Ejercitarse y realizar actividad física es realmente beneficioso para el organismo, por todos los efectos que causa en el mismo.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), “la inactividad física es uno de los principales factores de riesgo de mortalidad por enfermedades no transmisibles”.
“Las personas con un nivel insuficiente de actividad física tienen un riesgo de muerte entre un 20 % y un 30 % mayor en comparación con las personas que alcanzan un nivel suficiente de actividad física”, agrega el organismo.
Asimismo, recomiendan entre 150 y 300 minutos de actividad aeróbica moderada a la semana para los adultos, y una media de 60 minutos de actividad física moderada al día para los niños y adolescentes.
El horario en que se practica depende, muchas veces, de la rutina que tenga cada persona, pues algunos, por sus diversas labores de estudio, vida familiar, o empleo, lo realizan las primeras horas de la mañana, en la tarde o en la noche.
Pero, según un estudio, la hora en que se realiza la actividad física, tiene efectos diferentes en el cuerpo. El mismo fue publicado en la revista científica, Frontiers in Physiology, y fue realizado por el doctor Paul J. Arciero, profesor del Departamento de Ciencias Fisiológicas Humanas y de la Salud de Skidmore College en Saratoga Springs, en Nueva York, Estados Unidos.
El estudio titulado El ejercicio matutino reduce la grasa abdominal y la presión arterial en las mujeres; El ejercicio nocturno aumenta el rendimiento muscular en las mujeres y reduce la presión arterial en los hombres, analizó el comportamiento en el cuerpo de hombres y mujeres, en el tiempo de ejercicio del día (Etod, por sus siglas en inglés).
Fue un total de 59 mujeres y 30 hombres los preseleccionados inicialmente, de los cuales 30 mujeres y 26 hombres fueron elegibles para participar. Los participantes “eran mujeres y hombres no fumadores, sanos, entrenados y sin enfermedades cardiovasculares o metabólicas conocidas, según lo evaluado por un historial médico y un examen médico completo”, indica el estudio.
Aclaran, también, que “todos los participantes eran muy activos (>30 min, 4 días/semana de actividad física estructurada, >3 años), delgados (IMC <25 kg/m2; % de grasa corporal <30 %), de mediana edad (25–55 años), y peso estable (±2 kg) durante al menos 6 meses antes del comienzo del estudio”, agregan.
Los días de descanso eran los miércoles, sábados y domingos. El plan de alimentación estuvo especialmente diseñado con una ingesta de proteínas de entre 1,1 y 1,8 g por kg de peso corporal al día.
El doctor Arciero, manifestó: “Aquí mostramos por primera vez que para las mujeres, el ejercicio durante la mañana reduce la grasa abdominal y presión arterial, mientras que el ejercicio nocturno en las mujeres aumenta la fuerza muscular, la potencia y la resistencia de la parte superior del cuerpo, y mejora el estado de ánimo general y la saciedad nutricional”.
“También mostramos que para los hombres, el ejercicio nocturno reduce la presión arterial, el riesgo de enfermedades cardíacas y la sensación de fatiga, y quema más grasa, en comparación con el ejercicio matutino”, expresó el médico investigador.
El experto, a su vez, destacó que su investigación demostró “los beneficios del ejercicio multimodal (RISE) tanto matutino como vespertino para mejorar la salud cardiometabólica y del estado de ánimo, así como los resultados de rendimiento físico en mujeres y hombres”.
El equipo concluyó que el tiempo de ejercicio por día “puede ser importante para optimizar la salud individual inducida por el ejercicio y los resultados de rendimiento en individuos físicamente activos y puede ser independiente de la ingesta de macronutrientes”.