La osteoartritis o artrosis es la forma más común de la artritis y afecta a millones de personas en todo el mundo. El instituto de investigación Mayo Clinic asegura que se produce cuando el cartílago protector que amortigua los extremos de los huesos se desgasta con el paso del tiempo.

La Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos explica que en una articulación sana, los extremos de los huesos están cubiertos con un tejido suave y resbaloso llamado cartílago, el cual los protege y les ayuda a deslizarse fácilmente cuando se mueve la articulación.

Con la osteoartritis, el cartílago se rompe y se vuelve áspero. En ocasiones, se desgasta totalmente y los huesos se frotan entre sí, y pueden crecer protuberancias de hueso adicional en el área de la articulación llamadas espolones óseos.

La artrosis se caracteriza por el desgaste del cartílago que protege las articulaciones. Foto: Getty Images. | Foto: Getty Images

Aunque la osteoartritis puede dañar cualquier articulación, el trastorno afecta de manera más frecuente a las de las manos, las rodillas, las caderas y la columna vertebral.

Los síntomas de la osteoartritis generalmente se pueden controlar, aunque el daño a las articulaciones no es posible revertirlo, precisa la mencionada fuente. Mantenerse activo, tener un peso saludable y recibir ciertos tratamientos pueden retrasar el avance de la enfermedad y ayudar a mejorar el dolor y la función de las articulaciones.

Los principales síntomas

Los especialistas aseguran que los signos de la artrosis con frecuencia se desarrollan de manera lenta y empeoran con el tiempo. Estos son de los más frecuentes y que comienzan a evidenciar la enfermedad.

  • Dolor. Las articulaciones afectadas pueden doler durante o después del movimiento.
  • Rigidez. La rigidez en las articulaciones puede ser más notoria al despertar o después de estar inactivo.
La enfermedad afecta a rodillas, caderas, manos y espalda, principalmente. | Foto: Getty Images
  • Pérdida de flexibilidad. Es posible que el paciente no pueda mover la articulación en todo su rango de movimiento.
  • Sensación chirriante. Se puede presentar una sensación chirriante al usar la articulación y que se oigan chasquidos.
  • Osteofitos. Estos pedazos adicionales de hueso se sienten como bultos duros y pueden formarse alrededor de la articulación afectada.
  • Hinchazón. Esto puede producirse por la inflamación de los tejidos blandos alrededor de la articulación.

Factores de riesgo

La Biblioteca de Medicina asegura que las cosas que hacen más propensa a una persona a desarrollar osteoartritis incluyen:

  • Envejecimiento: esta enfermedad puede presentarse a cualquier edad, pero la probabilidad de contraerla aumenta en adultos de mediana edad y mayores. Después de los 50 años, es más común en mujeres que en hombres.
  • Tener sobrepeso: el peso extra ejerce más presión sobre las articulaciones.
  • Realizar muchas actividades que usan en exceso la articulación: esto incluye deportes con muchos saltos, giros, carreras o lanzamientos.
La artrosis con frecuencia afecta la columna. Foto: Getty Images. | Foto: Getty Images
  • Tener una articulación que no se alinea correctamente.
  • Antecedentes familiares de artrosis: algunas personas heredan cambios genéticos que aumentan su probabilidad de desarrollar osteoartritis.

Consecuencias

Los expertos aseguran que la artrosis es una enfermedad degenerativa que empeora con el tiempo y que con mucha recurrencia produce dolor crónico. “El dolor y la rigidez en las articulaciones pueden llegar a ser lo suficientemente intensos como para dificultar las tareas diarias”.

Como consecuencia de esta situación y del impedimento que genera la enfermedad, es posible que se presenten trastornos como depresión y problemas para conciliar el sueño, lo que incide directamente en la calidad de vida de los pacientes.

Este padecimiento no tiene cura y, por lo general, empeora lentamente. Por esta razón, todos los tratamientos médicos se centran en el control de los síntomas.