En un mundo donde las enfermedades crónicas y los trastornos metabólicos se han vuelto cada vez más comunes, la deficiencia de magnesio se ha convertido en un problema de salud subestimado. Este mineral, esencial para el funcionamiento de varios sistemas en el cuerpo, juega un papel clave en la regulación de reacciones bioquímicas. Sin embargo, su deficiencia puede pasar desapercibida debido a los síntomas poco específicos y, en muchos casos, subestimados.
¿Qué síntoma se presenta con la deficiencia de magnesio?
La calcificación patológica ocurre cuando el calcio, en lugar de mantenerse en los huesos y dientes, empieza a acumularse en tejidos blandos como arterias, cerebro, riñones, ojos o incluso el corazón.
Este proceso no solo es doloroso, sino que puede ocasionar daños permanentes. El Dr. Berg explica que el magnesio juega un papel fundamental en el control de los minerales en el cuerpo, especialmente del calcio.
“El magnesio es el controlador maestro del calcio”, asegura el doctor, y señala que cuando hay insuficiencia de este mineral, el calcio se acumula en lugares donde no debería estar, lo que contribuye a la calcificación patológica.
Este desequilibrio mineral no solo afecta los órganos y tejidos donde se acumula el calcio, sino que también puede desencadenar enfermedades graves, como problemas cardiovasculares o enfermedades neurológicas.
Lo más preocupante, según el Dr. Berg, es que la mayoría de las personas no son conscientes de este proceso y tienden a ignorarlo, ya que no se presenta con síntomas evidentes al principio.
La relación entre el magnesio y otros minerales
El magnesio no solo es crucial para la salud ósea, sino que también es esencial para regular el equilibrio de otros minerales, especialmente el calcio. Cuando los niveles de magnesio son bajos, el cuerpo no puede mantener el calcio en los lugares adecuados, lo que lleva a la acumulación del mineral en los tejidos blandos. Este desequilibrio no solo afecta la función de los órganos, sino que también puede alterar el metabolismo celular.
Los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos señalan que muchas personas en el país no consumen suficiente magnesio a través de su dieta, lo que aumenta el riesgo de deficiencia. A pesar de que algunos suplementos pueden ayudar a cubrir esta brecha, muchas veces la ingesta total sigue siendo insuficiente, especialmente en ciertos grupos de población.
¿Quiénes corren más riesgo de sufrir deficiencia de magnesio?
A pesar de que la deficiencia de magnesio puede afectar a cualquier persona, hay ciertos grupos que tienen un mayor riesgo. Según los expertos, las personas mayores de 70 años y las adolescentes son especialmente propensas a no consumir suficientes cantidades de magnesio. Esto se debe en parte a que sus dietas no suelen ser ricas en alimentos que contienen este mineral esencial.
Además, aquellas personas que padecen enfermedades gastrointestinales, como la enfermedad de Crohn o la celíaca, también tienen mayor riesgo de deficiencia de magnesio debido a problemas de absorción intestinal.
Del mismo modo, las personas con diabetes tipo 2 o alcoholismo crónico suelen tener niveles de magnesio más bajos debido a alteraciones metabólicas y problemas en la absorción de nutrientes. Estos grupos deben estar especialmente atentos a los síntomas de deficiencia y considerar tanto cambios en su dieta como el uso de suplementos bajo supervisión médica.
Los síntomas de la deficiencia extrema de magnesio
Los síntomas de la deficiencia de magnesio pueden variar dependiendo de la gravedad de la falta de este mineral. En los casos más leves, las personas pueden experimentar calambres musculares, fatiga, migrañas y temblores en los ojos.
Sin embargo, cuando la deficiencia se vuelve extrema, los efectos pueden ser mucho más graves. Algunos de los síntomas más preocupantes incluyen entumecimiento, hormigueo, convulsiones, alteraciones en el ritmo cardíaco y cambios en la personalidad.
La deficiencia de magnesio también está relacionada con problemas de salud mental, como ansiedad y depresión, ya que este mineral desempeña un papel crucial en la regulación del sistema nervioso.