SEMANA: ¿Cómo recibió las declaraciones del Ministro de Salud en el sentido de que las mastectomías son “mutilaciones”?
Álvaro Niño (A.N.): Hablo en nombre de un grupo de diverso de especialistas entre cirujanos, oncólogos, radioterapeutas, patólogos, radiólogos, cirujanos plásticos. Es una asociación multifactoriual alrededor de la salud de la mujer en el seno. Lo que vemos es que las del ministro son expresiones recurrentes y coloquiales. Ya las había hecho cuando estaba defendiendo la reforma a la salud en la comisión VII de la Cámara. Pero él no tiene en cuenta que sus palabras tendrán una repercusión masiva. Es un lenguaje desafortunado. Y reecoge el pensar de mucha gente, en el sentido de que una mastectomía es una mutilación. Y, pues un gastroenterólogo, cuando retira parte del estómago, también se le podría llamar mutilación. O un coloproctólogo, cuando retira un colon enfermo. Pero estamos es manejando el cáncer, no quitamos el seno por quitarlo, lo hacemos por retirar un tumor y en ocasiones, desafortunadamente, no podemos salvar el seno.
SEMANA: ¿Cree que esas declaraciones generan desinformación?
A.N.: Obviamente tendrán una repercusión masiva en los pacientes y las familias que atendemos todos los días en oncología. Las palabras de Minsalud van a generar miedo en los pacientes, como si el cáncer fuera a ser igual a perder el seno o perder un órgano. Y no que se trata de un procedimiento para salvar la vida. Hará que muchas pacientes se alejen de un diagnóstico oportuno, de la consulta primaria, temiendo que ese sea el escenario que enfrentarán necesariamente. Un escenario al que a veces se recurre para salvar la vida y en eso estamos haciendo pedagogía.
SEMANA: ¿Y en qué momento se llega a ese escenario de la mastectomía?
A.N.: Para nosotros no es posible conservar el seno cuando los factores de riesgo son desfavorables y el cáncer es muy agresivo. Cuando la mamografía demuestra que el cáncer está en más de dos sitios y no se le pueda dar un manejo conservador, es decir quitar el tumor sin perder el seno. Ojalá a todas las mujeres las recibiéramos con tumores pequeños, pero en muchos casos tienen tumores grandes y senos pequeños. Pero a veces podemos hacer la mastectomía con reconstrucción inmediata, apoyados con cirujano plástico, o a los dos años después de iniciado el tratamiento, porque la mayoría de las pacientes pueden presentar recaídas en ese tiempo. La mastectomía sigue siendo en el mundo la cirugía que más se hace. En EE. UU., un 70% de los cánceres están diagnosticados en estadíos tempranos y por eso la mayoría de esas pacientes tienen manejo conservador y menos del 20% irían a una mastectomía. En Colombia, por el contrario, estamos cercanos a un 70% de diagnóstico tardío. La única manera de bajarlo es con tamización a población asintomática y la estrategia no ha sido efectiva.
SEMANA: ¿Cómo está la situación del cáncer de mama hoy en el país?
A.N.: El cáncer de seno no se puede evitar. De ahí la importancia de la tamización, que es el uso de la mamografía cada dos años, desde los 50 años, según el Ministerio de Salud. Y a partir de los 40 años, anualmente, como lo hemos recomendado. Y aún detectándolo tempranamente es posible que en algunos casos sea necesario una mastectomía para retirar el seno. Pero, en otros casos se hacen reconstrucciones inmediatas o tardías. Este país vive una lucha para mejorar las cifras de diagnóstico temprano, de medicamentos, de equipos de atención, pues se estima que el 7 por ciento de las mujeres está en riesgo de ser diagnosticadas con la enfermedad.
SEMANA: ¿Estamos frente a un problema de salud pública?
A.N.: Sí. El de mama es el cáncer de mayor incidencia en la mujer colombiana y el de mayor mortalidad. En algunas regiones, como la Costa y el Valle, estamos por encima del promedio nacional. Y, contrario a las palabras del ministro, lo que se requiere son campañas de educación para que las mujeres acudan a los médicos. Lo que buscamos es que los mensajes que se transmitan a los pacientes y sus familias es que la mejor manera hacer diagnósticos tempranos y sobrevida y vencer el cáncer es con un diagnóstico temprano. Que las mujeres aprendan a reconocer su cuerpo y para ello estamos en la campaña de generar el autoexamen de mama, no como autocuidado, sino autoconocimiento. Porque hablar de autocuidado es ponerle la responsabilidad a la mujer. En este momento la cobertura de mamografías está por debajo de índices adecuado, no se están haciendo las mamografías necesarias a las mujeres mayores de 50 años, cuando 4 de cinco mujeres no tienen factores de riesgo identificables.
SEMANA: El ministro de salud se preguntaba, con ironía, cómo quedan las mujeres después de una mastectomía. ¿Usted qué le responde?
A.N.: Quedan vivas, con una mayor expectativa de vida y esperanza de recuperar su figura. En las pacientes en un estadío uno o dos, que se operen con cirugía conservadora, puede haber una expectativa de vida de entre 70 y 80% a 10 años. A veces puede subir al 95%. Es decir, nuestras mujeres se pueden morir de cualquier otra cosa menos de un cáncer de seno. Hay que tener en cuenta que muchas de las mujeres que nosotros mastectomizamos nos dicen: ‘ya cumplí mi función de lactar, ya cumplí mi función erótica sexual de pareja’. Prefieren prescindir de una parte de su cuerpo si eso implica tener vida. No es que queden traumatizadas o con pensamientos negativos sobre la vida. Para eso se hace un manejo integral a esa paciente. No es algo que se haga contra su voluntad, sino que es consensuado.
SEMANA: Se lo pregunto porque otra de las insinuaciones del ministro es que estos procedimientos son un negocio...
A.N.: Está desenfocado. Aquí pagan justos por pecadores: pueden existir mercaderes de salud, en el sentido de que explotan al personal de salud, les pagan bajos honorarios. Y los médicos de salud estamos en la mitad, entre los pacientes y las instituciones que manejan la salud. Normalmente, este tipo de cirugías no se hacen particulares como para decir que son negocio. Es mejor siempre hacerlas dentro del sistema por las secuelas que se pueden presentar en una cirugía. Y un paciente no tiene la capacidad económica de pagar una semana una unidad de cuidado intensivo, si esta sale mal. Esto no representa un ingreso extra para el cirujano y el personal que opera.