Desde Washington (EE. UU.), la Organización Panamericana de la Salud (OPS) reveló los resultados de una investigación sobre los factores que inciden en la conducta suicida en la región de las Américas. El estudio analizó la situación en cada país y se centra en los factores contextuales que pueden generar mayores riesgos para cada sexo.
La investigación se hizo de la mano de la prestigiosa revista científica The Lancet entre los años 2000 y 2019.
Entre otras cosas, el estudio “destaca la importancia de tener en cuenta los determinantes sociales del suicidio específicos de cada sexo al elaborar intervenciones de reducción del riesgo y estrategias de prevención”, según informó la OPS.
Por ejemplo, documentó que prácticas como el homicidio y el consumo de alcohol y otras sustancias tienen una estrecha relación con el riesgo de suicidio en los hombres, en el caso de las mujeres hay otros factores que generan vulnerabilidad como la desigualdad educativa.
Eso sí, hay determinantes sociales y situaciones económicas que pueden aumentar el riesgo para ambos sexos, como encontrarse en una condición de desempleo.
“Para prevenir el suicidio debemos ir más allá de limitar el acceso a los métodos para cometerlo, de fortalecer las habilidades socioemocionales y de mejorar el acceso a la atención de salud mental”, aseguró el doctor Renato Oliveira e Souza, jefe de Salud Mental y Uso de Sustancias de la OPS, quien también fue autor del artículo.
“También debemos abordar los factores contextuales que afectan de forma diferente a hombres y mujeres, lo que requiere un enfoque de toda la sociedad”, agregó Oliveira e Souza.
En esa medida, la OPS ha destacado la importancia que tiene prestarles atención a estos factores económicos para mantener el bienestar de la salud mental de los ciudadanos.
Por ejemplo, indicaron que es clave mejorar las oportunidades de adquirir empleo y el fortalecimiento de los servicios de salud para entender diferentes coyunturas, como por ejemplo las relacionadas con el consumo de sustancias psicoactivas.
“A pesar de los esfuerzos para reducir el suicidio a nivel mundial, las Américas es la única región del mundo donde la mortalidad por suicidio ha ido en aumento desde el año 2000. La mayoría (79 %) de los suicidios en las Américas ocurren entre hombres, pero el suicidio entre las mujeres también ha ido en aumento. En 2019 se produjeron más de 97.000 suicidios en la región”, anotó la OPS.
No obstante, la investigación arrojó algunos resultados que podrían ser útiles para el diseño de políticas públicas en los estados nacionales. Por ejemplo, descubrieron que la tasa media de mortalidad por suicidio en los hombres bajaba conforme aumentaba el número de médicos empleados por cada 10.000 habitantes.
Los hallazgos también mostraron que se redujeron las cifras de riesgo para los hombres conforme los estados aumentaban el gasto en salud per cápita.
A su vez, encontraron que la tasa de muertes por suicidio también bajó para ambos sexos cuando crecía la densidad de población moderada. Según detalló la OPS, esto significa que es clave prestarle atención a la población rural.
“Las expectativas culturales en torno al género determinan en gran medida la diferencia de sexo en la mortalidad por suicidio”, dijo por su parte la doctora Shannon Lange, quien es científica del Instituto de Investigación en Políticas de Salud Mental (CAMH) de Canadá y autora principal del trabajo. “Las medidas multisectoriales dirigidas a la salud y el bienestar de la sociedad deberían destacarse en los esfuerzos de prevención”, indicó Lange.
“En conjunto, nuestros datos respaldan que se debe considerar el sexo al adaptar y probar las intervenciones de reducción del riesgo de suicidio y al desarrollar estrategias nacionales de prevención del suicidio”, indicaron los autores del estudio.