Las enfermedades e infecciones están a la vuelta de la esquina, pues pueden ocurrir por diversos factores, pues los cambios de clima, la mala alimentación, el estrés y otras circunstancias, favorecen el desarrollo de las mismas en el cuerpo.
Esto se ha estado investigando por varios años. Recientemente, el infectólogo Sunil Ahuja, un médico del Centro de Ciencias de la Salud de la Universidad de Texas en San Antonio, en los Estados Unidos, publicó un estudio en la revista Nature.
El estudio titulado La resiliencia inmunitaria a pesar del estrés inflamatorio promueve la longevidad y resultados de salud favorables, incluida la resistencia a las infecciones, encontró algunas de las posibles causas, entre las que se encontraría la ‘resiliencia inmunológica’.
En medio de su interés por darlo a conocer, el investigador también habló del virus del covid-19 y lo equiparó con el auge del VIH que vivió el mundo entero, manifestando que esa también fue una pandemia en su momento.
En videoconferencia con el diario El País de España: “Sabemos que hay personas expuestas al VIH que no se infectan: antes de que estuviera disponible la terapia antirretroviral, solo entre el 10 % y el 30 % de los niños que nacían de madres con VIH se infectaban; entre el 70 % y el 90 % de los niños se resistían al VIH a pesar de la exposición documentada”, relacionando las enfermedades y su desarrollo, con la genética.
“Hay una susceptibilidad variable a esa infección. Y con la covid es lo mismo. Y con la gripe y otros virus. También hay personas que viven vidas más largas y otros más cortas y tienen exactamente el mismo entorno”, manifestó el infectólogo.
Así, para ilustrar su proposición al respecto de la resiliencia inmunitaria, el científico puso un ejemplo puntual: “Si me das una bofetada ahora mismo, me inflamaré y tendré una reducción transitoria de mi capacidad inmunológica. Cuando las personas sufren un ataque o una agresión, tienen que tener inflamación; sin inflamación, las personas mueren”.
“Pero hay que tener la cantidad correcta, en el lugar y en el momento correctos. Si tienes demasiado o muy poco, es malo. La idea de resiliencia inmunológica es que, una vez controlo la inflamación, mejora rápidamente la competencia inmunológica, pero se las arregla para preservar la competencia inmunológica y el control de la inflamación”, indica.
Hay que decir que fueron datos de 49.000 personas de las cuales su resiliencia inmunológica, evaluando dos aspectos específicos, según informó el diario español: “Recuento de linfocitos CD4 y CD8, que son células inmunitarias encargadas de la defensa del organismo, y, por otra parte, estudiaron firmas genéticas que se asocian con la longevidad y con la mortalidad vinculada a la inflamación”.
“Lo que descubrimos es que (los grados de resiliencia inmunológica) son grandes predictores de tener un mejor o peor resultado en salud, en términos de mortalidad y hospitalización, después de controlarlo por edad”, manifestó el científico.
Además, Ahuja afirma que la resiliencia inmunológica es innata, pero que puede ser modificada por el ambiente en el que se encuentre el paciente. Además, manifiesta que algunas personas mayores tienen más resiliencia que algunos jóvenes.
Sumado a ello, en otra de las investigaciones encontraron que las mujeres tienen más resiliencia inmunitaria. “Tengo la sensación de que esta era una propiedad innata, adecuada y conservada evolutivamente que era útil para la maternidad. De lo contrario, creo que, como especie, habríamos tenido un problema”, indicó el infectólogo.