Por medio de un comunicado público, la Superintendencia Nacional de Salud informó que le hizo una auditoría a la Empresa Social del Estado (ESE) Universitaria del Atlántico, en la cual encontró cerca de 40 hallazgos. Vale recordar que esta institución viene operando desde finales de 2021.
De acuerdo con la información compartida por la SuperSalud, 38 de los hallazgos estuvieron relacionados con asuntos administrativos, uno con asuntos fiscales y otro con componentes de prestación de servicios que incluso tiene incidencia disciplinaria.
“La ESE conformada por cinco sedes ubicadas en las ciudades de Barranquilla, Soledad y Sabanalarga, tiene como objeto la prestación de servicios de salud de mediana y alta complejidad en las fases de promoción, prevención, diagnóstico, tratamiento, rehabilitación y cuidados paliativos”, explicó la SuperSalud.
Según ese ente, el equipo auditor que había sido designado encontró que la ESE no estaba garantizando la gestión del riesgo en salud y subrayó que, sobre todo, no se garantizaba la implementación de la ruta maternoperinatal.
Esta ruta es clave, pues tiene como objetivo garantizar la prestación de los servicios de salud a las mujeres que se encuentran en estado de embarazo y a sus bebés.
“Dentro de los hallazgos se identificaron, incumplimientos en las responsabilidades frente a la habilitación de servicios ante la entidad territorial, evidenciando en el Centro de Atención Complementaria Especializado - Alta Complejidad Adultos, servicios prestados no habilitados como hospitalización en salud mental”, detalló la SuperSalud.
La auditoría, además, mostró falencias en el servicio farmacéutico de la ESE, pues en las sedes del Centro de Atención Complementaria Especializado - Alta Complejidad Adultos y Centro de Atención Complementaria Regional - CACR Soledad no había existencias suficientes en carros de paro de medicamentos y dispositivos médicos para atender distintas necesidades de los pacientes las 24 horas, y presentó fallas en la gestión de insumos, dispositivos y medicamentos en áreas críticas de la institución”.
No obstante, advirtieron que la ESE interpuso un recurso jurídico que debe ser estudiado y resuelto de fondo por parte de las autoridades correspondientes.
La auditoría, además, mostró falencia en el servicio farmacéutico de la ESE, pues en las sedes del Centro de Atención Complementaria Especializado - Alta Complejidad Adultos y Centro de Atención Complementaria Regional - CACR Soledad no había existencias suficientes en carros de medicamentos y dispositivos médicos para atender distintas necesidades de los pacientes. Tampoco contaban con equipos necesarios para las imágenes diagnósticas, según anotó la SuperSalud.
Otro punto preocupante fueron las fallas en el manejo de las historias clínicas físicas, pues la auditoría concluyó que no hay inventarios actualizados de los registros clínicos de los hospitales que habían sido liquidados.
Además, dieron detalles de algunos problemas financieros en el interior de la ESE entre noviembre de 2021 y 2022.
“A la fecha de la auditoría la entidad tenía servicios prestados no facturados de los periodos 2021 y 2022 por valor de $1.900 millones; la Superintendencia constató que la gestión financiera de la ESE en la vigencia 2022, fue ineficiente, ya que sus ingresos operacionales fueron inferiores a sus costos y gastos, generando pérdidas operacionales cercanas a los $48.293 millones”, sostuvo la SuperSalud.
Y advirtió que esta situación pone en riesgo el equilibrio financiero de la entidad, que apenas lleva dos años operando. Así mismo, hicieron referencia a una presunta irregularidad de orden fiscal en materia de contratación.
“La Superintendencia determinó la existencia de un hallazgo con presunta incidencia fiscal relacionado con posibles irregularidades en la contratación del servicio de ambulancia para el traslado de los pacientes a la entidad Unión Vital S.A.S. como parte del plan de contingencia para la toma de imágenes diagnósticas por daño en los equipos de la institución”, indicó la SuperSalud.
Por último, el ente de control y vigilancia señaló que después de la auditoría, la ESE tendrá que presentar un Plan de Mejoramiento que debía ser entregado en los 10 hábiles posteriores a la notificación (que se hizo el pasado 31 de marzo).
“Una vez se verifique que dicho plan permite subsanar y conjurar las causas de fondo que generaron los hallazgos, a fin de evitar que situaciones similares se vuelvan a presentar y pongan en riesgo la seguridad de los usuarios”, concluyó la SuperSalud.