La Organización Mundial de la Salud (OMS) presentó este martes, 29 de octubre, un nuevo informe en el que se muestra que la tuberculosis volvió a ser la principal causa infecciosa de muerte en el mundo, superando las ocasionadas por la covid-19 y casi doblando a las relacionadas con el virus de inmunodeficiencia humana (VIH).
“La tuberculosis ha vuelto a ser en 2023 la principal causa infecciosa de muerte en el mundo (...) aproximadamente ha provocado 1,25 millones de muertes en 2023, incluidos 161.000 que tenían VIH”, declaró la directora del Programa Mundial de Tuberculosis de la OMS, Tereza Kasaeva, durante una rueda de prensa.
Sin embargo, recalcó que esta cifra ha supuesto una caída respecto a 2022, lo que confirma el decrecimiento registrado en 2022 tras dos años seguidos de crecimiento, que coincidió con “los peores años de la pandemia”.
El informe también muestra un récord de nuevos casos de tuberculosis desde que se comenzó a registrar a nivel mundial en 1995, con unos 8,2 millones de nuevos diagnósticos durante 2023, 700.000 más que los notificados el año anterior.
De hecho, el número de personas que han enfermado con tuberculosis ha ascendido a 10,8 millones, un “pequeño incremento” respecto a 2022, y de lo que un 55 por ciento son hombres, frente al 33 por ciento de mujeres y un 12 por ciento de niños.
“El hecho de que la tuberculosis aún mate e infecte a tanta gente es indignante cuando tenemos las herramientas para prevenirla, detectarla y tratarla. La OMS insta a todos los países a cumplir los compromisos concretos que han asumido para ampliar el uso de esas herramientas y poner fin a la tuberculosis”, dijo el director general de la OMS, Tedros Abhanom Ghebreyesus.
África y el sudeste asiático como las regiones con más casos
Las regiones con más afectadas por los nuevos casos son el sudeste asiático, con el 45 por ciento de los casos, y África, con un 24 por ciento, mientras que los países del mar Mediterráneo Oriental representan un 9 por ciento, seguidos de América, con un 3,2 por ciento, y Europa, con un 2,1 por ciento.
Sin embargo, son ocho los países que representan dos tercios de todos los casos a nivel mundial, con India a la cabeza de ellos con un 26 por ciento, que se encuentra seguida de Indonesia, China, Filipinas, Pakistán, Nigeria, Bangladesh y República Democrática del Congo (RDC).
Gran parte de los casos tiene que ver con cinco factores como la desnutrición, la infección por VIH, trastornos por consumo de alcohol o tabaquismo, especialmente en hombres y en pacientes con diabetes.
Estos datos se enmarcan en un intento de los países de recuperar sus servicios contra la tuberculosis tras la pandemia, si bien también tiene que ver la tuberculosis multirresistente, que “sigue siendo una crisis de salud pública” con más de 400.000 casos, de los que menos de la mitad han sido diagnosticadas y tratadas durante 2023.
Falta de financiación
Kasaeva ha destacado la falta de financiación de los programas para la prevención y el tratamiento de la tuberculosis a nivel mundial, que ha disminuido en 2023 y “sigue estando muy por debajo del objetivo”, pues tan solo hay disponibles 5.700 millones de dólares (5.275 millones de euros) de los 22.000 millones de dólares (unos 20.360 millones de euros) requeridos.
En ese sentido, advirtió que los países de ingresos bajos y medios soportan el 98 por ciento de la carga de tuberculosis, y que se enfrentan a “una importante escasez” de la financiación, pues el 80 por ciento de ella proviene de fuentes nacionales, si bien ha destacado que Estados Unidos se mantiene como el mayor donante bilateral para la tuberculosis, unos “esfuerzos y una financiación que aumenta” anualmente.
La directora del programa lamentó también que la investigación sobre la enfermedad “sigue estando gravemente infrafinanciada” con tan solo una quinta parte de lo necesario.
El informe recoge que en torno a la mitad de los hogares afectados por la tuberculosis en los países de ingresos bajos y medios se enfrentan a “costes catastróficos” para acceder al diagnóstico y tratamiento, que pueden llegar a suponer un 20 por ciento de los ingresos familiares anuales.
“Alrededor de la mitad de los hogares afectados por la tuberculosis se enfrentan a costos catastróficos (...) En 2023, 122 países informaron de que contaban con una política nacional relacionada específicamente con la protección social de las personas con tuberculosis y sus hogares (...) Podemos ver que el número de países que aplican este mecanismo, especialmente en los países con una alta carga, está aumentando”, explicó Kasaeva.
Desarrollo de nuevas vacunas
Por último, manifestó que se trata de “un momento muy alentador” respecto a las perspectivas del desarrollo de nuevas vacunas contra la tuberculosis, pues en la actualidad hay hasta 15 de ellas en desarrollo, de las que seis se encuentran en la tercera fase de los estudios clínicos.
“Para 2028 deberíamos tener al menos una nueva vacuna eficaz contra la tuberculosis. Y soy muy optimista en cuanto a que podremos alcanzar este objetivo, ojalá no solo con una vacuna, tal vez con más. Hay ensayos clínicos en curso en los países con mayor carga de tuberculosis, y estamos siguiendo de cerca los resultados preliminares y eso genera esperanzas”, añadió.
Es por ello por lo que insistió a los países de estar listos para la “introducción rápida” de estas vacunas, de forma que pasen a estar disponibles junto a otras “herramientas esenciales”.
Con información de Europa Press