El llamado que en las últimas horas hizo la Fundación Liga Central Contra la Epilepsia, alertando contra el desabastecimiento de medicamentos contra esta enfermedad en Colombia, es el más reciente capítulo de una crisis que cada vez se hace más crítica: la escasez de fármacos para tratar desde infecciones hasta esquizofrenia y arritmias, lo que pone en grave riesgo las vidas de millones de pacientes.
La semana pasada, el turno había sido para las enfermedades de salud mental. La Asociación Colombiana de Psiquiatría (ACP) alertó que escaseaban estimulantes, antidepresivos y antipsicóticos, como lo denunció en SEMANA el doctor Mauricio Castaño Ramírez, presidente de esa organización.
Semanas atrás, asociaciones de pacientes con diabetes habían alertado sobre la escasez de algunos tipos de insulina. El viernes 15 de marzo, el Instituto Nacional de Vigilancia de Medicamentos y Alimentos (Invima) divulgó, precisamente, información en el sentido que la insulina y el acetaminofén estaban en riesgo de no seguir llegando a las droguerías.
Más allá de comunicados oficiales, la realidad golpea con inclemencia a millones de pacientes en el país que ven con impotencia cómo droguerías y EPS les niegan los medicamentos, que estaban acostumbrados a recibir mensualmente, para tratar enfermedades crónicas.
En medio de una de las crisis más agudas que haya vivido el sistema de salud colombiano, el Invima presentó un listado de 12 medicinas que podrían agotarse en las farmacias y otras 25 que están desabastecidas. Todas son indispensables, como es el caso de la insulina o del paracetamol, conocido como acetaminofén. Pero esa es solo la punta del iceberg, pues el listado sería mucho más grande, ya que se están acabando de forma acelerada los inventarios de los tratamientos psiquiátricos.
Por ejemplo, Cruz Verde, cuya responsabilidad es dispensar medicinas para EPS, socializó un listado con 70 medicamentos que registran algún tipo de novedad debido a tres razones principales: por un lado, existe una baja disponibilidad; por otro, hace por lo menos 30 días que no se distribuyen o los laboratorios llevan más de un mes sin distribuirlos.
Algunos de esos medicamentos con novedad —que están escasos o no disponibles— son xanax 0,75 mg, clozapina 25 mg, fluoxetina 20 mg, escitalopram 10 mg, quetiapina 25 mg y 100 mg, y dulokem 30 mg.
Según Cruz Verde, el Ministerio de Salud recibe cada mes información, a través de un formato definido por la entidad misma, sobre el estado de todos los que se encuentran escasos, desabastecidos o descontinuados, de acuerdo con datos proporcionados por los laboratorios.
Y, pese a la gravedad de la situación que se viene presentando desde hace meses, Cruz Verde asegura que este año no han sido citados, por ejemplo, “para la mesa técnica de medicamentos de salud mental”, para tratar enfermedades como depresión o ansiedad, que se incrementaron exponencialmente tras la pandemia de covid-19.
¿Para qué son?
Con corte al primero de marzo de 2024, el Invima detalló que los medicamentos en riesgo de desabastecimiento son:
- Albúmina humana solución inyectable
- Amoxicilina/clavulonato suspensión oral
- Atenolol
- Clobazam
- Fenitoína cápsulas
- Inmunoglobulina humana normal solución inyectable 5 %
- Insulina (Humana)
- Lamivudina Solución oral
- Metoprolol Succinato
- Paracetamol (acetaminofén)
- Quetiapina
- Remifentanilo solución inyectable.
Las causas del posible desabastecimiento de estos medicamentos son múltiples, entre ellas, el aumento de la demanda, la insuficiencia de oferentes junto a la baja rentabilidad, la escasez de materia prima y la falta de unidades disponibles para los siguientes tres meses de comercialización, entre otros.
Estos son sus usos:
- La albúmina humana: se usa para recuperar el volumen sanguíneo.
- Amoxicil: se usa para tratar ciertas infecciones causadas por bacterias, como neumonía, bronquitis (infección de las vías respiratorias que van a los pulmones) e infecciones de los oídos, la nariz, la garganta, las vías urinarias y la piel.
- Amoxicilina/clavulonato suspensión oral: un antibiótico usado para tratar infecciones del tracto respiratorio superior, en particular sinusitis, otitis media y amigdalitis recurrente. También, infecciones del tracto respiratorio inferior, en particular exacerbaciones agudas de bronquitis crónicas (especialmente si se consideran graves) y bronconeumonía.
- Atenolol: es un antihipertensivo que se usa para tratar además arritmias cardíacas.
- Fenitoína: se usa para controlar cierto tipo de convulsiones en personas con epilepsia y para tratar y prevenir las convulsiones que pueden empezar durante o después de la cirugía de cerebro o del sistema nervioso.
- Clobazam: indispensable para controlar convulsiones en adultos y niños mayores de dos años con síndrome de Lennox-Gastaut.
- Inmunoglobulina humana: La usan pacientes con defensas bajas por alguna enfermedad.
- Acetaminofén en solución oral: es un popular analgésico y antipirético usado para tratar el dolor y la fiebre.
- Lamivudina: es un antiretroviral usado por pacientes con VIH.
- Insulina: indispensable en el tratamiento de personas con diabetes.
- Metropolol: es un antihipertensivo que además lo usan los pacientes con arritmias.
- Quetiapina: es usado para tratar enfermedades mentales como la esquizofrenia.
- Remifentanilo: lo usan pacientes quirúrgicos durante la anestesia.