Crónica de una muerte anunciada o juego político, lo que ha sucedido con la reforma a la salud en Colombia ha sido un auténtico partido que ha puesto a opinar a gran parte del país. Cambios hasta en el gabinete presidencial que se previeron desde meses atrás y debates que han tomado rumbos también previsibles se han sumado a esta historia que por ahora parece dejar de lado la propuesta inicial del gobierno de Gustavo Petro.
Frente al estado de la reforma, algunos hablan de cuidados intensivos, otros de muerte. Lo cierto es en algo coinciden los diferentes sectores del país: la necesidad de mejorar el sistema de salud. Por esa línea, Gestarsalud, que agrupa a las EPS del régimen subsidiado y otras, se pronunció sobre la más reciente variación del apoyo a la propuesta.
“Una reforma a la salud debe construirse con el consenso de todos. Especialmente con el consenso y la participación de los usuarios y los pacientes. Debe enfocarse en solucionar los problemas que existen en el sistema y solucionar esos problemas debe hacerse de forma incremental y es mucho más fácil hacerlo con la EPS que sin ellas”, explicó la directora ejecutiva de Gestarsalud, Carmen Eugenia Dávila.
También manifestó que pensando en lo que vendrá, se deben corregir los errores de lo que ha sucedido en los últimos meses.
“Este es un momento para corregir la forma en que se realizó la reforma. Para involucrar en la discusión a todos los agentes del sistema, a todas las personas, a todos los grupos de interés y generar el cambio que se requiere en favor de la gente”, aseveró.
Asimismo, Dávila envió un mensaje, teniendo en cuenta que la propuesta de la reforma también ha generado hasta preocupación.
“La gente debe estar tranquila, nadie en este momento ha perdido su seguro de salud. Las personas siguen afiliadas a la EPS y las EPS deben cumplir sus obligaciones con los usuarios y garantizar el derecho fundamental a la salud”, concluyó.
Por falta de apoyo a la reforma a la salud están pidiendo la renuncia de Carolina Corcho, ¿debe dar un paso al costado?
Sin coalición, sin reforma y, ¿sin Carolina Corcho? Han pasado 44 días desde que Colombia conoció oficialmente el texto de reforma a la salud. Es decir, el día en que con platillos y tambores la ministra la radicó en el Congreso de la República. El debate, que al comienzo parecía tenue alrededor del tema, venía de meses atrás, desde la campaña presidencial, pero se enfocó en Corcho, desde cuando se confirmó que ella sería la ministra de Salud y se tenían algunas certezas, por su experiencia, enfoque y declaraciones de que buscaría eliminar las EPS.
A modo de tormenta y con la misma contundencia que ella ha hablado, ha recibido apoyo y críticas. Unas que otras declaraciones la han sostenido durante varios días en los primeros lugares de la agenda pública. Aquí, la presión de una propuesta que cambiaría la forma en la que se hace realidad un derecho y un servicio como el de la salud para 51 millones de personas, se sintió en cada nueva declaración e intento de acuerdo.
Ahora, después de bajos y altos, parece más que probable que la reforma, como la quieren desde el gobierno Petro, nunca será. Se cuestiona entonces si la psiquiatra y exvicepresidente de la Federación Médica Colombiana seguirá en el cargo. Este es más bien un planteamiento que días atrás ha surgido desde la oposición.
“La U y el partido Conservador se desmontan de la reforma a la salud del gobierno. El radicalismo y falta de seriedad de Carolina Corcho causaron una nueva derrota a Gustavo Petro. La ministra debe dar un paso al costado”, aseguró en las últimas horas el representante del Centro Democrático, Andrés Forero.
Argumenta que son varios los motivos que demostrarían incompetencia por parte de la alta funcionaria.
“La intransigencia y la falta de seriedad de la ministra Carolina Corcho metió en cuidados intensivos a la reforma... La ministra no solamente ha sido deficiente a la hora de manejar el ministerio, hemos visto lo que ha pasado con el tema de vacunas, con el tema de medicamentos, etcétera; sino que adicionalmente su radicalismo evitó que partidos de la coalición de gobierno acompañaran la iniciativa gubernamental”, aseveró uno de los opositores más férreos de la jefe de la cartera de Salud.
Ahora, otro de los argumentos de Forero tiene que ver con que, directamente, la misión principal de Corcho es sacar una reforma, que de momento parece más muerta que viva. Y al no completar esa misión, pues debería abandonar el cargo.
Aunque aquí entran más razones y como esto es política, otras sorpresas se pueden presentar. Por ejemplo, aunque el tridente de los liberales, conservadores y partido de la U, se desvincula del acuerdo de reforma, el presidente de la Cámara e integrante del Pacto Histórico, David Racero, insiste en que aún hay posibilidades de salvar la idea.