Si hay un tema en el que la Organización Mundial de la Salud ha concentrado gran parte de sus esfuerzos en el último par de años es en prevenir una pandemia de las dimensiones de la que ocasionó el covid-19, que dejó más de siete millones de personas fallecidas en todo el mundo.

Por ello, cerca de 200 científicos, provenientes de 50 países, se dieron cita para participar en un ejercicio preventivo: actualizar la lista de patógenos, virus y bacterias, que podrían detonar la próxima epidemia o pandemia en el planeta. Y la OMS espera que la actualización de esta lista permita a las autoridades sanitarias de todos los países establecer dónde centrar los esfuerzos para el desarrollo de tratamientos, vacunas y diagnósticos nuevos.

Esta lista ahora incluye el virus de la influenza A, el virus del dengue y el virus de la viruela del mono. | Foto: Getty

Esta lista ahora incluye el virus de la influenza A, el virus del dengue y el virus de la viruela del mono, marcando un hito crucial en la identificación y priorización de amenazas potenciales para la salud pública mundial.

Tras este ejercicio, se seleccionó a aquellos con potencial para causar emergencias de salud pública global, como una pandemia. Esta selección se basó en la evidencia de que los patógenos eran altamente transmisibles y virulentos, y que había un acceso limitado a vacunas y tratamientos.

Se pudo establecer que entre los más de 30 patógenos prioritarios, se encuentran el grupo de coronavirus conocido como Sarbecovirus, que incluye el SARS-CoV-2 —justamente, el que causó la pandemia mundial de covid-19—, así como los Merbecovirus, de los que hace parte el virus que ocasiona el síndrome respiratorio de Oriente Medio (MERS).

En la temida lista también se encuentra la llamada viruela del mono, que nació en África y en cuestión meses alcanzó a encender las alarmas en varios países del mundo en 2023, así como media docena de virus de influenza A, incluido el subtipo H5, causante del brote de ganado en varias regiones de Estados Unidos.

Además, se sabe que entre las bacterias que fueron incluidas en la lista, se destacan cepas que causan neumonía, cólera, peste, disentería y hasta diarrea.

Estos hallazgos fueron recogidos en un informe, según el cual las prioridades de estos potenciales virus y bacterias pueden diferir, dependiendo de la región. En ese sentido, África está en el centro de la preocupación: allí, uno de los peligros lo representan los filovirus, que causan enfermedades graves en humanos y primates no humanos. Entre ellos, el Orthoebolavirus zairense, más conocido como virus del Ébola, o el Orthoebolavirus marburgense, el llamado virus de Marburgo. También están zika, dengue y chikungunya.

Se sabe que entre las bacterias que fueron incluidas en la lista, se destacan cepas que causan neumonía, cólera, peste, disentería y hasta diarrea. | Foto: Getty Images

En América en general, los patógenos prioritarios específicos son el Orthohantavirus sinnombrense y el Alphavirus venezolano. El primero causa el síndrome pulmonar por hantavirus, y el segundo causa la encefalitis equina venezolana (VEE).

Se incluyeron igualmente el dengue y el zika, endémicos en esta zona. No se descarta el Mammarenavirus juninense, llamado en algunas regiones como virus de Junín, y el Orthobunyavirus oropoucheense, virus de Oropouche, que se encuentra en América del Sur, especialmente en la región amazónica de Brasil, así como en Perú y otros países tropicales.

Frente a este último, el reciente aumento en el número de casos de la fiebre de Oropouche y las primeras muertes asociadas a él llevaron a la Organización Panamericana de la Salud (OPS) a emitir una alerta epidemiológica para reforzar la vigilancia e implementar el diagnóstico del virus que produce la enfermedad.

Esta se manifiesta con síntomas parecidos a los del dengue, aunque más leves, como fiebre repentina, dolor de cabeza intenso, dolor en las articulaciones y músculos, y, en algunos casos, exantema (erupción cutánea), fotofobia, diplopía (visión doble), náuseas, vómitos y diarrea. Los síntomas pueden durar de cinco a siete días.

“Al priorizar la investigación sobre familias enteras en lugar de un puñado de patógenos prioritarios individuales, esta estrategia refuerza la capacidad de responder eficientemente a variantes imprevistas, patógenos emergentes, transmisiones zoonóticas y amenazas desconocidas como el “patógeno X”, dice el informe del organismo.

El “patógeno X” es un término usado por la OMS para referirse a un patógeno desconocido que puede causar una epidemia o pandemia grave. “Las lecciones extraídas de la pandemia de covid-19 subrayan la importancia de seguir invirtiendo en investigación básica, clínica y de implementación, desarrollo tecnológico e innovación en ingeniería”, señala el organismo internacional.