Durante la etapa del envejecimiento se suelen presentar diversas afecciones, esto como resultado de que el cuerpo ya no cuenta con las mismas condiciones, ni la misma vitalidad; pese a esto, los problemas de visión siguen siendo más frecuentes en pacientes jóvenes, debido a que han estado desde edades tempranas en contacto con las pantallas y las nuevas tecnología, lo que ha aumentado los problemas en la visión.

Sin embargo, a continuación se describirán los padecimientos que suelen afectar a los pacientes entre los 40 y los 60 años y los cuidados que deben tener para prevenirlos. El Centro Oftalmológico menciona que en estas edades las personas suelen padecer de presbicia o vista cansada.

Un porcentaje muy elevado de personas sufre presbicia o vista cansada a partir de los 40 años, en los pacientes con hipermetropía ocurre antes y en los miopes después. La presbicia se caracteriza por una incapacidad para enfocar los objetos cercanos, es decir, se pierde la destreza para enfocar objetos situados a 25-30 cm, que es la distancia habitual de lectura.

Este padecimiento suele surgir como un proceso natural, en medio de la etapa del envejecimiento, además no surge de sopetón, sino que se va dando de manera progresiva.

La acelga trae grandes beneficios para la salud visual. | Foto: Con derechos gestionados de Getty Images

Síntomas

  • Alejar cada vez más los libros al leer.
  • Tener sensación de cansancio o fatiga ocular tras realizar trabajos que requieran esfuerzo visual de cerca, enrojecimiento ocular, visión borrosa y cefaleas.
  • Este padecimiento se suele corregir por medio de la formulación de gafas o lentes de contacto; en dado caso de que el paciente no quiera optar por ninguna de las anteriores opciones de tratamiento, se podría hacer una cirugía refractiva intraocular con implante de lente multifocal (parte de la óptica de la lente está enfocada de cerca y la otra de lejos).

Otro padecimiento que suele ser frecuente en dicho rango de edad es el síndrome del ojo seco, este suele ser un síntoma que surge con el paso de los años, debido a los cambios hormonales que se presentan dentro del cuerpo, lo que significa que las mujeres son más propensas a padecer del síndrome del ojo seco. Aunque en algunas ocasiones también puede presentarse en pacientes que padecen de enfermedades sistémicas, sobre todo de tipo reumatológico como la artritis reumatoide.

El síndrome del ojo seco “es un síndrome provocado por un defecto en la lubricación de la superficie ocular, que ocurre como consecuencia de que la lágrima que tiene que hidratar la córnea no es de “buena calidad”; además en la mayoría de las ocasiones se acompaña de una función deficiente de las glándulas del párpado, que son las que producen el componente más espeso (lipídico y mucinoso) de dicha lágrima”.

La sequedad en los ojos suele presentarse con más frecuencia en las mujeres con la llegada de la menopausia. | Foto: Getty Images

El tratamiento para eliminar el síndrome del ojo seco se enfoca en mejorar la calidad de la lágrima; esto se hace mediante medidas de higiene y un tratamiento tópico con lubricantes oculares (lágrimas artificiales y geles lubricantes de superficie ocular), lo ideal es que sea el profesional de la salud quien formule las gotas adecuadas para cada persona; por ende hay que abstener de automedicarse o de hacer uso de productos ajenos, ya que puede que no sirva para todos los pacientes o que se puedan transmitir otras infecciones al usar gotas que no son de uso propio.

Cuando este síndrome es severo, puede que se requiere del uso de ciclos de corticosteroides tópicos oculares o emplear inmunomoduladores tópicos, así como el empleo de dispositivos que reduzcan el drenaje de la lágrima (tapones lagrimales).