El Ministerio de Salud dio a conocer hace unas horas que hizo una visita al resguardo indígena Kemberdé, en el municipio de Pueblo Rico, Risaralda. Allí hay un brote de paludismo, que ha llamado las autoridades sanitarias.
“Hemos tenido la oportunidad de encontrarnos con el pueblo embera y nos hemos comprometido a comenzar a instaurar desde ya lo que es la reforma a la salud. Aquí vamos a llegar con nuestros médicos, con nuestras enfermeras; vamos a llegar con la prevención, la promoción, la atención en salud”, sostuvo el jefe de la cartera ministerial de salud, Guillermo Alfonso Jaramillo.
Las actividades del Gobierno nacional con las comunidades indígenas de Risaralda también contaron con el apoyo del Comité Internacional de la Cruz Roja en Colombia. En esa medida, se conoció que se llevaron cerca de 4.000 pruebas para detectar el paludismo, además de 198 kilogramos de medicamentos para tratar varios tipos de enfermedades.
“En el resguardo permanece un equipo de profesionales de la salud, que llegaron a la zona este viernes (16 de junio) para valorar a los pacientes y atender tempranamente los casos. En total, las autoridades de salud esperan atender a 2.500 personas de los pueblos indígenas que habitan en zonas apartadas de este departamento, entre las que se encuentran Kemberdé, Chifa, Dokabú, Paridó, Mentuara, Marruecos, Lumadé, Bichukera, Bichubara, Guayabal y Sinaí”, señaló la Presidencia de la República en un comunicado de prensa.
Así mismo, señalaron que las necesidades de la población requerirán de un trabajo mancomunado de varias instancias estatales del país.
“En conjunto con el Ministerio de Educación y Agricultura, y con el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, vamos a lograr trabajar arduamente para que, en coordinación con las máximas autoridades de este territorio, podamos trabajar conjuntamente con la medicina tradicional y la medicina occidental”, explicó el ministro Jaramillo.
Países de América buscarán mejorar el acceso a salud de pueblos indígenas
A finales del mes pasado, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) confirmó que varios países de la región llegaron a un acuerdo para mejorar el acceso a la atención sanitaria de parte de las comunidades indígenas del país.
“En virtud de la nueva resolución, los países elaborarán, financiarán y aplicarán planes nacionales de salud para los pueblos indígenas que garanticen la igualdad del derecho al disfrute del más alto nivel posible de salud física y mental”, indicó la OPS a través de un comunicado de prensa.
Las proyecciones del organismo sanitario apuntan a que esta nueva decisión podría repercutir positivamente en la vida de cerca de 62 millones de personas que son parte de las comunidades indígenas en el continente americano.
“Dado que las mujeres indígenas también sufren peores resultados en materia de salud materna dentro de los países, la resolución también se centra especialmente en garantizar la salud de las madres y de las adolescentes, incluido el acceso a servicios de salud sexual y reproductiva”, apuntó la OPS.
En Colombia, por ejemplo, algunas comunidades indígenas pasan por difíciles condiciones de salud pública que afectan su bienestar y su calidad de vida. Por ejemplo, los datos más recientes sobre desnutrición infantil compartidos por el Instituto Nacional de Salud (INS) muestran que cerca del 18,2 % de niños menores de cinco años que han sido diagnosticados con esta condición en el país pertenecen a comunidades indígenas.
Por estas razones, la OPS destacó que seguirá trabajando de la mano de “los países de las Américas para garantizar la salud de las poblaciones indígenas. Esto incluye la implementación de la Estrategia y Plan de Acción sobre Etnicidad y Salud 2019-2025 de la Organización, que está alineada con los compromisos mundiales para garantizar el derecho a la salud de los pueblos indígenas”.