La Asociación Colombiana de Psiquiatría (ACP) lanzó este martes un angustioso llamado a las autoridades de salud en el país frente al desabastecimiento de medicamentos para tratamientos de salud mental, que afecta a miles de pacientes.
En diálogo con SEMANA, el presidente de la ACP, Mauricio Castaño Ramírez, asegura que la situación se agudizó desde hace dos meses, y que la escasez se siente especialmente en materia de antidepresivos y antipsicóticos.
SEMANA: ¿Desde hace cuánto se viene presentando esta situación de desabastecimiento?
Mauricio Castaño (M. C.): Se ha venido presentando con mayor intensidad en el último año y se empeoró en los últimos dos meses. El año pasado empezó ese desabastecimiento y en diciembre las quejas fueron más fuertes. Al comienzo, recibíamos unas denuncias puntuales de uno o dos medicamentos escasos, pero esto ya se volvió algo generalizado, en que ya son muchos los medicamentos que pueden ser reclamados por los usuarios. Por eso, hicimos la denuncia ante el Invima y ante el Ministerio de Salud para que ellos tomen acciones en ese sentido.
SEMANA: ¿De qué medicamentos estamos hablando?
M. C.: Hay unos medicamentos que se usan en niños y adolescentes diagnosticados con trastorno deficitario de atención, que son unos estimulantes. Y, al no suministrarse, lleva a que los pacientes no rindan bien su colegio, tengan problemas de atención y académicos porque se reduce su rendimiento. El segundo grupo de medicamentos en los que se presenta este problema son los antidepresivos, que sirven para manejar la depresión y la ansiedad. Al no contar con el medicamento, los pacientes comienzan a experimentar disminución del estado del ánimo, baja en su rendimiento laboral y un aumento en el riesgo de hospitalizaciones por cuadros de ansiedad. Otro grupo que escasea son los antipsicóticos, usados en pacientes con enfermedades mentales graves y también para manejo de la ansiedad y el insomnio. Estos últimos medicamentos llevan a que las personas, cuando no los consumen, vean alterado todo su funcionamiento social, en su entorno y con sus familias; se pueden volver más agresivos o no duermen. Y eso lleva a la hospitalización.
SEMANA: ¿Estamos hablando de una población de cuántos pacientes?
M. C.: No podemos hablar de una población exacta, pero sí que se trata de un problema generalizado en todo Colombia. Nosotros en la ACP tenemos contacto con todas las regionales y los psiquiatras nos mandan todas las quejas de los usuarios. Y, al hacerle seguimiento, nos dimos cuenta de que se trata de una queja continua y no es de una región específica.
SEMANA: En el comunicado que circularon desde ACP le hacen un llamado al Invima. ¿Han recibido alguna respuesta de la entidad?
M. C.: No, nosotros ya mandamos una carta. Lo que hacemos desde ACP es verificar si existen alertas de desabastecimiento. Y esas alertas del Invima no aparecen. Entonces, lo que queremos saber es qué es lo que está pasando y aún no obtenemos respuesta. Queremos que averigüen qué es lo que está sucediendo: si es un problema de abastecimiento, de la importación, de la distribución o de la entrega. ¿Qué es lo que realmente pasa? Porque lo que está sucediendo es que la gente los busca de manera particular y sí los consiguen.
SEMANA: ¿O sea que esto se ha convertido en un gasto de bolsillo para las familias?
M. C.: Sí, porque al no encontrar el medicamento en las aseguradoras o las entidades encargadas, las familias empiezan a buscar con su propio dinero en diferentes farmacias el medicamento. Y los van encontrando con esfuerzo, aunque hay algunos que definitivamente no se consiguen y no se los suministran.
SEMANA: ¿Estamos hablando de medicamentos de alto costo?
M. C.: No son de alto costo, pero sí de uso crónico, que se deben tomar todos los días, y eso es lo grave, porque eso es lo que va afectando el bolsillo de las familias.
SEMANA: ¿Por qué esperar a que se agudizara la crisis para lanzar esta alerta de desabastecimiento?
M. C.: Nosotros comunicamos esta situación a través de un vocero ante el Consejo Nacional de Salud y con él se hicieron las primeras denuncias. Y ese consejo ya tenía información previa de que esta situación se estaba presentando. Y en vista de que no ha mejorado el tema, fue que lo hicimos público con el comunicado.
SEMANA: ¿Cree que esto hace parte de la crisis de la salud que ya han denunciado varios sectores?
M. C.: Sin duda. Pero algo que no da espera. Es algo que se viene presentando desde hace mucho tiempo y lo que estamos pidiendo es que nos den respuesta. ¿Por qué no aparecen en el Invima las alertas? ¿Qué es lo que pasa que no se hacen las investigaciones?
SEMANA: ¿Cree que ha habido negligencia por parte del Invima?
M. C.: De cierto modo, sí. Porque es un problema que se viene presentando desde hace mucho tiempo y debería prestársele atención. No se puede seguir jugando con la salud de los colombianos y que entonces hoy sí haya un medicamento y mañana, no. Y no se trata de cambiar un medicamento por otro, porque esa práctica implica un gran riesgo para los pacientes, eso puede tener efectos adversos, porque estamos hablando de medicamentos esenciales.