La Organización Panamericana de la Salud (OPS) define la diabetes como una enfermedad metabólica crónica que se caracteriza por presentar niveles elevados de glucosa o azúcar en la sangre, que con el tiempo conduce a daños graves en el corazón, los vasos sanguíneos, los ojos, los riñones y los nervios.

La mencionada fuente indica que la más común es la tipo 2, que se desarrolla principalmente en adultos y ocurre cuando el cuerpo se vuelve resistente a la insulina o no produce suficiente de esta hormona, que es la encargada de permitir el paso de la glucosa a las células para que estas la conviertan en energía.

Además de las afectaciones mencionadas anteriormente, la diabetes también puede causar enfermedades cardíacas, derrames cerebrales y la necesidad de amputar un miembro. Las mujeres embarazadas pueden desarrollar diabetes, en este caso llamada gestacional.

La diabetes no se genera por el consumo de azúcar, sino de carbohidratos. | Foto: Getty Images

Pero contrario a lo que podría pensarse y los mitos que se han generado en torno al impacto del azúcar en la diabetes, lo cierto es que un consumo excesivo de esta sustancia no provoca la aparición de esta condición. Esta enfermedad se genera por la falta o el rechazo del organismo a la insulina y estas deficiencias no están provocadas por un exceso de azúcar en la dieta, precisa la Federación Mexicana de Diabetes.

Lo que sí es cierto es que el consumo de muchas calorías y la falta de actividad física de forma regular pueden favorecer el sobrepeso. Así, el consumo de azúcar puede influir en la diabetes tipo 2 en la medida en que contribuye a que las personas ganen kilos, si hay una predisposición genética de base, indican los expertos.

Así las cosas, tanto las personas que comen dulces como las que no pueden ser diagnosticadas con diabetes en algún momento de sus vidas, por ello la mejor opción siempre es llevar una dieta sana y equilibrada y realizar ejercicio con regularidad para prevenir el desarrollo de esta enfermedad.

La obesidad es uno de los principales factores de riesgo para que se genere diabetes. | Foto: Getty Images

La diabetes y el azúcar

Sin embargo, el portal Medical News Today aclara que cuando una persona tiene diabetes, comer demasiado azúcar puede empeorar sus síntomas, ya que la misma enfermedad hace que sea más difícil para el cuerpo controlar los niveles de glucosa en la sangre. “Las personas con diabetes tipo 1 deben tener cuidado con su consumo de azúcar”, precisa.

Este sitio web refiere un estudio en el que se examinó a personas en 175 países y encontró que más azúcar en el suministro de alimentos produjo un aumento de las tasas de diabetes. Específicamente, el análisis determinó que por cada 150 calorías adicionales de azúcar disponibles por día por persona, los niveles de diabetes aumentaron uno por ciento. Esta situación se presentó incluso cuando los investigadores lograron controlar otros factores relacionados con la diabetes, como la obesidad, el ejercicio y el consumo general de calorías.

Así las cosas, es importante reducir el consumo de aquellos alimentos que endulzados con azúcar, así como las bebidas azucaradas. El portal Healthline indica que las galletas y otros alimentos empaquetados no son buenas opciones para las personas diabéticas, como tampoco los cereales edulcorados para el desayuno, los jugos de fruta, los yogures con sabor a fruta, el pan y el arroz blanco y las bebidas de café aromatizadas.

Evitar la ingesta de productos endulzados con azúcar es clave para evitar complicaciones con la diabetes. | Foto: Getty Images

Recomendaciones para diabéticos

Para prevenir afecciones mayores, la Sociedad de Diabetes de Estados Unidos hace algunas recomendaciones para las personas con este padecimiento.

  • Comer carbohidratos con un índice glucémico (IG) bajo o medio, como pan integral, avena o fruta.
  • Optar por proteínas magras, y elegir grasas saludables para reducir los antojos de comida. Esto ayudará a las personas a sentirse más satisfechas por más tiempo.
  • Comer vegetales sin almidón, como alcachofas, brócoli, berenjenas, setas y nabos.
  • Limitar o evitar los bocadillos azucarados y las bebidas alcohólicas.
  • Evitar los alimentos procesados con pocos nutrientes, que pueden ser ricos en sodio, azúcares añadidos y grasas no saludables.
  • Comer porciones más pequeñas con más frecuencia. Las comidas abundantes pueden causar picos de azúcar en la sangre, y el hambre entre comidas hace que se consuman más productos poco saludables.