Hay múltiples enfermedades que pueden generar molestias en los ojos y provocar que se hinchen, se infecten e incluso que sea difícil ver.
Una de ellas es la blefaritis, que es conocida por provocar una hinchazón pronunciada en la zona de los párpados. Por lo general, explica la Clínica Mayo de Estados Unidos, puede afectar a los dos ojos.
“A menudo, aparece cuando se obstruyen las pequeñas glándulas sebáceas cerca de la base de las pestañas, lo cual causa irritación y enrojecimiento. Son varias las enfermedades y los trastornos que pueden provocar blefaritis”, explica la Clínica Mayo.
Por su parte, Medline Plus, la enciclopedia virtual de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, señala que entre las principales causas de esta afección están el crecimiento desproporcionado de múltiples bacterias en los párpados, la aparición de un ácaro de la piel que se conoce con el nombre de demodex y la disminución o los cambios en los aceites que secretan los párpados.
Así mismo, hay algunas personas que pueden ser más proclives a desarrollar esta enfermedad. Entre ellas están aquellas que tienen “una afección cutánea llamada dermatitis seborreica o seborrea. Este problema compromete el cuero cabelludo, las cejas, los párpados, la piel detrás de las orejas y los pliegues de la nariz”.
También pueden ser más vulnerables a la blefaritis las personas que presentan alergias en las pestañas, tienen una acumulación de bacterias que normalmente se encuentran en la piel o padecen de una complicación cutánea que causa erupciones rojas en la cara, conocida con el nombre de rosácea.
Entre los síntomas más comunes, Medline Plus cita la presencia de escamas que se pegan en la base de las pestañas, el enrojecimiento, la picazón y la irritación en los párpados e incluso la formación de costras e hinchazón.
“Usted puede sentir como si tuviera arena o polvo en el ojo cuando parpadea. Algunas veces, las pestañas se pueden caer. Los párpados pueden resultar cicatrizados si la afección continúa por largo tiempo”, concluye el sitioweb de la entidad.
Y agrega que la mejor estrategia para que los pacientes eviten la aparición de la blefaritis pasa por mantener una higiene frecuente de los párpados.
De otro lado, la Clínica Mayo señala que se trata de un trastorno crónico cuyo tratamiento no es fácil. Y si bien sostiene que es una condición médica que genera molestias, es incómoda e incluso puede acomplejar a los pacientes debido a que es antiestética, no se trata de una enfermedad que pueda causar problemas o daños permanentes en la visión, ni tampoco es contagiosa.
Eso sí, hace referencia a múltiples complicaciones que pueden sufrir las personas si no reciben un tratamiento adecuado para la blefaritis.
Para empezar, la Clínica Mayo indica que esta condición puede hacer que las pestañas se caigan, crezcan desviadas o incluso cambien de color.
“La blefaritis crónica puede provocar un proceso de cicatrización en los párpados. O bien, los bordes de los párpados podrían girarse hacia adentro o hacia afuera”, señala la institución.
Advierte que en algunos casos las personas pueden presentar lagrimeo excesivo, resequedad y la aparición frecuente de conjuntivitis.
Es fundamental tener en cuenta que las personas con esta condición pueden ser más proclives a tener orzuelos en los ojos. “Un orzuelo es una infección que se desarrolla cerca de la base de las pestañas. El resultado es un bulto doloroso en el borde del párpado. Por lo general, los orzuelos son más visibles en la superficie del párpado”, detalla la Clínica Mayo.
Y también advierte que puede haber bultos duros e indoloros en los párpados que son difíciles de quitar.
“Si tienes signos y síntomas de blefaritis que no parecen mejorar a pesar de una buena higiene (limpieza y cuidado regular de la zona afectada), pide una cita con tu médico”, indica la institución médica.
Por su parte, Medline Plus señala que la blefaritis puede tratarse de forma casera con las siguientes medidas:
- Aplicar compresas tibias en los ojos durante cinco minutos, al menos dos veces al día.
- Después de las compresas tibias, frotar suavemente a lo largo del párpado con una solución de agua tibia y un champú para bebés que no produzca lágrimas, en donde este se encuentra con la pestaña, usando un hisopo de algodón.