Hay diferentes formas de categorizar las necesidades básicas del ser humano. Y diferentes teóricos han planteado su visión. Pero más allá de formalidades, se coincide en que dormir es de las acciones que el cuerpo humano requiere. Y no solo dormir, por dormir, sino lograr un buen ciclo de sueño.
Justo este viernes 17 de marzo, el planeta conmemora el Día Mundial del Sueño. Y el objetivo de esta fecha es sensibilizar sobre lo trascendental de los buenos hábitos de reposo.
“Dormir bien es crucial para el buen funcionamiento cognitivo y el desempeño físico. Es muy importante que las personas comprendan la gravedad de no dormir bien, ya que, si no obtienen al menos 7 horas de reposo de calidad al día, puede haber repercusiones severas en su salud”, explica el doctor Pedro Cadena, médico y especialista en epidemiología, departamentos médicos para la industria farmacéutica y actual Gerente Médico de Inmunología para Sanofi Colombia.
En cifras, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), el insomnio afecta al 40 % de la población global. Claro, según el país y también debido a la actualización de los datos, la cifra puede variar, pero estos indicadores han llevado a los expertos a asegurar que el insomnio es una epidemia de salud pública.
“El insomnio constituye una de las principales causas de estrés e irritabilidad en las personas, dado el deterioro físico, emocional, interpersonal y laboral que genera. En ese sentido, esta condición puede entorpecer el desempeño en las actividades diarias, al generar somnolencia, falta de concentración y energía”, explican desde la farmacéutica.
En detalle, Mayo Clinic explica que el insomnio es un trastorno del sueño frecuente. “Puede causar dificultad para conciliar el sueño o mantenerlo, o puede hacer que te despiertes demasiado temprano y no puedas volver a dormirte. Es posible que sigas sintiéndote cansado cuando te despiertes. El insomnio no solo puede minar tu energía y estado de ánimo, sino que también puede afectar tu salud, desempeño laboral y calidad de vida”.
Además, precisan que se ha demostrado en estudios que las personas que no tienen horas de sueño de calidad o no duermen lo suficiente tienen más probabilidades de enfermarse tras estar expuestas a un virus. “La falta de sueño también puede afectar la velocidad a la que se recuperan si se enferman”.
Otras consecuencias, a largo plazo, son aumento del riesgo de padecer enfermedades como obesidad, diabetes y problemas del corazón y los vasos sanguíneos (cardiovasculares).
Recomendaciones
En primer lugar, sugieren consultar con un médico para recibir el diagnóstico correcto e iniciar un tratamiento oportuno. Medline Plus brinda algunas recomendaciones para mejorar los hábitos de sueño:
- Acostarse y levantarse a la misma hora.
- En caso de no poder dormir, levantarse, salir de la cama e ir a otro lado.
- Realizar actividades tranquilas y que ayuden a relajarse (leer).
- Tener un colchón cómodo.
- Controlar la luz que haya en el cuarto, como dispositivos electrónicos o la que entra por la ventana. Usar cortinas oscuras o un antifaz.
- Verificar que en la habitación no haya ruidos.
- Tomar una ducha caliente.
- Meditar.
En algunas ocasiones el estrés es uno de los factores que puede contribuir al insomnio. Por eso, los expertos insisten en aprender a manejar las situaciones o los compromisos que desencadenen esto.
“Siga una rutina que le ayude a desconectarse y relajarse antes de acostarse. Por ejemplo, lea un libro, escuche música tranquila o tome un baño caliente. Quizás su médico también le recomiende masoterapia, meditación o yoga para ayudarle a relajarse. La acupuntura también puede ayudar a mejorar el insomnio, especialmente en adultos mayores”, aconsejan.