cumplir el mandato de atender oportunamente estas situaciones”, declaró Luz Victoria Salazar, del Observatorio Interinstitucional de Enfermedades Huérfanas.
¿A qué le apuesta el Gobierno con su nuevo proyecto de reforma?
Estas son dos de las grandes apuestas:
1. De EPS a gestoras
La nueva propuesta insiste en la idea de transformar a las EPS en gestoras de salud y vida, por lo que el Gobierno Petro subraya su vieja tesis de que no desaparecerán del sistema. Bajo esa nueva figura, estas entidades pasarían a recibir una remuneración equivalente al 5 por ciento del valor de pago por capitación anual, es decir, el monto asignado por cada afiliado del sistema.
La transición de aseguradoras a gestoras se dará en un lapso de hasta dos años, tiempo durante el cual la nueva EPS apoyará en entrega de medicamentos a los afiliados que lo requieran.
En ese sentido, la nueva propuesta de reforma deja claro un aspecto clave: el incumplimiento de los estándares establecidos podría llevar a descuentos de hasta el 30 por ciento del equivalente a su remuneración.
Además, en caso de que se presente reincidencia durante dos periodos consecutivos, se notificará a la Superintendencia Nacional de Salud, que entraría a aplicar medidas de supervisión especial. Las gestoras con buen desempeño serán a su vez recompensadas con un bono adicional de hasta un 3 por ciento sobre el valor anual por afiliado.
2. El papel de los CAP
El nuevo borrador también da línea sobre una propuesta que se desprende de la primera reforma contemplada por la exministra Carolina Corcho: el nacimiento de Centros de Atención Primaria, CAP, en todo el país. Lo que se busca con esta figura es que los colombianos se registren en el CAP más cercano y que aquellos que requieran atención especializada sean derivados a los centros hospitalarios de mediana y alta complejidad que integren la red de cada CAP.