Un ataque cardíaco se produce cuando hay una obstrucción de una arteria (vaso sanguíneo) que suministra sangre al tejido cardíaco.
De acuerdo a los expertos de la Clínica Mayo, ocurre cuando se obstruye una arteria que lleva sangre y oxígeno al corazón. Los depósitos de grasa, que contienen colesterol, se acumulan con el tiempo y forman placas en las arterias del corazón. Si una placa se deteriora, puede formarse un coágulo de sangre. Los coágulos pueden obstruir las arterias y provocar un ataque cardíaco.
Ahora bien, aunque por lo general el dolor en el pecho es el síntoma más común, algunas personas que tienen un ataque cardíaco no presentan dolor en el pecho. Por eso es importante estar enterado de los otros signos de alerta, según The Texas Heart Institute.
Según la Clínica Universidad de Navarra, el infarto se reconoce por la aparición brusca de los síntomas característicos: dolor intenso en el pecho, en la zona precordial (donde la corbata), sensación de malestar general, mareo, náuseas y sudoración. El dolor puede extenderse al brazo izquierdo, a la mandíbula, al hombro, a la espalda o al cuello.
Cabe resaltar que no todas las personas que sufren un ataque cardíaco tienen síntomas como los que se ven en la televisión o el cine. No siempre se presenta el dolor repentino que hace que la persona se agarre el pecho y se desplome en el suelo.
Signos de alerta del ataque cardíaco
Los síntomas de un ataque cardíaco varían. En algunas personas, estos síntomas son leves. Otras personas tienen síntomas graves. Algunas personas no presentan síntomas.
- Dificultad para respirar sin que haya una explicación obvia.
- Presión, ardor, tensión o molestia opresiva en el pecho que dura cinco minutos o más.
- Molestia constante que parece indigestión.
- Presión incómoda del pecho que irradia a los hombros, los brazos, el cuello, la mandíbula o la espalda.
- Mareo, desmayo, sudor o malestar estomacal.
- Ansiedad, debilidad, náuseas o cansancio inexplicables.
- Dolor o molestias que se propagan al hombro, al brazo, a la espalda, al cuello, a la mandíbula, a los dientes o, a veces, a la parte superior del abdomen.
Las mujeres pueden tener síntomas atípicos, como dolor punzante o breve en el cuello, el brazo o la espalda. A veces, el primer síntoma de un ataque cardíaco es un paro cardíaco repentino.
Ataque cardíaco silencioso
Lo mismo sucede durante un ataque cardíaco silencioso: las arterias obstruidas impiden que la sangre oxigenada llegue al corazón. La única diferencia es que el problema pasa desapercibido. “No es necesariamente que no haya habido síntomas; es posible que el paciente no los haya reconocido como síntomas cardíacos y no se haya preocupado”, afirma el Dr. Eduardo Marban, director ejecutivo del Smidt Heart Institute en Cedars-Sinai Medical Center en Los Ángeles.
Por ejemplo, no es poco común que se ignore un ataque cardíaco silencioso porque se piensa que es una indigestión, una distensión muscular o un esguince, agotamiento o “simplemente sentirse muy cansado”, según Marban.
Recomendación:
Muchas personas se demoran en buscar atención médica porque no saben que estos síntomas pueden asociarse con un ataque cardíaco; creen que el ataque cardíaco siempre duele.
Lo cierto es que si se tiene alguno de estos síntomas durante 5 minutos o más se debe ir al médico de inmediato. Pedir una ambulancia (marcando el 9-1-1) o pedir a alguien que le lleve al servicio de urgencias del hospital más cercano.