El colágeno es una de las sustancias más importantes para el cuerpo que se produce a partir de la combinación de aminoácidos, que son nutrientes que están contenidos en los alimentos ricos en proteínas, junto con otros elementos como la vitamina C, el zinc y el cobre.
El colágeno contribuye al buen funcionamiento de huesos, dientes, músculos, piel, articulaciones y algunos tejidos conectivos. De acuerdo con el Grupo Sanitas de España, es la sustancia principal que le otorga elasticidad a la piel, previniendo la aparición de arrugas.
Como suplemento es muy popular. Sin embargo, hay ciertas situaciones en las que los médicos aconsejan no tomar colágeno. Estas son algunas de ellas:
Alergias: Las personas alérgicas a las proteínas del colágeno, que a menudo proviene de fuentes animales como vacas, pollos o peces, deben evitar estos suplementos para prevenir reacciones.
Problemas renales: Los suplementos de colágeno contienen aminoácidos que pueden afectar la función renal. Las personas con enfermedades renales deben consultar a un médico antes de tomarlo.
Embarazo y lactancia: No hay suficiente evidencia científica sobre la seguridad del colágeno durante el embarazo y la lactancia. Las mujeres embarazadas o lactantes deben hablar con su médico antes de comenzar cualquier nuevo suplemento.
Interacciones con medicamentos: El colágeno podría interactuar con ciertos medicamentos o tratamientos médicos. Es importante consultar con un médico si se está tomando medicación crónica o se está bajo tratamiento médico.
Problemas digestivos: Algunas personas pueden experimentar problemas digestivos, como hinchazón, diarrea o malestar estomacal al tomar colágeno. Si estos síntomas ocurren, es recomendable dejar de tomar el suplemento y consultar a un médico.
Contaminantes: Los suplementos de colágeno pueden contener contaminantes si no se producen bajo estándares de alta calidad. Elegir productos de fuentes confiables y marcas reconocidas puede minimizar este riesgo.
Colágeno hidrolizado
Una forma de aumentar esta sustancia es con el colágeno hidrolizado.
“Este colágeno hidrolizado se obtiene principalmente de hueso y cartílago bovino. Es especialmente útil para promover la producción de colágeno en el cuerpo, ayudando a fortalecer articulaciones, uñas y cabello”, explicó el portal Muy Saludable.
Asimismo, añade que “se recomienda consumirlo a partir de los 30 años, cuando la piel empieza a desgastarse de manera notable, aunque, si se pasa mucho tiempo bajo el sol o se fuma, se puede empezar a consumirlo antes, debido al desgaste de la piel en ambas actividades”.
Además, la ingesta de colágeno podría ayudar a prevenir el riesgo de enfermedades cardíacas, pues esta proteína colabora en la estructuración de las arterias y los vasos sanguíneos que transportan la sangre. Sin la proteína, las arterias podrían deteriorarse y volverse frágiles.
No obstante, según indica la enciclopedia médica MedlinePlus, tomar dosis altas de 15 gramos al día podría aumentar el riesgo de efectos secundarios, como dolor de garganta, encías hinchadas y llagas en la boca.
Algunos alimentos que ayudan con la producción de colágeno son huevos, verduras, carnes rojas, pollo; cítricos (pomelos/toronjas), bayas (frambuesas, arándanos y moras), frutas tropicales (mango, kiwi, piña y guayaba); ajo, y hojas verdes (espinaca, col rizada, acelgas, brócoli y demás verduras).