Uno de los detalles que saltó a la vista después de que se conociera el caso del feminicidio de la DJ Valentina Trespalacios es que el hijo de John Poulos, señalado asesino de la mujer, había tenido una grave enfermedad que le valió gran visibilidad en Estados Unidos.

El menor de edad tenía apenas cuatro años cuando fue diagnosticado con un tipo raro de cáncer, conocido como rabdomiosarcoma, que además se encontraba en una etapa bastante avanzada.

Fue en 2016 cuando Poulos y la madre de su hijo recibieron el diagnóstico y, para garantizar su tratamiento, empezaron una campaña que buscaba recaudar fondos.

Para empezar pidieron ayuda a la organización Victory of the Lamb, una iglesia luterana estadounidense. También acudieron a otras organizaciones, como Gamerosity, que se describe como “una plataforma única que permite a las comunidades recaudar fondos deducibles de impuestos para brindar experiencias enriquecedoras a los niños con cáncer”.

Pero Poulos y su esposa de entonces insistieron en buscar más fondos para garantizar el tratamiento de su pequeño hijo, por lo cual en 2017 hicieron una campaña en GoFundMe. Este sitio web les permite a las personas recolectar dinero para distintas causas, como costear los gastos médicos de un familiar que padece una enfermedad de alto costo.

En la entrada de la página web, que ya no está disponible, la madre del menor de edad contaba que inicialmente pensaron que el dolor de estómago del niño era una enfermedad estomacal leve o un parásito, pero luego recibieron la noticia de que se trataba de un tipo de cáncer extremadamente raro, del cual solo se habían reportado 350 casos en todo Estados Unidos.

En la página, la madre del menor señalaba que él “ha sido un gran luchador hasta ahora, y estamos seguros de que, como todo lo que ha hecho, dará a esta batalla cada onza de energía y fuerza que tiene. Sabemos que Dios tiene un plan. Aunque todavía no entendemos qué es, confiamos en que Él nos ayudará a superar esto”.

Por fortuna, el niño logró acceder a los tratamientos adecuados que le permitieron superar su cáncer y mejorar su estado de salud.

Lo increíble del caso del hijo de Poulos es que se hizo tan conocido que en 2018 llegó a ser recibido por el expresidente de la Cámara de Representantes de los Estados Unidos.

“Es un luchador que venció una forma muy rara de cáncer. Ahora recibió un escaneo claro y estoy feliz de tenerlo como mi invitado”, escribió Ryan a través de su cuenta oficial de Twitter.

¿Cómo es el cáncer que afectaba al hijo de Poulos?

El rabdomiosarcoma es, en efecto, un tipo de cáncer que se presenta en niños y niñas. Se trata de un sarcoma, es decir, un cáncer que se desarrolla en los tejidos blandos.

El diagnóstico temprano de un cáncer infantil es clave para mejorar los resultados del tratamiento. | Foto: Getty Images

Según advierte el Instituto Nacional de Cáncer de Estados Unidos, “el rabdomiosarcoma suele comenzar en los músculos que se unen a huesos y que ayudan a mover el cuerpo, pero puede aparecer en muchas partes del cuerpo”.

Además, señalan que el rabdomiosarcoma es el tipo de sarcoma de tejido blando más frecuente entre los niños.

El cáncer infantil es poco común, pero puede trastocar enormemente la salud de niños y niñas. | Foto: Getty Images

Este rabdomiosarcoma, a su vez, puede presentarse de cuatro formas: el rabdomiosarcoma embrionario, que se presenta en la cabeza, el cuello o los órganos genitales; el alveolar que se presenta en las piernas, los brazos o en la zona anal; el de célula fusiforme que se caracteriza por ser más agresivo y también puede presentarse en la cabeza y el cuello; y el pleomórfico, que se caracteriza por tener distintas formas y ser poco común entre los niños.

Generalmente, anota el Instituto Nacional de Cáncer de Estados Unidos, este tipo de cáncer se presenta en una masa que empieza a aumentar su tamaño con el paso de los días.

Entre los síntomas más comunes citan los siguientes:

  • La aparición de un bulto o inflamación que crece cada vez más o no desaparece y que a veces duele.
  • Ojos bizcos o saltones.
  • Dolor de cabeza.
  • Problemas para orinar o para tener una evacuación intestinal.
  • Presentar sangre en la orina.
  • Tener sangrado de la nariz, la garganta, la vagina o el recto.