La muerte suele significar el final de la existencia tal y como se le conoce. Cuando una persona fallece, se cree que todo el cuerpo deja de funcionar, desaparece y es el final; independiente de las creencias que se tengan en torno a lo que suceda después.
Sin embargo, desde hace años, los científicos se han dedicado a realizar estudios en torno a qué sucede con el cuerpo y las células después de la muerte. Una de las más recientes investigaciones encontró que estas siguen vivas y pueden adquirir nuevas capacidades luego de que el organismo muere.
Se trata de un estudio dado a conocer por un equipo de la Universidad de Washington y el City of Hope National Medical Center en California, en el cual los científicos determinaron que existe un ‘tercer estado’, en el que las células pueden funcionar incluso después de la muerte del organismo, lo que podría tener implicaciones importantes en la definición legal de la muerte.
Una de las principales conclusiones de la investigación es que después de la muerte de un cuerpo, las células adquieren nuevas capacidades y funciones que no se presentan durante la vida. Precisamente, el ‘tercer estado’ se refiere a que ciertas células tienen esa capacidad de seguir funcionando.
De acuerdo con los investigadores, algunas de ellas, al ser expuestas a nutrientes, oxígeno y otras señales bioeléctricas, pueden transformarse en nuevas formas multicelulares, organismos que pueden realizar funciones que no ejecutaban mientras el cuerpo estaba vivo.
¿Cómo se realizó la investigación?
Las investigaciones científicas se han realizado con animales muertos y también con algunos cuerpos humanos, y se logró establecer que presentan este ‘tercer estado’, lo que podría redefinir lo que se conoce en torno a la muerte legal.
En el análisis, los científicos realizaron una revisión de estudios y encontraron que las células de algunos animales, como las ranas, mostraron comportamientos peculiares después de la muerte. Observaron, por ejemplo, que las células de la piel de estos animales muertos se reorganizaron en nuevos organismos multicelulares llamados xenobots, los cuales se formaron por células que ya no pertenecían a un cuerpo vivo, podían moverse utilizando estructuras similares a pequeños pelos llamadas cilios.
En experimentos anteriores, también se había determinado que células humanas, como las de los pulmones, podían reorganizarse en organismos multicelulares. Así las cosas, estos organismos, llamados anthrobots, también abren la posibilidad de que las células humanas adquieran nuevas capacidades en el llamado tercer estado.
¿Qué pasa desde el punto de vista legal?
Con esta nueva investigación, se abren interrogantes frente a lo que pueda suceder desde el punto de vista legal, teniendo en cuenta que la muerte se define como la terminación irreversible de las funciones vitales. Sin embargo, si las células de un organismo pueden seguir funcionando y hasta tener nuevas habilidades después de la muerte, esto podría cambiar la forma en que se define este concepto y cómo se tratan los cuerpos en las primeras etapas post mortem.
Además, el estudio sugiere que el ´tercer estado´ podría tener aplicaciones desde el punto de vista de la medicina regenerativa, ya que permitiría a las células dañadas o muertas realizar funciones de regeneración y reparación que antes no se creían posibles.