El estrés, que se caracteriza por ser un estado de tensión física y emocional, ha sido asociado en distintas investigaciones científicas a un deterioro progresivo del estado de salud.
“En pequeños episodios el estrés puede ser positivo, como cuando le ayuda a evitar el peligro o cumplir con una fecha límite. Pero cuando el estrés dura mucho tiempo, puede dañar su salud”, explica la enciclopedia virtual MedlinePlus, de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos.
En un artículo escrito por Ángel Durántez, doctor en Medicina y Cirugía para el medio El Confidencial de España, se advierte que, en efecto, el estrés puede incrementar el envejecimiento en las personas que lo experimentan con frecuencia.
Durántez citó una investigación que realizaron científicos estadounidenses y suecos, quienes se preocuparon por medir cuáles eran los impactos que tenía el estrés en los procesos biológicos del organismo.
Advirtió que los científicos usaron a dos ratones, los unieron por medio de un proceso llamado parabiosis, que les obligaba a compartir sangre e incrementaba los niveles de estrés. Como resultado, se dieron cuenta de que los ratones envejecían con mayor rapidez que antes.
Uno de los puntos más interesantes de la investigación se dio cuando separaron a los dos roedores, pues ese proceso tuvo un efecto rejuvenecedor: su reloj biológico volvió a la normalidad y dejaron de envejecer a un ritmo acelerado.
No obstante, los investigadores quisieron ir más allá e identificar si estos hallazgos podían extrapolarse a la condición física de seres humanos. Así pues, siguieron a individuos que habían vivido eventos específicos que les causaron altos niveles de estrés, pero que habían sido superados con el tiempo.
Entre otras cosas, les hicieron seguimiento a los individuos que tuvieron que ser sometidos a procedimientos quirúrgicos complejos. Aunque su reloj biológico mostraba que habían envejecido después de la intervención, conforme se consolidó su proceso de recuperación la edad biológica volvió a su estado natural.
Algo similar ocurrió, según Durántez, con otras personas que habían pasado por estadios como el embarazo o la pandemia de covid-19, que recientemente dejó de ser una emergencia sanitaria de preocupación internacional, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS).
En pocas palabras, el experto médico concluyó que los resultados de estos esfuerzos científicos muestran que en algunas ocasiones los seres humanos tienen la capacidad de restablecer su edad biológica en tanto pasen por eventos estresantes que sean relativamente pasajeros.
¿Cuándo el estrés se convierte en un problema de salud?
MedlinePlus explica que es importante para los individuos comprender qué tipo de estrés están sufriendo y cuándo empieza a convertirse en un problema de salud.
Por un lado, esa fuente médica señala que las personas pueden presentar estrés agudo o crónico. El primero es un estado de tensión de corto plazo que se supera con relativa facilidad, pero el segundo se da cuando hay un estrés de larga duración que puede estar impulsado por problemas o situaciones que se mantienen durante tiempos prolongados.
Entre otras cosas, MedlinePlus les recomienda a los pacientes acudir a los servicios médicos si presentan síntomas como pánico, vértigo, agitación, respiración rápida o latidos cardíacos acelerados. Lo mismo deben hacer si la sensación de estrés interfiere constantemente en las actividades diarias del trabajo o el hogar.
También puede ser buena idea consultar con un médico en caso de que las personas presenten miedo que se les hacen difíciles de controlar o en caso de que tengan recuerdos de un evento traumático de forma frecuente.
“Su proveedor podría referirlo a un proveedor de atención de salud mental. Puede hablar con este profesional acerca de sus sentimientos, lo que parece hacer que su estrés empeore o mejore, y porque cree que tiene este problema. Usted también puede trabajar en la construcción de formas para reducir el estrés en su vida”, concluye MedlinePlus.