La salud y el estilo de vida de la madre durante el embarazo condicionan el neurodesarrollo de los niños de 2 años, según se puso de manifiesto un estudio realizado en la Universidad de Turku y el Hospital Universitario de Turku en Finlandia y que se publicó en la revista Pediatric Research.

El niño aprendió a leer cuando tenía dos años (imagen de referencia). | Foto: Getty Images / RichVintage

El proyecto de investigación examinó el desarrollo de las habilidades cognitivas, lingüísticas y motoras de los niños. La adiposidad materna se determinó mediante pletismografía por desplazamiento de aire y la diabetes gestacional con prueba de tolerancia oral a la glucosa. Además, la ingesta dietética durante el embarazo se evaluó con índices de calidad de la dieta y cuestionarios de consumo de pescado.

“En promedio, el neurodesarrollo infantil en nuestros datos estaba en el rango normal. Los resultados de nuestra investigación mostraron que los niños de 2 años cuyas madres habían sido diagnosticadas con diabetes gestacional tenían peores habilidades lingüísticas que los niños cuyas madres no habían sido diagnosticadas con diabetes gestacional”, afirmaron los expertos.

Es importante que los padres enseñen a los hijos a limpiar su ombligo diariamente. | Foto: Getty images

Además, el estudio descubrió que un mayor porcentaje de grasa corporal materna estaba asociado con habilidades cognitivas, de lenguaje y motoras más débiles en los niños. “Nuestra observación es única, ya que estudios previos no han examinado la asociación entre la composición corporal materna y el neurodesarrollo de los niños”, recalcaron los investigadores.

De igual manera, el estudio también ha mostrado que una mejor calidad dietética de la dieta de la madre se asoció con un mejor desarrollo del lenguaje del niño, al igual que un consumo elevado de pescado por parte de la madre.

Los hábitos de Mamá repercuten en la salud de su hijo | Foto: Getty Images / Sally Anscombe

“Una dieta saludable e integral durante el embarazo puede ser particularmente beneficiosa para el neurodesarrollo de los niños cuyas madres pertenecen al grupo de riesgo de diabetes gestacional por sobrepeso u obesidad”, destacan los expertos.

Los niños con trastorno persistente del habla son más propensos a tener problemas para hacer amigos

De otro lado, los trastornos del habla, según Medline Plus, consisten en una “afección en la cual una persona tiene problemas para crear o formar los sonidos del habla necesarios para comunicarse con otros”.

En ese sentido, los niños con trastorno persistente del habla son más propensos a tener problemas para hacer amigos, según lo reveló un estudio llevado a cabo por investigadores de la Universidad de Bristol y que fue publicado recientemente en el Journal of Child Psychology and Psychiatry Advances.

Los expertos investigadores analizaron los datos recopilados de 7.390 participantes Getty Images. | Foto: Getty Images

Los expertos investigadores analizaron los datos recopilados de 7.390 participantes del estudio ‘Children of the 90s’, que asistieron a la clínica a los ocho años de edad. Los resultados para el comportamiento y la depresión se midieron mediante cuestionarios y entrevistas a los 10, 11 y 14 años.

El estudio buscó abordar si los niños con trastorno del habla persistente (que luchan por hacerse entender y pueden ser difíciles de entender o apenas inteligibles) también experimentan mayores niveles de dificultades sociales, emocionales y de comportamiento (SEBD) y, por lo tanto, corren el riesgo de la asociada consecuencias negativas en la vejez.

Los resultados mostraron que los niños con trastorno del habla persistente a los ocho años tenían más probabilidades de mostrar problemas con sus compañeros a los 10 u 11 años en comparación con sus compañeros, según lo informado por maestros y padres. Sin embargo, no parecen ser más propensos que sus pares a reportar síntomas depresivos a los 10 años o a involucrarse en conductas antisociales y de riesgo entre los 11 y los 14 años.

“Nuestros hallazgos demuestran que los problemas persistentes del habla pueden afectar a otros aspectos del desarrollo de un niño. Por lo tanto, es importante monitorear y apoyar a cualquier niño con problemas persistentes del habla a lo largo de sus años escolares. Particularmente después del Covid-19, cuando para algunos niños, el desarrollo del habla se retrasó por el confinamiento”, manifestaron los investigadores.

*Con información de Europa Press.